Por aquellos tormentosos años cuando Ramos Allup disparaba primero y averiguaba después, José Vicente se lanzó a una temeridad quijotesca para la época, candidato presidencial de la fragmentada izquierda, así llamada, pero término que nunca me ha gustado porque para mí lo de izquierdas y derechas es un hecho espacial de la tormentosa Revolución Francesa y, como bien pregona Dussel, que nosotros parecemos como embobados de eurocentrismo, en vez de identificarnos con nuestras propias raíces.
Todos sabemos que la generalización de los términos izquierda y derecha política provienen de la tormentosa Asamblea Constituyente resultante de la Revolución Francesa de alrededor del año 1790 en la que los diputados más conservadores de la monarquía se situaron a la derecha del Presidente de esa reunión; mientras que los menos bobos pero en verdad tampoco realmente revolucionarios, se ubicaron a la izquierda; eso es todo, nada o muy poco que ver con nuestra genuina realidad.
Estimo que en este mundo todo tiene que ver con todo, ¿que la verdad es relacional?, okey, de acuerdo pero vamos a usar el lenguaje que mejor nos defina porque hay mucho agazapao que se hace llamar de izquierda siendo que es rolitranco´e sinvergüenza.
No soslayemos que las palabras también forman parte de la realidad, ni tampoco que las ideas se corroen como el hierro a la intemperie, eso de izquierdas y derechas políticas a mí no me satisface, hay que ser más precisos en el lenguaje, por ejemplo, como el patriota Néstor Francia, que es un taco.
Digamos entonces que José Vicente fue, anticipadamente, candidato del chavismo, por no decir del bolivarianismo y, en consecuencia, fue atacado de mil formas pero una de ellas y que ahora evoco es cuando el partido de Claudio Fermín y, por supuesto, de Ramos Allup, AD, puso en circulación un afiche-montaje en el que aparecía José Gregorio Hernández con la cara de José Vicente escondiendo detrás un fusil.
Ah, ahora comprendo la astucia de José Vicente, se ha vengado poniendo en su programa una figura de San Martín de Porres con la cara de Claudio Fermín.
Pero que cada quien interprete a su manera, por carambola eso pudiese ser también una punta contra el nuevo Cardenal Porras ya que de Porres a Porras lo que diferencia es una simple letrica.
¿Ves cómo José Vicente se adelanta a los acontecimientos? Se parece a Néstor Francia pero con otro estilo. Ni el uno ni el otro irán seguramente al Cielo pero se dan el gustazo de combatir debidamente aquí en la Tierra, por lo que les pongo 100 puntos en la boleta a ambos, no obstante que a veces debo criticar uno que otro guabineo; mas, al caso, pongo el acento en lo positivo.