¿Oposición buenita? ¡yo te aviso chiruli!

Observamos como algunos compatriotas se dejan abrazar por el discurso de la derecha conspiradora criolla que asegura que luego de que se vaya este régimen chavista- socialista y ellos vuelvan a mandar, al pueblo no le va a faltar nada porque los supermercados y abastos estarán completamente surtidos de todo.

No dudamos que en un supuesto triunfo de la oligarquía-lo cual dificultamos que ocurra- todos los productos que hoy escasean regresarán resplandecientes a los anaqueles de los establecimientos comerciales. Obvio que esto no suceda pues habría que preguntarse quien está detrás de este saboteo.

Lo otro que tiene que reflexionar la gente común es que una cosa es que aparezcan los rubros y otra poder acceder a ellos, con lo cual la burguesía pretende nuevamente burlarse del sector que más desprecia: "el populacho, la chusma, el lumpen" manipulándolo para que vaya en contra de sus intereses y traicione a la revolución bolivariana que le ha dignificado. Las estadísticas de los últimos años no mienten.

Mientras pronuncia sus elocuentes discursos, la cúpula podrida que gobernó en la IV República ríe para sus adentros, pensando que más de un ingenuo caerá en la trampa que están montando. La promesa de devolverle al pueblo la tranquilidad, la paz y los estantes llenos es una mascarada más.

Una vez conquistado el poder, se dicen a si mismos: "lo primero que haremos será complacer al empresariado y a la Banca privada nacional e internacional con despidos masivos, liberación de precios de los productos, eliminación de todo tipo de subsidios, ayudas, congelamiento de aumento salariales, suspensión y reducción de pensiones y jubilaciones. Se acabará el despilfarro de recursos: adiós misiones socialistas y todo el que quiera estudiar o requiera tratamiento médico, que pague.

Esa oposición golpista que no está gobernando todavía y ya nos está entregando al Fondo Monetario Internacional, es de armas tomar. Las derechas se comportan igual en todo el mundo, la experiencia y la historia indican que buenas no son.

Luego del golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende, quien por cierto soportó todo tipo de embates, así como el presidente Chávez y Maduro, algunos chilenos confundidos por la derecha creyeron que una vez caído "el régimen marxista" tendrían paz y abundancia- ya que el gobierno democrático de corte socialista fue también golpeado con paros, huelgas, desabastecimiento de productos de primera necesidad, etc., pero de acuerdo al relato de la escritora Isabel Allende se encontraron con el siguiente panorama,:

"..Las familias de los presos, los desaparecidos y los muertos no tienen nada para

comer. Los cesantes tampoco. Apenas un plato de mazamorra cada dos días. Los niños

se duermen en la escuela, están desnutridos.

….. el vaso de leche y las galletas que antes recibían diariamente todos los

escolares, se habían suprimido y que las madres callaban el hambre de sus hijos con

agua de té.

….Cuando se levantó por algunas horas la prohibición de salir, para dar a la población

la oportunidad de comprar víveres, Blanca comprobó maravillada que los almacenes

estaban abarrotados con los productos que durante tres años habían escaseado y que

parecían haber surgido como por obra de magia en las vitrinas. Vio rumas de pollos

faenados y pudo comprar todo lo que quiso, a pesar de que costaban el triple, porque

se había decretado libertad de precios. Notó que muchas personas observaban los

pollos con curiosidad, como si no los hubieran visto nunca, pero que pocas compraban,

porque no los podían pagar. Tres días después el olor a carne putrefacta apestaba los

almacenes de la ciudad."

El llamado que hacemos es a reflexionar y no dejarnos confundir por las bondades que exhibe la cogollocracia; es posible que esta revolución no sea perfecta, que tengamos cosas que enmendar. Lo que no debemos olvidar es que gracias al gobierno bolivariano y a nuestro presidente Hugo Chávez el pueblo venezolano ha alcanzado grandes victorias imposible de lograr en un régimen capitalista-fascista, sino pregúntenle a la gente en España, Grecia, o a los británicos quienes viven el horror de medidas de austeridad tales que se han quedado sin vivienda, sin pensiones, sin empleo, sin salarios, sin asistencia médica. Es decir tienen las tiendas llenas de productos pero no tienen plata para comprarla y lo más triste no cuentan con un PDVAL o Mercal.



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María Angelica González


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