Es un enigma que el compañero Ramos Allup hubiese encargado un Capriles de cartón de tamaño natural para exhibirlo en cada aniversario del partido del pueblo y así darse bomba ante la prensa e inclusive hasta tomarse selfie que él hacer circular por el tuitter.
Pero el compañero Ramos Allup nunca contó con la astucia de la Zkonducta que de manera sigilosa envió a su reportero estrella -kbecemango- para que develara la veracidad del acaramelado contubernio.
Dicho y hecho, el reportero armó una cacería singular para saber la verdad y seguramente después de incontables peripecias logró fotografiar a lo que se suponía era el mismísimo Capriles de carne, hueso y sangre azul, pero oh sorlibre, con sus cámaras de última generación el destacado reportero pudo captar la verdad una vez sometidas las diferentes gráficas a los rigores del laboratorio, todo quedó develado, la cara del hombre estaba demacrada de manera sumamente demasiado y los ojos se notaron puyúos más de lo que es normal en alguien que debe zamparse los tres golpes diarios.
Una vez adelantadas tales pesquisas, seguramente el grupo Zk consultó al Doctor Lupa, para estar más seguros del hallazgo y he ahí que pudo surgir el dictamen: Lo de Ramos Allup no fue otra cosa que una fina estratagema de avezado político pero como no hay crimen perfecto, él no contó con el paso del tiempo que desgastó la imagen y quedó en evidencia que la debe frisar y pintar para mejor meter la coba.
Quizá el propio Capriles ignoraba la mofa de la que era víctima y ahora es probable que él demande a Ramos Allup.
En cuanto a los ZK es probable que sean candidatos a obtener el Pulitzer.