A 70 años del mayor crimen a la democracia

Gobernando Venezuela el Presidente Constitucional de la República el general Isaías Medina Angarita, el día jueves 18 de octubre de 1945 le propinan un golpe de Estado, éste comandado por Rómulo Betancourt, jefe del Partido Acción Democrática, y el mayor del ejército venezolano Marcos Pérez Jiménez. Después de constituida una Junta de Gobierno Rómulo Betancourt fue escogido para presidirla, éste un tiempo después hace contacto con su amigo Doctor Rafael Caldera para pedirle participe en el gobierno y lo apoye con su recién formado partido COPEI, una vez conseguido este propósito el Dr. Caldera es nombrado Contralor General de la República. Ésto quiere decir que desde aquella época ha existido una alianza política entre Acción Democrática y COPEI, alianza que a finales de 1958 se hace más concreta con el llamado Pacto de Punto Fijo, ella continuación del pacto que se hizo a comienzo de ese año en Nueva York con la asesoría y recomendaciones del gobierno estadounidense estos políticos delinearon fríamente sus planes de dominación del pueblo venezolano. El cruento golpe de Estado ocurrido el 18 de octubre de 1945 contra el general Medina Angarita, nacionalista, democrático, progresista y legítimo, ocurre casi al final de su gobierno y desde entonces se fue desencadenando grandes desgracias para el buen vivir democrático, político y social del pueblo venezolano.

El gobierno de Medina Angarita había comenzado a introducir profundas reformas democráticas, como la legalización de los partidos políticos, las garantías para las absolutas libertades públicas e individuales, la libertad total de opinión y de pensamiento, la seguridad para las personas y sus bienes, pero también hizo reformas en la entonces vigente Ley de Hidrocarburos, ésto reconocido como la principal causa de su derrocamiento, con cuyas reformas se aumentaban los impuestos a la exploración, explotación y refinación petrolera. Algunos de los cambios tributarios que se operan con esta ley fueron los siguientes: El royalty o regalía petrolera se estableció en un 16,33%, es decir, la sexta parte del producto bruto extraído, lo que significó un aumento sobre las regalías en vigor que oscilaban entre 7,5% y 8,5%. La Reforma Petrolera de 1943 permitió unificar el régimen jurídico de las concesiones que se venían rigiendo por diferentes leyes, y también unificó los sistemas impositivos complaciente y diversos existentes, haciendo que las empresas petroleras pagaran en lo adelante los mismos impuestos. Es así como las compañías petroleras quedaron sujetas al pago de los impuestos de importación, eliminándose las exoneraciones aduanales. El extraordinario resultado para la nación de estas reformas a la Ley de Hidrocarburos, en cuanto a los ingresos al fisco, pueden apreciarse al comparar los 62.000.000 de bolívares percibidos por la nación en 1942, con los 78.000.000 en 1943 y los 254.000.000 en 1944.

Pero estas medidas nacionalistas y soberanas incomodaron a las empresas petroleras y al Departamento de Estado de los Estados Unidos, por lo que estos factores poderosos se dedican a ayudar económica y logísticamente a grupos de venezolanos conspiradores, entre los cuales no podía faltar el de la oligarquía criolla. La oligarquía criolla y el gobierno norteamericano no querían a Medina porque se opuso a sus desmedidos intereses de explotación de las riquezas petroleras del país; también algunos militares no estaban satisfechos por el carácter civilista y democrático de su gobierno; y los adecos porque sus posibilidades de llegar al poder por la vía electoral, en los comicios que estaban próximo a realizarse, eran prácticamente inexistentes dado el apoyo popular que los venezolanos le brindaban a Medina por su exitosa gestión de gobierno tanto en lo ético, político, social y administrativo. De manera, pues, que desde hace 70 años el partido Acción Democrática ha venido ocasionándole un daño terrible al pueblo venezolano y todavía pretende seguirlo haciendo, para lo cual buscó a su socio segundón COPEI y a otros grupos políticos con ideologías contrarias a la idiosincrasia venezolana para que lo acompañaran en sus apetencias siempre malsanas. No, no, Venezuela nunca más permitirá que la gente venida de A.D. y COPEI gobierne en el futuro este hermoso y gran país. ¡Que viva Venezuela!



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José M. Ameliach N.


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