Trincheras de Ideas

La sórdida trayectoria política del golpista Julio Borges

El 5 de enero de 2017 fue elegido presidente de la maltrecha Asamblea Nacional el sempiterno golpista y corrupto diputado de la extrema derecha Julio Borges. Obedece ese nombramiento al acuerdo político hecho entre las organizaciones AD, P(in)J, Unete, v(im)p, entre otras, a partir de las cuotas políticas o votos alcanzados en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015. Curiosamente la primera presidencia del período 2016/2020 le correspondía precisamente al partido Primero (in)Justicia por haber obtenido mayor número de votos y, por ende, de diputados, que Acción Democrática, pero fue este partido el que se alzó con la presidencia de la AN, en la persona del sórdido, maniobrero y jurásico secretario general de AD, Henry Ramos Allupm que los vaipaceó.

La trayectoria política de Julio Borges, desde el inicio de la Revolución Bolivariana hay que ubicarla en su contexto de clase media a la que pertenece con ambiciones de trepar y llegar a escaños superiores en la escala social, para entender la espiral de sordidez, inmoralidad administrativa y corrupción, golpismo, traición al país, terrorismo que lo ha acompañado los últimos 18 años, es decir, el tiempo que lleva en el poder el binomio Hugo Chávez/Nicolás Maduro y el proceso revolucionario.

Muchos analistas políticos califican a Borges, al referirse a su origen social, como de un "blanco de orilla", categoría social que viene del período colonial donde los españoles y canarios de piel blanca, pero de una posición social baja, sin bienes ni riquezas, estaban entre los sectores socialmente excluidos pero eran utilizados a los fines e intereses del sector monárquico/colonial por el color de su piel y a los que servían de manera servil.

Julio Borges, un pequeño burgués derechista por excelencia, es uno de esos ‘blancos de orilla’, se alía con jóvenes políticos que son considerados como representativos de la "generación de relevo" de la oligarquía criolla entre los que se pueden considerar a Capriles Radonski, a Leopoldo López, entre otros, descarriados jóvenes que exploraron en extremistas creencias satánicas y configuraron grupos juveniles en prácticas perversas que en su momento fueron ilegalizadas como el grupo "Familia, Patria y Libertad" y que hoy practican el terrorismo como encapuchados en las guarimbas.

La alianza condujo a la búsqueda de fondos para crear una organización de extrema derecha con ribetes de organización social. Desde instancias de poder la señora madre de Leopoldo López, desde su privilegiada posición gerencial en Pdvsa, desvía fondos por millonarias sumas en sendos cheques a nombre de Julio Borges. Eso es historia más que conocida, Primero (in)Justicia se funda con dinero del Estado venezolano y ese dinero lo recibió Julio Borges, y el camarada Diosdado Cabello "refrescó" el sórdido caso en la propia Asamblea Nacional y mostró las copias de aquellos cheques. Borges casi muere de un síncope.

Pero ese principio marca el inicio deshonesto de los organizadores y forjadores de Primero (in)Justicia y dibuja su posterior trayectoria política y trapisondas que se expresarán en las actuaciones políticas irrespetuosas, provocadoras contra el gobierno revolucionario del Presidente Hugo Chávez, dirigidas todas por Borges y el dúo Capriles Radonski y Leopoldo López, desde aquel insensato hecho de llevar un arreo de cochinos y soltarlos en el seno de la Asamblea Nacional como "protesta" a las políticas gubernamentales. Aquella infamia formaba parte, como después se supo, del golpe que se gestaba en abril de 2002 en donde salió públicamente Borges, rodeado del séquito que conformaba la dirección del partido amarillo, pidiendo la renuncia del Presidente Chávez, la disolución de los poderes públicos y la derogación de la Constitución aprobada el 16 de diciembre de 1999.

Todos estos años han sido presentados los videos de aquellos graves hechos conspirativos contra un gobierno legítimamente constituido y que llegó al poder mediante una elecciones libres y democráticas, y si Julio Borges y los golpistas no fueron presos entonces como merecían estarlo y condenados a prisión por traición a la Patria, por conspiración con una potencia extranjera como lo son los Estados Unidos del Norte, fue gracias a la magnanimidad e ingenua generosidad del Comandante Hugo Chávez que exoneró de culpas a los golpistas del 11 de abril de 2002 pensando tal vez que la oligarburguesía podía rectificar. 7 meses después se lanzaron a una aventura mucho mayor con un golpe terrorista petrolero que le causó a Venezuela indecibles daños económicos y sociales, al punto que se tuvo que comprar gasolina en el exterior porque el sabotaje a la industria petrolera le hizo daños irreparables al complejo productivo.

