El modelo capitalista glorifica la superioridad de algunos elementos humanos, para ello promueve compendios de la memoria primitiva que aturde y enajena a un gran sector de la población, convirtiéndolo en objeto de fines individualisimos.
El modelo socialista reconoce este fenómeno, no lo magnifica, contrario, promueve un colectivo pensante. Chávez reconoce en sus filas, elitismos, que aunados a una administración “esclavocrata” y llena de mecanismos disfuncionales, impediría el avance de la revolución, entonces crea “las misiones”, para combatir una herencia que seria difícil erradicar de un solo sopetón dentro de los suyos, “la mentalidad de caporal”, una especie de esclavista, una herencia que nos arropa a todos sin distingos. Las misiones irían contra un estatus burocrático establecido, para poder saldar en forma perentoria una deuda social con un pueblo que ahogaba en el desespero, el ahogo y la duda de que sus hijos pudieran medrar eternamente en la insignificancia y mediocridad del servil.
El modelo capitalista promueve un estado basado en el derecho ajeno como prioridad de su desarrollo, cosa que suena bonito, pero cuando se pone en perspectiva, contradice el derecho social y humano que pregonan los chavistas, el socialismo.
Un ejemplo diferencial entre el socialismo y el capitalismo, y de lo social sobre el derecho, es el financiamiento de las llamadas cuotas balón en la vivienda, avaladas por sector de la oposición y fondo monetario internacional. El Capitalista y su fondo monetario pregona un pago que parece atractivo ya que usted paga solo los intereses a cuotas bajas, pero nunca el capital, Si no se puede pagar la suma final o refinanciar, puede perder la casa o lo que los financistas llaman el colateral a través de un proceso de embargo; ello es un derecho jurídico del propietario. Esto es lo que viene dejando en estados unidos y España a miles de niños, mujeres y hombres en la calle; en nombre del respeto de lo ajeno y en contra de lo social.
Los chavistas ante ello vedan en Venezuela estas cotas y colocan una prohibición en donde la vivienda es inviolable, ni transable; el socialismo promueve lo social, sobre el derecho ajeno.
Sin embargo, como la mutabilidad capitalista perdura en muchos chavistas con mentalidad de caporal, de vez en cuando o de cuando en vez aparecen estos talantes, producto de la dedocracia, que nos regresan al pasado “El Banco Central de Venezuela (BCV), apabulladlos por una presión opositora, publicó en Gaceta Oficial nuevas tasas de interés aplicables a obligaciones derivadas de la relación de trabajo, para la compra de vehículos bajo la modalidad “cuota balón”, para operaciones con tarjetas de crédito y a préstamos al sector turismo. (La Razon.net/2014/06/12/).
Le debemos recomendar a Maduro la “misión banco central” o mejor, “cero dedocracia”.
Esta practica perversa “cota balón”, pregonado por mentalidades capitalistas, dicen que los "afortunados" de tales créditos tendrán la "ventaja" que solamente pagaran cuotas de hasta el 30% de nuestros ingresos; pero jamás dicen que la "diferencia" que no pueda ser cancelada por el deudor hipotecario se recapitalizara a favor de las instituciones financieras, y peor aún, los bancos podrán cobrar intereses sobre intereses (anatocismo); lo cual era una práctica perversa que hace y hacía impagable el crédito para la gran mayoría de los "beneficiados". Otro de los abusos de este principio capitalista, en la cuarta Republica era "pasar" arbitrariamente a miles de familias quienes estaban calificadas en los niveles I y II del subsistema de ahorro habitacional al nivel III; con la finalidad, de poder cobrar tasas de libre mercado.
El capitalismo en el año 1999, establecía que una persona que solicitaba un crédito, por unos 18 millones de bolívares, a la vuelta de 20 años debía haber pagado la suma de 5.000 millones de bolívares, en cumplimiento de los derechos individualisimos de los banqueros.
