“Habla para que yo te conozca"
Sócrates
El 6D, quedó para el recuerdo, los resultados son ampliamente conocidos. La celebración duro muy pocas horas; después se empezaron a escuchar los lamentos en todas partes, por la insoportable inflación, arreciada en los últimos días del mes de diciembre, el más festivo del año; se recuerda el nacimiento de Jesús de Nazaret, un verdadero inmortal, crucificado por los traidores y eternos enemigos de la paz, la verdad y la libertad.
Sin embargo, para beneplácito de la inmensa mayoría de los venezolanos, pasamos navidad y comienzo de año, en sana paz. Nadie puede saber, el comportamiento de los nuevos diputados, pero apenas salieron electos (algunos de ellos) empezaron a enseñar los “dientes”, encabezados por RAMOS ALLUP, amenazando con echar por tierra, todo lo parecido al color rojo.
No podemos adelantarnos a posibles acontecimientos, cuando las festividades sirven para reflexionar, apartando todo lo malo de nuestro corazón, buscando el entendimiento entre nuestros semejantes. Todos sabemos la grave situación económica de nuestro país. Las acusaciones contra el gobierno no van a cesar, para culparlo de todo lo malo, sin echar una mirada al pasado. Desde el mismo momento del primer triunfo del fallecido Comandante Chávez, empezaron los ataques, sin importarles las consecuencias, porque el objetivo era sacarlo del poder, pasara lo que pasara, sin pensar que estaban atizando una verdadera “hoguera” del cual no se escapa nadie; los mismos incendiarios están sintiendo el calor de la candela.
La grave herencia económica, dejada por AD y COPEY, la recogió el gobierno de Chávez, pero los culpables la siguieron profundizando, usando todos los medios posibles, creyendo que la caída estaba a la vuelta de la esquina. A todo esto, se agregaron los errores de un proceso, iniciado por la vía de los votos, en un país, inundado por las lacras del capitalismo, empezando por la corrupción, mal que parece no tener remedio en ninguna parte; los hechos lo demuestran de manera muy clara. En los Estados Unidos, centro del mercantilismo, la podredumbre tiene muchas caras, entre ellas la venta de armas; cualquier desquiciado mental anda armado, dejando muertos y heridos, sin poder las autoridades hacer nada.
La razón es fácilmente explicable: la industria armamentista, es un negocio por demás rentable en la tierra del tío Sam; el capitalismo es comercio sin importarle el ser humano, por lo tanto no podemos esperar, nada para frenar estas terribles tragedias. En el mismo congreso norteamericano, se encuentran fuerzas poderosas, opuestas de manera rotunda a discutir este problema, que aunado al consumo de estupefacientes se ha hecho por demás preocupante. El presidente Obama, se alarma, pero no resuelve.
En nuestro país, no padecemos este terrible flagelo, pero la inflación, la corrupción, y la delincuencia, parecen arrasar con todo. Por eso, cuando me preguntan ¿Qué va a pasar, después del 5 de enero? Me limito a responder: tenemos que esperar; porque enfrentar estos monstruos de mil cabezas, pensando solamente en sus intereses personales o de grupos, es seguir mintiendo; así piensa Ramos Allup; su principal objetivo, es sacar al gobierno, para él, no existe dialogo, prudencia, cooperación y por sobre todas las cosas, amor por la patria, para buscar detener estas asfixiantes calamidades.
A nada de esto, se refirió el pasado martes; al contrario, desahogó en parte la obsesión, que no lo deja dormir tranquilo: Acabar con el gobierno en los próximos 6 meses; sin recordar un refrán muy popular: “Del dicho al hecho hay mucho trecho”. La frustración es muy grande; pasaron 40 años disfrutando las mieles del poder, creyéndose los dueños del país. Por eso el triunfo electoral del pasado 6D, lo envalentonó nuevamente, sin acordarse, que el pueblo pide soluciones, pero también quiere paz, rechaza las guarimbas y está dispuesto a defender sus conquistas; si no aprende esta lección, es seguir soñando en el pasado, cuando todos sus antojos los satisfacía y si alguien se oponía ¡Plomo y averigüen después!