Julio Borges y su partido campearon en aquellos meses del 2002 con su verbo subversivo, terrorista, su accionar abiertamente conspirativo, sus declaraciones por todos los medios de comunicación llamando al derrocamiento del orden institucional y, al final, salió indemne, ni fue juzgado ni fue preso y esa impunidad permitida por los órganos judiciales y el gobierno mismo alentaron en él y su grupo golpista proseguir en su accionar porque piensa que tiene patente de corso para hacer lo que le dé la gana porque sabe que nada le va a pasar.

Más recientemente, además de Primero (in)Justicia desconocer los poderes públicos, se enfrascó en un proceso golpista, impulsando en el año 2014 la llamada ‘Salida’, insurrección armada de grupos paramilitares asesinos a través de las guarimbas desde donde actuó su partido en alianza con el grupúsculo voluntad (im)popular, a la terrorista y golpista María Malinche Machado, al vámpiro Ledezma. Jornada piromaníaca, abiertamente terrorista y criminal por seis largos meses, telón de fondo de un develado golpe de Estado donde Julio Borges fue denunciado por la mercenaria y asesina intelectual de Danilo Anderson, Patricia Poleo de traicionar a un grupo de militares que iban a dar un golpe. Como colofón de la conducta golpista, subversiva y terrorista de Borges, el gobierno descubrió un plan elaborado por Borges y Ledezma para, en una criminal acción, intentar un bombardeo a la ciudad de Caracas. El plan subversivo fue debelado, fue preso Ledezma pero Borge salió indemne y todo el mundo se preguntaba ¿por qué, si fue descubierto en algo tan grave?

Vemos este 5 de enero de 2017 que fue elegido Julio Borges como presidente de la debilitada y boqueante Asamblea Nacional, esmirriada y casi disuelta institución después de la desastrosa gestión del fascista Ramos Allup. Un año enfrentada la presidencia y la directiva de la AN y no pocos diputados ultraderechistas a los poderes Ejecutivo, Judicial y Electoral, a los que no reconocen. Levantaron banderas misógenas contra todas las compatriotas que dirigen esos poderes, como una táctica antimujer que los aisló aún más de la población. Una AN convertida en un poder ejecutivo paralelo como parte de la estrategia golpista diseñada por el imperialismo yanqui y el aberrante y criminal gobierno de Barak Obama.

Julio Borges se pone al frente de una chueca, debilitada y desacreditada institución, que está en desacato, delito establecido por el Tribunal Supremo de Justicia por violar la Constitución Nacional, juramentar unos cuestionados diputados indígenas y sus actuaciones son nulas hasta que se reponga el estado de derecho en esa institución. Pero ¿cuál es la política que trae Primero (in)Justicia y voluntad (im)popular que ahora dirigen el derechista parlamento?

Reivindicar el estilo de Allup, darle continuidad a sus políticas y en vez de rectificar como se esperaba para estar a tono con lo acordado en la Mesa de Diálogo y corregir el peligroso entuerto hecho por Ramos que llevó a la AN ser declarada en desacato por el TSJ. Borges, empezando su mandato, tomó en sus manos el hacha de la guerra que le entregó el saliente presidente y lo primero que planteó fue hacerle un juicio al Presidente Maduro, es decir, abre el año declarando la guerra al Estado, al Presidente, al mayoritario pueblo chavista. Por si fuera poco, el terrorista vicepresidente de la AN recién elegido, el ultra derechista Freddy Guevara, rompió sus lanzas y fijo claramente la posición del grupúsculo que dirige de no aceptar una sola decisión del TSJ, llamar dictadura al gobierno revolucionario y democrático del Presidente Maduro y, como Tarzán de los monos, enfrentarse solo al mundo. Un diputado que hace rato esta hediondo a cárcel por su conducta golpista.

¿Tiene realmente la ultra derecha fuerza organizativa, influencia de masas y las fortalezas que pregona un disminuido Radonski para "tomar la calle"? Ilusiones. Pura paja.

Baste mirar la cadena de derrotas políticas, sociales y militares que el movimiento popular y revolucionario y el Gobierno, le propinaron en el recién concluido año 2016. Caracas no fue tomada, Miraflores no fue asaltado, el millón de presuntos movilizados el 1º de septiembre se redujo a 30 ó 40 mil personas. Se puso en evidencia, por si fuera poco, los enfrentamientos, antagonismo y divisiones en el seno de la mud. Las aspiraciones electoreras en este año electoral (elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores), minan el cuerpo de los partidos y grupos derechistas tumban el discurso altisonante y ultroso de Borges y lo ponen como lo que es, un bocón, amarillista con ínfulas de gran cacao.



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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