Mi palabra

La gran mentira de la oposición

"La verdad triunfa por sí misma,

la mentira siempre necesita complicidad".

Epicteto

En una de esas verdulerías, que empezaron, como una verdadera alternativa para millares de ansiosos compradores, antes la indetenible inflación, presente en cualquier gobierno y época del año, me encontré con seis personas adultas, dos ellas con más de sesenta años, bien vestidas y algo pasadas de peso. No dejaban de quejarse por los aumentos desmedidos; parecían dirigidos por la encargada de pesar y cobrar, quien lanzaba una risa sarcástica, sin dejar de recordar el 6 de diciembre; daba a entender que después de esa fecha se va a producir un cambio en la economía venezolana, algo tan complejo en cualquier país; una de las grandes ilusiones "vendidas" por la oposición para captar el voto descontento; una mentira descarada, apoyada en los grandes laboratorios mediáticos.

Precisamente hoy viernes 6, estamos exactamente a un mes de las elecciones parlamentarias, en medio de un torbellino económico; nadie esperaba vivir esta situación por demás preocupante, el cual pretenden aprovechar los candidatos de la oposición, como dice el refrán: "En rio revuelto ganancia de pescadores", por eso el verdadero enemigo del gobierno no es la oposición, sino la inflación. Este fenómeno económico, se siente en el más apartado rincón del país, con características especiales en determinadas regiones, producto del conocido bachaqueo, el cual no tiene paz con la miseria.

Las semanas, terminan o comienzan con exagerados aumentos, a la par de una escasez sin precedente, porque la usura es casi una ley propia del comercio, por eso no me canso de repetir: la oposición ataca, sin mensaje, apoyada en estos choques violentos, tanto en el orden social, como económico; una prueba más para decir: el capitalismo, sencillamente explotó en nuestro país, con las sabidas consecuencias negativas para la población, amenazando con sepultar un hermoso proyecto ideado por el Comandante Chávez.

A la par de está desenfrenada economía, nos conseguimos a un gobierno, haciendo lo imposible para satisfacer las necesidades básicas de la población, pero no es fácil, atender a un país, en medio de un verdadero tsunami: el capitalismo salvaje (palabras de Juan pablo II) quien no tenía nada de comunista. Por esa sencilla razón, podemos afirmar: nada tiene solución, si esto no va acompañada de la consciencia ciudadana, partiendo desde el mismo seno del hogar, la base fundamental para desarrollar una sociedad, por ese motivo, encontramos cantidades de personas –sobre todo de edad avanzada- añorando el pasado, pero no hay marcha atrás, y en ese camino seguiremos encontrando infinidades de vericuetos, propios de una país subdesarrollado, con grandes recursos, pero dependiendo lamentablemente de la moneda norteamericana, aunque sigamos pregonando nuestra independencia económica, porque el capitalismo, siempre ha creado los anticuerpos para defenderse, y de esa manera detener cualquier avance hacia una sociedad más justa y equitativa.

Pero además, nos conseguimos los que disfrutaron la "dulce vita" en medio de la Venezuela Saudita y mayamera, proyectada en el exterior por unos de los verdaderos padres del desastre; Carlos Andrés Pérez, todo esto llevó al comandante Chávez, al poder, cuando la descomposición se hizo, prácticamente inaguantable; nadie iba preso por estos hechos que desangraron al país; ni siquiera se preocupaban por investigar en cada cambio de gobierno: verde para blanco y viceversa; pasaban los cinco años echándole la culpa al gobierno anterior; muchos de estos personajes se presentan en estas parlamentarias, como la salvación, sin ninguna vergüenza y moral, para representar al pueblo, totalmente arruinados, después de haber botado el dinero mal habido.

Está muy claro: el objetivo trazado por la oposición es ponerle la mano a la asamblea, para después desbaratar al gobierno, acabar con las conquistas sociales y entregarle el país a los norteamericanos, buscando retroceder al pasado: la cuarta República, algo imposible; lamentablemente seguimos pregonando de estar viviendo en el socialismo, cuando la práctica nos dice, que estamos siendo golpeados por todas las lacras del capitalismo, en medio de un movimiento transformador, que busca la paz y el bienestar para el pueblo.



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Narciso Torrealba


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