Cuando mi profesor Sergio Antillano, en mi ilustre Universidad de Zulia, nos decía que “el periodista es un ser inculto”, me daba una calentera, por no decir una grosería, debido a que en lo particular me preocupo y me ocupo por culturizarme y estar al tanto de los cambios sociales, políticos, económicos, tecnológicos, gramaticales, idiomáticos y de cualquier otra naturaleza que se produzcan en nuestra sociedad; por ello, el cachazo que cometió el “periodista de la Televisora Española (TVE), Jota Abril, al confundir “el emblema de Al Qaeda con el símbolo de la Alianza Rebelde de la saga de Star Wars” -conocido en el mundo hispanoparlante como la “Guerra de las Galaxias”- en momentos que trataba de analizar los acontecimientos terroristas ocurridos el pasado 13 de noviembre en la capital francesa, es uno de mis recientes recuerdos de este profesor que más de una arrechera me hizo agarrar, Antillano nos daba Televisión y él decía que la industria cultural producía en la siquis de la persona, un estado de alienación que en ocasiones nos hacía perder la noción de nuestro entorno, que después de todo ese era su objetivo.
Ay Dios. No burlo al comunicador social español al confundir un logo creado por el genio de la pantalla grande: George Lucas, ni me alegra la algarabía que se formó por las redes sociales -que prefiero llamarla redes digitales- al tildarlo de tonto, loco, gafo, gilipollas, en fin; lo que si quiero significar es su entereza al pedir disculpas a los usuarios y usuarias. "Esta mañana he confundido un logo durante una explicación en el programa. Culpa mía. Lo siento si ha podido ofender a alguien". Esa simple oración da cuenta de la madurez del periodista, su compromiso con sus seguidores en twitter y la responsabilidad social ante un colectivo informado, avisado y jodedor. Así como Abril se confundió, se han equivocado muchos actores del acontecer político, económico y social de Venezuela; quien no recuerda aquel aspirantes que dijo: “hacer una sopa con la cabeza de la Suapara”, o “Gracias al pueblo de Barbacoa”, cuando el pueblo se llama Chivacoa, municipio Bruzual del estado Yaracuy. Ese mismo personaje en la zona indígena del estado Bolívar se quedó mudo por más de 11 segundos en un acto político, que once segundos de silencio en un mitin es mucho. Incluso cómo olvidar aquel diputado oposicionista que en plena Asamblea Nacional dijo: “cuando gane Rafael Hugo Chávez Frías”, por cierto, es candidato escuálido actual por Lara.
Ustedes dirán claro Cruz Mario, solo nombras los errores de la oposición; no te acuerdas de la “multiplicación de los penes”, o de “los millones y millonas”. ¡Qué vaina!. Nadie que de una declaración en televisión en vivo o realice un acto político público en caliente, es más, nadie, ni el periodista o presentador más pilas está exento de cometer un error, ni siquiera nuestro flamante presidente del CNP: Tinedo Guía, quien tiene más de 40 años leyendo para radio y televisión lo ha hecho perfecto; lo nombro a él por ser el máximo representante de nuestro gremio. Así que errar es de humanos, lo que no nos enseñó Antillano fue la manera de cómo disculparnos, pero nos insistió que antes de hablar en cámara nos instruyéramos, nos documentara para evitar esos pelones tan bravo y que si nos equivocábamos siguiéramos adelante, porque un minutos en televisión vale mucha plata y los noticieros televisivos obtienen su credibilidad en la verificación del hecho noticioso, que nos es otra cosa que mostrar las diferentes caras de esa noticia.
Y si la Guerra de las Galaxias supera a Al Qaeda no nos debe sorprender. Saludos a Marcos David, quien con su columna “Nuestro idioma”, da lecciones del buen escribir y del buen hablar, lo menciono porque sé que se preocupa por los periodistas que escriben y leen pa'lante.
