Comunicado de la MUD: un análisis semiótico

Nosotros definimos como improbable que la MUD se apareciera con prácticamente lo mismo, llamando a otra marcha y no anunciando nada nuevo que no fuera que sí van a tratar de recoger las firmas. Por eso la rueda de prensa del lunes nos dejó inicialmente sorprendidos. Menos mal que tenemos en el análisis político el hábito de respirar profundo, no abordarlo de manera inmediata y darnos el tiempo de buscarle la quinta pata al gato, que generalmente la tiene.

Compartimos con el dirigente revolucionario Diosdado Cabello el barrunto de que la MUD se está preparando para cosas mayores. Según Cabello, "Eso es lo que les espera señores empresarios. Esos (la oposición) son lo que los van a llamar a un paro nacional para salir de Nicolás Maduro… Ustedes trabajadores, tengan la certeza de que van a llamar a un paro nacional, porque no van a recoger las firmas, no tienen manera". Nosotros nos equivocamos al creer en la posibilidad (nunca proyectamos nada con 100% de seguridad, creemos en la virtud de la duda) de que una acción de ese calibre la convocaran de inmediato, con fecha y todo. Por eso decidimos hacer una lectura calmada, reposada del comunicado de la MUD. La hicimos el lunes en la noche, aderezada con algo de música de acompañamiento, para tratar de hilar un poco más profundo en el texto, buscando claves que nos dieran más luz. Así es que nos gusta.

Antes de seguir adelante, es bueno que tomemos nota de la siguiente declaración de Henry Ramos Allup en el acto de la MUD en Parque Miranda: "Si queremos salir de esto tenemos que participar y no dejar que cuatro rectoras decidan por nosotros". Anotemos eso por allí: estos tipos necesitan la gente en la calle. Y también:

"No vamos a abandonar el revocatorio ni vamos a respetar las condiciones del gobierno. Eso significa que tenemos una visión clarísima: no solamente lograremos recoger 20% nacional, sino que todos los venezolanos estarán en la calle para defender su voluntad".

Recordemos igualmente nuestro análisis sobre la marcha del 1° de septiembre. Algunos la comparaban con la del 11 de abril de 2002, nosotros preferimos trazar un paralelo con la del 23 de enero de ese año, que marcó el detonante de un proceso subversivo que culminó con el golpe de Estado. A eso se referían cuando señalaron que el 1° de septiembre era "el comienzo del fin". Su intención, así lo informamos, era abrir un proceso de acumulación y organización de fuerzas para luego pasar a mayores. Lo que pasa es que la jugada no les salió como esperaban. Tuvieron una buena convocatoria de masas, pero no lograron mantenerla en el tiempo, al contrario de lo que ocurrió en 2002. En aquel entonces, la base social de la derecha creía que podía tumbar a Chávez rápidamente, ahora no cree que la MUD pueda tumbar a Maduro. La encuesta de Hinterlaces es significativa: 6 de cada 10 venezolanos cree que no habrá revocatorio este año y solo 3 piensa que es posible. A lado de eso, 82% cree en el diálogo para la solución de los problemas del país. Todas estas realidades habrán sido tomadas en cuenta por la MUD en sus debates de fin de semana, que algo de calor tuvieron, de acuerdo a pronunciamientos de algunos.

Ahora, no se puede comprender el fondo que reposa en el comunicado de la MUD si no se acude al análisis semiótico, a la lectura entre líneas. El análisis semiótico no es una simple lectura, sino una exploración de lo que existe de fondo de toda significación: sus raíces y los mecanismos que la sostienen. Algunos estudiosos ven la semiótica como una disciplina orientada a estudiar cómo funciona el pensamiento para explicar las maneras de interpretación del entorno, y de creación y difusión de conocimiento que tienen las personas. El análisis semiótico del comunicado revela que la MUD está tratando de generar una épica para la subversión, sin ella su conspiración no tiene destino.

Pensemos en Chávez: desde que salió a la palestra aquel glorioso 4 de febrero, se dedicó a implantar una épica popular que hiciera posible la subversión del orden constituido con la participación consciente, decidida y activa del pueblo. Ese designio hizo posible la gran epopeya de la Revolución Bolivariana. Nosotros escribimos un ensayo breve sobre el 4F titulado "4F: En el principio fue el verbo" (En el libro La palabra por ahora, edición del CENAL), donde precisamente presentamos un análisis semiótico del discurso de Chávez el 4F: 169 palabras, en menos de minuto y medio, que cambiaron la historia de Venezuela, al dar inicio a esa nueva épica popular que es el chavismo.

