La verdad es que hay que ser bien hombre por no decir bien “macho” para tener el suficiente guáramo que permita asumir y aceptar las responsabilidades que se originen, como consecuencia de los errores que se cometen en el campo de la política, cuando alguien como quienes hoy están siendo procesados, por ser protagonistas de muerte y destrucción, con una violencia extrema, han desviado las formas de lucha, hacia maneras totalmente contrarias a una lógica, que se inscriba en una verdadera democracia, lógica que está reñida con acciones que como sabemos enlutaron muchas familias venezolanas y destruyeron propiedades públicas y privadas.
Me refiero a quienes cuando la Ley, simplemente procede a través de los operadores que tienen el deber de hacerlas cumplir, estos personajes siniestros, inmediatamente desdoblan su personalidad agresiva y se convierten en el mejor ejemplo de cobardía y en expertos para montar shows, buscando despertar sentimientos en la gente que ellos jamás tuvieron, cuando por su actuación destrozaron la vida de decenas de venezolanos y venezolanasy con ello el corazón de muchas madres y padres, esposas, esposos, hijos e hijas.
Qué diferencia con el gigante que desde que apareció en el firmamento nacional lo que hizo no fue otra cosa que darnos lecciones de hombría, fortaleza, responsabilidad para no solo asumir sus errores, sino para enfrentar todas las dificultades que le tocó, en el fragor de una lucha en la que entregó su vida,sobre todo por los pobres de este país..
Ahí tenemos, pues, llorando como nenas a quienes cuando lanzaron a la calle a muchachos para utilizarlos como carne de cañón, se encapucharon para ocultar su rostro en un gesto más de cobardía, propio de quienes no tienen razón, ni capacidad para enfrentar con argumentos dialécticos lo que consideran sus principios,
Los vimos, los vio todo el mundo arengando a hordas de desadaptados y
colocados en la retaguardia contabilizar los montos de su maldad en vidas y propiedades.
Los vimos, cómo no se inmutaban para nada, cuando un joven trabajador caía degollado por una guaya en una demostración de que habían asumido como propio, el más puro estilo paramilitar, los vimos liderizar el montaje de campamentos de la muerte, convertidos en pequeñas Sodomas y Gomorras, donde la droga, la prostitución y el licor eran el alimento que les impulsaba a garantizarle el parte de cada día a sus mentores, hoy afortunadamente presos pero tan extremadamente gallinas que recurren a lo más devaluado del firmamento político internacional, para que vengan a respaldar sus vilezas.
Y para rematar ahora optan por la más vieja práctica de amedrentamiento como para concitar la solidaridad de personajes alineados con la ultraderecha, que como en el caso de Urosa Sabino, olvidan que su condición de líder de la Iglesia no puede estar parcializado y menos con asesinos. Igual que Urosa otros prelados sin medir las consecuencias que su entrometimiento pueda causar en las familias de quienes están muertos y siguen siendo llorados por sus deudos, no solo en sus vidas que ya no son las mismas desde que por culpa de estos desalmados dieron la orden para acciones que resultaron criminales, sino en su fe al ver cómo no miden sus palabra para salir en defensa de los victimarios.
Se han declarado en huelga de hambre y bien sabemos que, eso no es para cobardes, por ello ya están, a pocos días de su supuesto comienzo, declarándose a punto de morir, como para que el pueblo que sufrió las consecuencias de sus actos, se olvide y los considere victimas cuando no son otra cosa que quizá los más destacados victimarios de las últimas décadas.
La reacción de los familiares de las victimas seguramente no se va a hacer esperar, ellos bien pueden también, y de verdad, declararse en huelga de hambre para exigir la aplicación de todo el peso de la Ley para quienes pretenden privilegios como si la ley discriminara y de un plumazo echara al basurero el principio de igualdad ante ella.-
Por ahí leí la noticia de que un destacado entrevistador de la derecha, en un programa con la “fiel” consorte de uno de ellos, asomó la posibilidad de un suicidio de su marido legal, lo que seguramente es otra estratagema más para que la gente caiga en la trampa de llamarlo “pobrecito”, olvidándose que, como bien lo declaró una de la representantes de las víctimas de las guarimbas, a él lo pueden ir a visitar en la cárcel o en la clínica, pero a las víctimas, solo a llevarles flores y una oración al cementerio,
La susodicha aparece por los medios en una actuación bien ensayada metiendo a sus hijos en el tema, sin pensar en los hijos de los asesinados que a diferencia de suyos, no podrán jamás ver a sus padres.
Las peticiones de la derecha abundan, ahora han logrado sumar a un sector de la Iglesia y la justicia no puede ceder, pues hay mucha gente esperando que el peso de la Ley caiga sobre quienes privaron de la vida a sus familiares, por ello con el mismo derecho, pero con verdadera razón van a exigir se cumpla lo que las leyes disponen para delitos como los que son públicos y notorios.-
En conclusión, esta gente, en lugar de dar lástima lo que provoca es hilaridad y hasta rabia, pues creen que este pueblo aun se chupa el dedo para caer en las trampas de sus frecuentes shows, con lo cual una vez más nos obligan a preguntarnos: ¿Qué sería de este país en manos de esta clase de gente, sin personalidad, sin responsabilidad, claro ejemplo del más puro fascismo y con un comportamiento de verdaderos sanguinarios, cuando planifican la muerte de otros, pero de redomados cobardes cuando con pruebas irrefutables se les imputa?. Dios nos libre.