Semejante barbarie fue analizada por este modelo socialista a través de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual en enero de 2002, sentenció la ilegalidad de tales "créditos", que incluso eran otorgados en dólares. No contento con esto, este modelo socialista que proponen los chavistas, “a pesar de mucho caporal”, puso en vigencia la Ley de Protección a los Deudores Hipotecarios; allí no sólo se decreta "La muerte de los créditos indexados"; sino que los banqueros deben restituir los derechos violados a las personas que fueron injustamente embargadas y "echadas" de sus viviendas. (Javier Antonio Vivas Santana | Sábado, 12/02/2005. Aporrea). El socialismo decreta La muerte de los créditos indexados
Si bien ello pasa y contrapasa, algunos ilusos del pueblo y, algunos esclavocratas de este gobierno, no entienden que el modelo capitalista es un enemigo serio, que sin cortapisas pregona un estado mercantil, que hará valer sus fueros y para ello usan muchos jóvenes y viejos, que desojan la margarita de su vida “ser o no ser” , los cuales con una gran incapacidad de no reconocer la historia y ver el pasado, creen que lo que pasa en España y unites state, aquí no pasara; si vuelven, volverá a pasar.
Eso en cuanto a lo financiero, pero si vemos por el lado de la educación, podremos ver como, en el modelo capitalista y libre mercado, representados por los factores endógenos de acción democrática y Copei, profesan el principio “de que la educación secundaria y universitaria debía y deben dejarse en manos del sector privado, tal como en Colombia, Chile y otros países.
Prieto logra entre 1958 y 1968, derrotar dentro de los suyos, la intentona de la privatización y que el 87 % de la educación primaria y secundaria fuera pública y sólo el 17 % privada. En la Constitución del año 1961, en su texto definitivo se establecía en su artículo 78 la gratuidad de la educación pública, se entendió esta, como gratuidad hasta la educación media y fue así como muchas aldeas de todo el territorio empezaron a notar el desarrollo de edificaciones y profesores de los más diversos estados, ocupando las aulas, en cumplimiento de este acto constitucional. Así, se fueron creando universidades en las más diversas ciudades del país y allá llegaron los hijos de los pobres, lográndose así una gran conquista de los sectores populares, el 87 % de los estudiantes que egresaban a las universidades provenían de los liceos públicos.
Después del 68 Prieto Figueroa es expulsado de Acción Democrática y la derecha endógena, vivitos y coleando en la actual Mesa de Unidad Democrática, gana los espacios que luego revertiría esas cifras.
La sociedad venia trastocándose y los ricos vieron la oportunidad de dejar sus hijos en el país y empezaron a revertir esta relación. No pudiendo tomar las universidades públicas en los años 60, crean para los años 70 las universidades experimentales las cuales vendrían a ser el refugio de los gobiernos de turno y de los pudientes de este país; no es gratuito que allí se produzcan las mayores guarimbas.
Si bien el pueblo no dejaba sus conquistas logradas a nivel de primaria y secundaria, atrincherando allí los derechos conquistados en los años 60; se empezaba a trastocar las políticas de gratuidad de la enseñanza.
Las elites empezaron a vender el cuento, de que las universidades eran para los altos promedios, y fue así como en el año 2002, el 75% de los estudiantes de las universidades provenían de los colegios privados; y aquel 87 % proveniente de las escuelas públicas, se había revertido. Datos propios de las memorias y cuenta de la cuarta república, muestran como entre el año 1993- 1999, época de Rafael Caldera padre de Copei, se produjo uno de los más grandes fenómenos de exclusión de los pobres de la educación primaria, secundaria y superior.
La cuarta república dejaba como herencia para el año 1999, año en que se aprobó la Constitución Bolivariana, las siguientes cifras, “el 37 % de los infantes con edad de 5 años no asistían a ningún plantel para el nivel de preescolar. El 19 % de los niños entre 6 y 15 años estaban al margen de la educación básica y el 76 % de los adolescentes cuyas edades estaban entre 16 y 18 años no cursaban en ninguno de los establecimientos destinados para el nivel de educación media y profesional, el 75 % de los educandos de las universidades provienen del 25 % que conforman los colegios privados”. Si vuelven, volverá a pasar.
Ante este panorama de deformidad social heredado, en el año 1999, el modelo socialista , consagra la gratuidad absoluta de la educación impartida por el estado hasta más allá de la educación media, hasta el pregrado.
Ello fue un avance significativo, sin embargo al tomar el poder el Presidente Chávez, puede darse cuenta que aquella victoria de las masas populares, hoy estaba desfigurado en las universidades tradicionales, la excepción en las universidades públicas ahora la constituían los pobres.
