Ojalá el señor Uri Geller Borges y demás dirigentes de la MUD hagan un alto en su alocada carrera por el camino de la violencia destructiva y sangrienta para avenirse a las vías de la democracia participativa y protagónica.
Ojalá, repito, ojalá; pero esa gente es irreflexiva y racista; ellos son venezolanos porque nacieron sobre nuestro suelo patrio pero lo más importante, la moral patria, les es ajena, por lo que es ilusorio pensar que se devuelvan hacia la paz tan necesaria e indispensable para los desarrollos democráticos.
Nosotros no perdemos nada con seguir con la mano tendida hacia ellos a objeto de invitarlos a respetar al pueblo trabajador, pero, a sabiendas de que ellos son irrecuperables; mas, ¿quién quita un rayo de luz en lo oscuro? ¡Se han visto cosas!
Aquí cabemos todos, pero, en paz; el referido señor Uri Geller en desacato y lechugino petimetre y lepidóptero, debería -por sí las dípteras- proponerse al menos una buena acción en subida porque cuando le toque bajada hacia la VI Paila, será tarde para el arrepentimiento; después de clavo pasao no vale santa lucía.