"A veces damos consejos,
pero no enseñamos con nuestra conducta"
François de La Rochefoucauld
Al día siguiente de la "gran toma" de Caracas, el periodista Vladimir Villegas, entrevistó al señor Allup, en uno de los pasillos de la Asamblea Nacional. La conversación se desarrolló, con un entrevistado muy comedido, tanto en las gesticulaciones, como en el lenguaje utilizado; algo contrario a su manera de actuar; ¡buen momento! para recordar sus bravuconadas en ese mismo sitio, cuando daba órdenes de retirar todos los afiches del fallecido Comandante Chávez, del Presidente Maduro, y no conforme con esto, mandó a botar, las del Libertador, con el nuevo rostro; resultado de un minucioso trabajo de investigación.
La entrevista se desarrolló con mucha mesura; por momentos se convertía en un monologo, por la pasividad y benevolencia del periodista, quien lo dejaba hablar, viéndole el rostro con una seriedad pasmosa; el libreto parecía ¡Hable, que yo lo escucho! Rara vez lo interrumpía; repetía el apellido "Allup": como si estaba enseñándole a los televidentes, la correcta pronunciación del apellido.
En todo el espacio televisivo, el entrevistado, prácticamente susurraba; todo un caballero, como si estaba enamorando a una pretendiente; mayor falsedad ¡Imposible! El pensamiento del teólogo español, Jaime Balmes, sirve para desenmascararlo: "El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros". Esta expresión encierra una gran verdad, por la sencilla razón: cuando el periodista, hizo el corte, para ir a los comerciales, dejó pendiente la respuesta, sobre la ofensa del Presidente Maduro, en pleno acto en la avenida Bolívar. Al regreso nos encontramos con un "santo" dándole consejos al Presidente, sin recordar, que esa misma expresión, se la escuche en una oportunidad, contra el comandante Chávez en una entrevista. Quiero hacer la salvedad: no estoy de acuerdo, con señalar o descalificar a ninguna persona, con ese dicho, menos a este señor, su comportamiento es ampliamente conocido.
El señor Allup, se ha destacado por las ofensas e insultos, contra funcionarios del gobierno. Todo el mundo sabe la forma, como ha tratado a la directiva del CNE, especialmente a la directora Tibisay Lucena. A las FANB le lanzó este piropo: "la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, se ha convertido en un asco que no defiende al pueblo" Esto produjo la reacción, en un comunicado del cual transcribo un párrafo: "LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA MANIFIESTA SU PROFUNDA INDIGNACIÓN Y EL MÁS CATEGÓRICO RECHAZO A LAS DEPLORABLES E IRRESPETUOSAS EXPRESIONES CON LAS QUE RECIENTEMENTE EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL SE DIRIGIÓ A NUESTRA INSTITUCIÓN, CONDUCTA REITERATIVA Y SISTEMÁTICA QUE SIN LUGAR A DUDAS EXTERIORIZA UN VIL SENTIMIENTO DE DESPRECIO Y ODIO HACIA LOS HOMBRES Y MUJERES QUE LA INTEGRAMOS".
¿Quién ofende a quién? El vocabulario del presidente de la Asamblea Nacional, es harto conocida, pero los medios de comunicación han jugado un papel fundamental para sopesarlo de acuerdo a los intereses, que más le conviene; a todo esto se unen las grandes empresas publicitarias norteamericanas, capaces de cambiarle la imagen a cualquier persona, como lo hicieron con Carlos Andrés Pérez, quien después de haberse ganarse el calificativo de "esbirro", cuando fue director de la Dirección General de la Policía (DIGEPOL) lo presentaron como un "atleta" saltando charcos, para luego ser Presidente en dos oportunidades. Algo parecido están haciendo con Donald Trump, quien no se cansa de ofender al pueblo mexicano, y ahora se encuentra subiendo en las encuestas.
Allup, sabe todo esto; son muchos años en la política. Con razón una profesora, cada momento repite a manera de chanza: ¡La juventud de la MUD, tiene razón para estar alegre, porque ya tienen el candidato, que los representa! Vaya usted a saber.