Ningún joven de las aldeas del Táchira, habían podido entrar en las llamadas, Universidades Experimentales. Mientras que los hijos de los ricos accedían a la universidad con todas las comodidades, aquellos pobres que podían tomar ese camino, tenían, primero, que vivir en las ciudades o, tomar marchas forzadas desde cada aldea para acceder.
A un campesino no le era permitido ni siquiera soñar con la posibilidad de ser médico, ya que para entrar a la escuela de medicina se tenía que ser primero hijo de médicos, y si no se era hijo de médico, hijo con influencia en las altas esferas de poder o hijo de profesor universitario, sino tenía esa suerte, se pagaba por el cupo y aquellos pobres que lograban pasar
estas escalinatas de escabrosos pasos, el sistema le apaleaba por el hambre, acompañándole en su carrera, las solas ganas de estudiar.
Los socialistas se dieron cuenta, que este estado democrático venezolano estaba deparando la educación universitaria gratuita a los círculos privilegiados de la sociedad, en detrimento de las capas sociales en situación de pobreza.
Consciente del rol que juegan las universidades en la profundización de la democracia social, propone una Universidad que propenda a la disminución de la odiosa brecha existente entre los diversos estratos de la sociedad, naciendo la Misión Sucre, y es así como hoy, las Universidades no son sólo un privilegio de las grandes ciudades, sino que vemos jóvenes y adultos, graduándose en cada uno de los municipios y aldeas, se profesionalizan abogados, médicos, trabajadores sociales, gestores ambientales y educadores en aldeas como El Cobre, Venegara, San Simón, La Grita, Seboruco, Hernández y en un cambio de giro, la OPSU impone la aceptación de jóvenes provenientes de las aldeas, hasta ayer marginados.
Hoy en socialismo, es posible graduar Ingenieros en Producción Animal en El Piñal, sociólogos en Cantón y como señal inequívoca de triunfo de la revolución, los médicos comunitarios, hijos de familias humildes, de aldeas ayer desamparadas y de sueños aplastados.
La Universidad venezolana desde hace rato encubría el abandono de las clases desposeídas, bajo el argumento de calidad, así se enmascaraba la apetencia de las elites, de los poderosos por guardar el poder, por asegurarse de que fueran únicamente los suyos, los que obtuvieran los créditos académicos que les posibilitara la movilidad vertical en el seno de nuestra sociedad. Los sinónimos de calidad eran y son sostenidos en términos de que sólo los hijos de los ricos serian los llamados a soportar el saber, parecían predestinados por la providencia para asumir el poder.
Para las elites, hoy predominantes en las Universidades, el 75 % de venezolanos que no ingresaban, o la deserción, era porque poseían genes deletéreos, no aceptaban que el asunto era, porque le habían robado las oportunidades. Son las elites profesorales, los creadores de las tres Marías, las que se sorprenden y descalifican a todos aquellos hombres de aldeas, que retando el destino se atrevieron a creer en las políticas de inclusión del Presidente Chávez.
Hoy podemos pregonar, a los cuatro vientos, sin temores y sin tapujos, que con el modelo socialista, sino se estudia, es porque no nos da la gana. Este Estado socialista brinda la mayor gama de posibilidades, quizás única en el mundo. Si vuelven las elites de este país, estos logros desaparecerán.
En cuanto a la producción industrial o agrícolas, si ellos retomaran el poder, retornaría el estado-empresarial, ellos venderían a su mejor postor, ya que ese es su principio capitalista, tal como sucede n a actualidad con la venta de los productos para Colombia, dolarizarían cada uno de ellos y solo nos venderían lo que sobra, o lo que Colombia no les compra, como el caso de los huevos de gallina, los cuales tuvieron que bajarlos de precio, porque los empresarios colombianos y sus mafias empresariales reviraron, todo este comportar, sobre el detrimento de los pobres.
El Dinero se concentraría en pocas manos,, reduciéndose la posibilidad de flujos de capital hacia los sectores empobrecidos, desapareciendo el amplio comercio de la clases medias que se ha conformado: Panaderías, pequeños restaurantes, venta de empanadas y bodegas, ya que su principio de monopolio mercantil, rechaza la competencia; y, si no lo creen, vamos a leer la historia de maíz pilado y de como la maquina de moler maíz pilado, desapareció:
En 1960 se dio inicio a la desaparición de los “pozuelos” estructura para el almacenamiento de granos en las casas andinas de aldeas campesinas y urbanas.
