Los adecos de una seccional del partido de esa tolda blanca por allá en el quinto infierno le preguntaron a Henrito Argucia su jefe, que si volvería hacer como antes cuando deje de ser presidente de la Asamblea Nacional. Dado que el jefe había formado en una sociedad de políticos con Cartel el cual no conocía ni conocerá los viejos trucos de sus jefazos.
Así que, cuando miró el cielo, se vio incapaz de adivinar qué iba a suceder con el tiempo…
De cualquier manera, para no parecer dubitativo, respondió que él se estaba poniendo un viejo senil y que difícilmente podía ser reemplazado por su sabiduría truculenta, y que los miembros de los adecos debían ponerse pilas para estar preparados y no quedar sin nada.
No obstante, como también era un dirigente práctico en las trampas, a los pocos días tuvo la idea de telefonear al Instituto Nacional de Meteorología e hidrología de Venezuela.
-¿los próximos aguaceros que caerán serán muy duros? – preguntó.
-Sí, parece que las próximas lluvias serán fuertes – respondió el meteorólogo de guardia.
De modo que el jefe volvió con sus adeptos y les dijo que se pusieran pilas porque lo que viene es un diluvio y creo que no tenemos un Arca para meterlos a toditos, para estar aún más preparados.
Una semana después, el jefe llamó otra vez al INAMEH y preguntó:
-¿Lo que viene será un aguacero muy arrecho?
-Sí – respondió el meteorólogo- va a ser una lluvia dura y va a ser palo tras palo que ustedes nunca ni remotamente se lo imaginarán.
Ofuscado y preocupado por sus copartidarios y miembros de su partido, Henrito volvió a la seccional y ordenó a sus hermanos que recogiesen toda la paja posible de la que habían hablado y hecho, ya que parecía que el palo de agua iba a ser verdaderamente un diluvio.
Dos semanas más tarde, el jefe llamó nuevamente al Instituto Nacional Meteorología:
-Están ustedes absolutamente seguros de que el próximo aguacero va a ser terrible para mi tolda blanca?
-Absolutamente, sin duda alguna – respondió el meteorólogo – va a ser uno de los aguaceros más bravos que los adecos hayan conocido.
-¿Y cómo pueden estar ustedes tan seguros?
No ve o esta ciego señor! Es que acaso los que están llevando ese chaparrón de esa guerra económica no son solo chavistas y ahí también hay muchos opositores y bien adecos!!
