El Chuo Torrealba soñó con ser actor desde niño

Y aunque se frustró, todavía sigue soñando. Cada aparición que hace en tarantines, bocaecalle, miaítos y orillas de avenidas sale con las tablas en la cabeza Y por ende lo que trata de representar es invisible. ¡Claro la nueva generación no debe creer que para ser actor hay que tener una pinta arrechísima como la mía, que debe ser un Apolo o por lo menos poseer una voz de finos matices como la tenía mi amigo Héctor Mayerston, amén de una dicción coherente en la cual no aparezcan tantas burradas como las que crea el Chuo cada vez que su pico cachirulo intenta una oración.

Además con ese rostro de boxeador peso completo retirado, un tanto deforme, amén de una nariz cuquera de pensión y ese cuerpo de atleta del planeta Filibre, no da con el personaje. Él intenta interpretar a un político que va por ahí sin demagogia, sonriente, agradable, atractivo, pero que vaca; el Chúo ni pudo ser actor y ahora menos político. En la soledad de su tenebrosa habitación, cuya cama posee en el copete varias muñecas de trapo y un osito de peluche, el Chuo mira y remira una foto de Chávez que saca debajo de la almohada y se pregunta; "Verga, verga ¿cómo haría para llegarle al pueblo con tanto amor?" La luna lo observa por una rendija de la ventana y sonríe burlona, hasta que el Chuo cae rendido: otro día vendrá. A LOS LEJOS REBUZNA EL BURRO "Cejapoblá"- el que no ve las ochocientas mil viviendas porque las cejas le tapan los ojos, la nariz y parte del pequeño cerebrito que lo tiene en el ombligo-

En el liceo al Chuo le decían "voz bandolera"; una vez pronunciaba bien y en más de las veces se iba por el barranco de los trasnochos y los tarugos orales , papá ¿qué vaina es esa? No lo sabemos, pero así eran los sonidos que escapaban por entre las gruesas bembas del Chúo. Además que el rostro del Chúo era igual cuando nació que el de hoy: más tenebroso que descuartizar a un colibrí

Por eso creemos que nunca va a lograr su sueño de representar a Hamlet, a Maquiavelo, aunque quizás si le pone un poco más de cariño a la vaina quizá logre interpretar a jean Paul Marat y al marqués de Sade, dado que asesore tiene por toneladas entre la oposición guarimbera. Total que como decía Shakespeare, los sueños sueños son, Chuo. Sin embargo no debe preocuparse, este país es una maleta de Pandora. Fíjense: Luis Piñerúa Ordaz una tarde estaba jugando queto y rojo en su rancho de Casalta y recibió una llamada de Rómulo desde Miraflores para que se mudara a una mansión en El Cafetal Y además lo nombró ministro del Interior. Blanca Ibáñez vendía miche en El bar Emperador de la esq. San Francisco,(ccs) y llegó a "primera dama" A Gonzalo Barrios todas las semanas el club de la cúpula de AD le otorgaba el "Machete de oro" por sus grandes aportes a un conuco que había cerca de la cancha de bolas- un lugar llamado el "Aro de Gonzalo". Dicen que ahí el afrancesado político perdió un viejo anillo. El "negro" Encarnación podaba , sembraba la yuca y manejaba el machete con destreza, según decía Mantellini. Grandes consumidores de yuca fueron Mantellini, D`Ascoli y el mismo Gonzalo; la comían con carne en esas inolvidables tardes. Por eso Chuo ten fe….

 



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Angel V Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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