El drama de la reducción agrícola, se daba por políticas de estado, que daba protección a los ramos empresariales y transnacionales, y con un dólar barato fundaban una agricultura de puerto y, es allí cuando nace la harina pan, de la mano de un estado-empresarial.
La harina pan, marca comercial de harina precocida, es un icono que muestra, como los dueños de los medios de producción no sólo crean patrones de explotación humana; sino que igual, inducen y crean patrones de consumo.
Aun para el año 1970 en mi casa existía la máquina de moler maíz, el maíz pilado, factor básico de la arepa venezolana por cientos de años, pero la harina precocida inventada por Luis Caballero Mejías, denominada Harina de Masa de Maíz o Masa de Maíz deshidratada, llamada hoy “Harina Pan”, nos llevó por caminos inciertos.
Para poder cambiar la cultura del consumo del maíz pilado, solo había que eliminar la materia prima, la producción de maíz. El competidor de la harina precocida era para 1960, el maíz pilado.
La reducción de la producción de maíz en el estado Táchira, es una expresión didáctica del drama de la perdida de la auto sostenibilidad, tan achacada hoy al chavismo.
El drama empezó hace rato. Para el año 1960 había en el Táchira, una superficie cultivada de 29078 hectáreas de maíz y para el año 1995, se habían reducido a 2952 hectáreas. Si se coloca, en forma moderada una producción de 1000 kilos por hectárea (hoy 2500 kilos por Ha), se estaría hablando para el año 1960 de una producción de veintinueve millones setenta y ocho mil kilos anuales (29.078. 000 Kilos).
Lo que daría para la población actual, un promedio de 29 kilos percapita, suficiente maíz para la población existente en este 2015, en el estado Táchira. Sin embargo, el maíz se había reducido para el año 1995 a dos millones novecientos cincuenta dos mil kilos (2.952.000).
El maíz, base del maíz pilado, en menos de 35 años fue reemplazado por la harina precocida.
Este hecho, no se basó solamente en la migración de las zonas rurales o al invento de Caballero Mejias, sino a una forma de pensar del capitalismo, la búsqueda del mayor rendimiento del capital y para ello ahí estaban los Mendosas en el gobierno y, el apoyo de un Estado-Empresarial.
Para poder asegurar el consumo de la industria del maíz precocido, producto no conocido en el país antes del año 60, era necesario reducir, disminuir , desaparecer, la competencia por lo que era necesario desaparecer el consumo de maíz “pilado”; maíz tratado en cada una de las casas, cocido y molido por la familia.
Al traer maíz importado, con dólar barato, maíz más barato que el producido a nivel nacional, hizo que cientos de productores quebraran, facilitando el posicionamiento de la harina precocida.
Veladamente se producía en el país un proceso de transculturación, en donde, los únicos beneficiarios serían, el sector monopolista, hoy propietario de la harina precocida. Cientos de productores agrícolas fueron lanzados a las barriadas de las grandes ciudades.
Hay una correlación perfecta entre el aumento o consumo de la harina precocida, la importación de maíz desde África o Centro América y la disminución de la producción y consumo de maíz “pilado”.
Esta tendencia de carácter nacional y regional, se refleja en forma dramática en los municipios y aldeas, ya que estos cultivos, eran medios autárquicos de subsistencia de las familias campesinas.
Los cultivos tradicionales existentes en el hoy Municipio Vargas-Táchira , fueron reemplazados por Tomate, ajo, ajo porro, cebollín, coliflor, repollo, lechuga, cilantro, zanahoria y nuevas variedades de papa. Exigencias de cambio que hacia un mercado. Mercado que se correlacionaba con nuevas tecnologías y nuevos dueños de los medios de producción.
La muerte de los conocimientos alternativos trajo la liquidación o la subalternización de los grupos sociales cuyas prácticas se asentaban en conocimientos de los cultivos tradicionales.
