El primer derecho de palabra estaría dirigido a una propuesta de Ley que sancione a todo funcionario o funcionaria del sector público que sintiéndose agraviados, en su dignidad reputación, su honor y credibilidad se haga el loco o la loca en espera de la solidaridad automática de papa Estado.
La razón de mi propuesta, es para evitar la huida hacia delante de quienes utilizan la denuncia Amén (así sean) infundadas para escalar posiciones políticas.
La denuncia como política surtió efecto en la época del MAS, que llevò a Carlos Talantes y Didalco Bolivar la gobernación de Aragua, Andrés Velázquez (CR) en Bolivar, Orlando Fernández Medina en Lara y un significativo numero de diputados, concejales y alcaldes que hicieron carrera política a punta de denuncias con o sin fundamento .
Al observar los debates en la AN, nos damos cuenta que los Dip. De oposición antes de aprobar o rechazar un crédito o una propuesta lo primero que hacen es denunciar a diestra y siniestra sin mostrar una prueba Amén (así sea) que ni les importe habida cuenta que el denunciado o la denunciada harán mutis por x, y o zeta.
Reaccionamos por lo que dice la oligarquía española y colombiana o Obama sobre Venezuela a instancias de los apátridas de la derecha venezolana, pero no reaccionamos ante los señalamientos y las denuncias que utilizan como fuente para justificar la agresión, de acá que hacerse el loco o la loca ante las denuncias es un acto de traición a la patria.
La actitud del camarada Diosdado Cabello ante los infundios mediáticos y los funcionarios sancionados por Obama que hoy demandan a Capriles Radonsky por falsas imputaciones, es prueba fehaciente del costo de la omisión ante las denuncias.
No se trata de prohibir las denuncias sino de impedir que las mismas dañen la reputación y por sobre todo la imagen de la patria..
Con la demanda de CABELLO a el Nacional, la Patilla Tal Cual, y de los funcionarios civiles y militares a Capriles, la oposición que ejerce la denuncia como oficio, lo pensará muchas veces para formular denuncias sin fundamento.
Si yo fuera el diputado que nunca seré, propondría a mis colegas de bancada la aprobación de este proyecto de Ley que sancione a todos funcionario que se haga el loco o la loca ante los denunciadores .de oficio.