La derecha venezolana, sin talento, sin razones justas, sin liderazgo, está tratando de hacer lo mismo en su beneficio. A decir verdad, la tienen difícil, pero sin una épica para la subversión no pueden lograr sus objetivos.

Vea el lector algunas frases del comunicado:

"Esta es la hora del pueblo soberano, de ciudadanos movilizados, esta es la hora de los ofendidos, de los humillados, de los engañados y de los agredidos… La hora de los que hacemos colas interminables para comprar comida, de los que desesperamos por no encontrar un medicamento indispensable… La hora de quienes tenemos el dolor de llorar familiares asesinados por el hampa impune. La hora de las familias fracturadas porque sus hijos han tenido que irse del país… Esta es la hora de no aguantar más, esta es la hora del cambio".

En la épica (precisamente) campaña electoral de 1998, Chávez instauró la frase (como slogan de campaña o leitmotiv): "Llegó la hora" apuntalada con la coletilla "Esta es la hora del pueblo" ¿Acaso lo de la MUD es una copia o solo una coincidencia? ¡Vaya usted a saber!

Y también, en el comunicado: "Nuestra respuesta, la respuesta de todos los demócratas, de todos los sectores sociales consultados, no es entonces al Consejo Nacional Electoral, ni a sus jefes: Es a los venezolanos, a quienes tienen hambre de comida y de justicia, a quienes reclaman con urgencia por medicinas y por libertad, que estamos con ustedes, que esta lucha la daremos juntos y que el final de la misma se aproxima". Dentro de su intención de generar una épica contrarrevolucionaria, la MUD trata de insuflar un optimismo que hoy por hoy no existe en sus huestes, ya cansadas de corear "y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer". La verdad es que para la base social de la derecha, la múcura está en el suelo.

Sigue el comunicado: "… ahora les daremos una lección de grandeza y haremos todo lo que sea necesario para hacer cumplir con la Constitución y con el deseo de cambio de millones de venezolanos… La verdadera TOMA DE VENEZUELA se realizará durante esos tres días… Los días 26, 27 y 28 de octubre serán tres días de pueblo democrático en la calle cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución y la Ley… Es el momento de recordarles quienes somos: la grandeza de este pueblo palpita en cada uno de nuestros corazones porque sabemos que nuestras diferencias nos fortalecen, porque queremos ir a elecciones de forma pacífica, porque hemos enfrentado las peores tiranías y una y otra vez las hemos derrotado".

Por supuesto, es bueno recordar cómo la épica popular de la Revolución Bolivariana se nucleó alrededor de Hugo Chávez. En el caso de la MUD, uno de sus problemas es la pluralidad de no-liderazgos. A pesar de su esfuerzo por aparecer como unidos en el acto de Parque Miranda, las diferencias afloraron en los discursos. María Corina Machado quiso reforzar la táctica que busca crear una épica subversiva: "La salida del régimen es en 2016. No es en 2017, ni 2019, es en 2016… esta es la hora de asumir la desobediencia cívica nacional como un derecho… Es la rebeldía de ese pueblo en Nueva Esparta. El espíritu de Villa Rosa, que hizo correr al tirano y se esparce por toda Venezuela". Pero no dejó de apuntalar la propuesta de JJ Rendón que propone la refundación de la MUD: "Los venezolanos necesitan una Unidad de verdad, que acepte sus errores y aciertos, que sea plural e incorpore a todos los sectores de la sociedad".

También es notable la exigencia firmada por 15 partidos de a MUD (entre los cuales no figuran los "colonizadores" de la entente, Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática) de que se rechace las "condiciones impuestas" por el Consejo Nacional Electoral para la realización de la recolección de firmas del 20% del registro electoral. Los firmantes "consideran que el escenario propuesto por el Poder Electoral es adverso y viola la Constitución". El documento relativamente cismático es suscrito por las organizaciones políticas Alianza Bravo Pueblo, Copei, Fuerza Liberal, Gente Emergente, Izquierda Democrática, Moverse, Movimiento Republicano, Progreso Social, Proyecto Carabobo, Proyecto Venezuela, Unidos Para Venezuela, Unidad Noé, Unidad Visión Venezuela, Va Palante y Vente Venezuela.

La MUD se la está jugando completa: si fracasan en su intención de generar una épica subversiva y terminan el año tan de capa caída como están en este momento, se cumplirá el epitafio de JJ Rendón: "Lo que está ocurriendo decreta la muerte de la MUD… secuestró las voluntades de espacios, de intereses de la ciudadanía, ya solo convoca para marchar". La MUD parece no tener con qué, pero cuidado, la vida te da sorpresas.



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Néstor Francia


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