Proceso que fue justificado por los gobiernos “desarrollistas” en función la necesidad de la aplicación de nuevas tecnologías, conocimientos y nuevos mercados, obviando la diversidad, la salud y la sostenibilidad de las poblaciones locales, con consecuencias posiblemente irreversibles y que hoy se reflejan en una crisis de especulación y barbarie.
Un plan macabro entre estado y empresa, permitiría la monopolización de los productos creados y especulación de los mismos, sostenidos en una agricultura de puertos, ya que estos nuevos dueños de los medios de producción jamás sembraron una hectárea de maíz.
Se crea un mercado dominado por intereses propios del capital especulativo, como serían las Hortalizas, el maíz precocido u otros productos que se sometan a las exigencias del mercado capitalista.
Los consumidores más solventes son los que indican los productos que “el mundo necesita”; dándole vida a un proceso autotrófico de acelerada obsolescencia, destinada a explotar al máximo los beneficios económicos que el conocimiento científico y tecnológico ofrece a quienes controlan esos mercados.
La imposición de nuevas tecnologías, como la introducción de nuevos cultivos, semillas dependientes de la producción de las multinacionales, cultivos dependientes de los plaguicidas, caracterizados por sus altos costos, implantación de una agricultura dependiente de sistemas de regadío, solapada protección de las grandes empresas que importan granos, establecen nuevas relaciones de producción, el desplazamiento de viejos propietarios y la inclusión de nuevos dueños de los medios de producción,
creándose desplazamientos de carácter territorial de las poblaciones de origen local. Muchos agricultores de subsistencia no pudieron o temían asumir los nuevos riesgos que implicaba explorar el potencial biológico de los nuevos cultivos y fueron desplazados por aquellos que dominaron o tuvieron acceso a ese conocimiento de la tecnología y de las nuevas exigencias de mercado.
Resultado de ello, el consecuente empobrecimiento, exclusión y marginalidad de sectores de la población. Es así: nuevas relaciones de producción, toman sitio sobre formas de producción autárquica.
La no aceptación, de una nueva cosmovisión del mundo, ante su resistencia cultural, hace que los promotores del capital, les establezcan como no calificados, lo que en jerga burocrática se mencionaría como “muy poco calificados en términos educativos para asumir los retos que el nuevo modelo de sociedad requiere”.
Conformándose así, lo que Marx llamó “un nuevo ejército de asalariados” o “ejercito industrial de reserva”.
Hoy en día, los viejos hijos de las tierras de El Cobre son parte de los barrios marginados de Caracas, Valencia o San Cristóbal o nuevas poblaciones en el Municipio Panamericano y la Fría, o en mejor de los casos medieros de los nuevos dueños de las fincas o medios de producción.
Definitivamente, no es nuestra culpa, ni la de nuestros hijos, el no comer maíz pilado, quizás la culpa la tuvo Luis Caballero Mejías, ingeniero mecánico de profesión, quien inventó la harina pre cocida; el gobierno-empresarial de Betancourt y Caldera, jamás. Al final de cuentas, la ignorancia y falta de información es horizontal y nos arropa a todos.
A igual, que hemos hecho análisis extenso sobre los factores financieros, educación y estado empresarial, que diferencia el modelo socialista y el modelo capitalista, podemos dar un resumen de un estado socialista que no nos ha dado nada, lo que hace que optemos por el modelo capitalista
En estos días de pesares y colas es común en la calle escuchar “a mí, este gobierno no me dado nada”. Esa posición me hace revisarme y pienso, “este gobierno, no me ha dado nada”. Con ese rumiar he llegado estos días a mi casa. Le planteo mi amorfo cavilar a mi esposa y, ella, guardando unos segundos su respuesta, me respondió “a mí tampoco me ha dado nada. Extrañé en ella esa respuesta, cuando lo que sueña es sacarse una foto con el Presidente Maduro.
Prestaba alejarme y me increpó, siéntese, tómese un café y escuche esto, señor Doctor: Los chavistas y su ideología sociaista no nos ha dado nada, sólo la oportunidad que nuestra hija tenga una atención gratuita en el Simoncito, de 8 de la mañana a 4 de la tarde, con profesoras especializadas y maestría, desayuno, almuerzo y puntal; mientras que en los privados cobran una bola de billete, sin comida y maestras bachilleres, pero este gobierno no me ha dado nada.
Me instalo al internet, con Wife y todo, las 24 horas del día, CANTV y su socialismo me da horas libres para llamar a la familia y por ello me cobra 120 bolos mensuales; pero no me ha dado nada.
Tengo agua rural, por lo que me cobran 10 bolos, tengo agua de Hidrosuroeste por 25 bolos mensuales; pero este gobierno no me ha dado nada.
Este gobierno socialista me cobra 80 bolos de electricidad, mientras ello pasa aquí, en Chile, Colombia y España, la gente gasta el 60 % de su sueldo para pagar estos servicios,
Este gobierno socialista, nacionalizó estos servicios para todos los venezolanos, pero, no nos ha dado nada.
Viajé a Perú, a Aruba con dólares baratos que me da el gobierno, traje plata, gaste los trescientos dólares que anualmente el gobierno me pone en la tarjeta sin preguntarme pa´qué son; pero este gobierno no me da nada.
Gracias a políticas de estado mis tíos no se han venido de El Cobre, porque tienen allí trabajo digno en la construcción de viviendas, a mi ahijado en El Cobre le permitieron a través de la OPSU, como política de este gobierno, entrar a la UNET, a mi sobrina graduarse en la Unellez y así a otros 3 millones de venezolanos, mientras en Chile y Colombia, los jóvenes se lanzan a la calle por educación gratuita, pero los chavistas “no nos han dado nada”.
Muchos jóvenes con diversidad funcional o la llamada “discapacidad”, hoy, son parte del mercado de trabajo, dignificados, ellos y su familia, pero el socialismo es un modelo injusto, porque no tengo harina pan.
A tres millones de viejos y viejas, le mantienen una pensión de vejez digna, gracias a la ampliación social de este beneficio, pero “este gobierno “no nos ha dado nada”, porque los pañales los acaparan y contrabandean por baratos.
Este gobierno se enfrenta con todos los riesgos que ello trae, a empresarios especuladores, hace esfuerzos enormes para contrarrestar el acaparamiento del papel higiénico para que todos los días podamos limpiarnos ese trasero, pero este gobierno no nos ha dado nada.
Mi esposa, sirviéndome el café que preparaba, me dijo, quiero que usted me diga, si hay un solo día, me mencione un solo momento en que usted haya tenido que apelar a una tusa, a papel periódico para limpiarse ese rabo, ella mismo se respondió, en ningún momento. Sin embargo lo único que tenemos de argumento contra este gobierno es el papel higiénico.
Todos los días el gobierno majea a los especuladores, para que usted se jarte de arepa, pero usted no le da gracias al gobierno, sino al buen Mendoza.
Como a mí no me dado nada, me arreché este 8 de diciembre dl 2013, y me fui con mi hija y en agradecimiento por esas 8 horas que me le atienden en el Simoncito, le hice poner sus deditos, en donde aparecía la imagen inconfundible del PSUV, ella, se sorprendió de esa tecnología estúpida y barata que colocó el Consejo Nacional Electoral y el cual será utilizada por la oposición en sus primarias chucutas.
Boquiabierta se puso mi hija, cuando aparecieron en la pantalla varias iconografías y entre ellas, la clara imagen de Chávez, ante ello, gritó “Mire la cara de Chávez”, ese grito, para mi alegría, se escuchó en toda la sala. Salí con la hija en brazos, ella depositó el papelito, mirando yo a todos esos escuálidos de la mesas, sentí que me mentaban la madre, pero con la cara en alto y mi hija alegre, sin importar que luego, entre sollozos quedara, porque no le dejaran pintar su dedo; por esa actitud mezquina, mas orgullosa me sentí de ser chavista.
Solo, sólo por la arrechera de que este gobierno socialista “que no me ha dado nada”, sólo por reconocer tener un estado social y derecho, que permiten una educación gratuita, servicios baratos, sensibilidad social, mi hija de cuatro años y yo, una mujer de 32 años, votamos por ellos, votaremos por ellos, por la gente de mi Presidente Maduro.
Mirando como un pendejo la cara de mi mujer, sólo atiné a decirle, pero a este PSUV del Tachita hay que revisarlo, ella me dijo “así será,
sin mirarme, y rechazando mis dudas, se retiró sin antes decirme,
ELLOS, NO VOLVERAN y SI VUELVEN, VOLVERÁ A PASAR.
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