Andrés Velásquez, el día anterior de las elecciones, es decir el sábado 14, contando los pollos antes de nacer, denunció a la prensa que la Gobernación de Bolívar estaba siendo desmantelada. Esas declaraciones me hicieron recordar algo que me contó alguien quien ahora apoyó a Velásquez. Me confesó ese amigo adeco, para más señas, que cuando Velásquez y los suyos perdieron la gobernación se llevaron cuanto pudieron cargar. No se llevaron los ordenadores o PC pero si los discos duros, hablando del área de computación; si era sólo por sabotear bastaba con borrar la información, pero no, se llevaron el chivo y el mecate. Es decir, Velásquez, fundamentándose en su experiencia dijo que los chavistas estaban haciendo lo que ellos, los de Causa R, antes hicieron. Pero resulta que las cuentas no le salieron bien. Hizo la denuncia por adelantado y sin verificar nada, simplemente se fundamentó en lo que él y los suyos antes hicieron. Para influir en el electorado dio esas declaraciones, según las cuales, de antemano se declaraba vencedor.
Cuando Ramón Martínez ganó las elecciones de Gobernador del Estado Sucre, el entonces en ejercicio y también candidato perdedor, Eduardo Morales Gil, militante de AD y, en consecuencia, subalterno del todopoderoso Luis Alfaro Ucero, acudió apresuro ante la presencia de éste, a quien mal llamaban "el caudillo", en solicitud de consejo y línea para el qué hacer.
Para quien ejercía el cargo de primer gobernante regional por mandato del partido AD, en una región que habían catalogado como coto suyo, algo más que un bunker, aquellos resultados electorales inusuales, le dejaron en suspenso y como en blanco. Y esto último no por el color sempiterno de la tarjeta del partido, sino por la conmoción cerebral derivada de aquel estremecimiento o movimiento telúrico.
Lo que menos podía imaginarse un jefe adeco era que alguien les ganase unas elecciones en aquel Estado oriental, del cual se creían hasta como dueños. Y era tanto así que, cuando a Morales Gil, blanco de la tez, de sombrero blanco, zapatos de lona blanca y guayabera del mismo color, con mansedumbre, taciturno y tembloroso, se puso por delante del Jefe Civil del partido y a éste comunicó que el CNE estaba dando cifras según las cuales perdían los comicios, aquél dio no un consejo, sino una orden tajante: ¡Mándalos para el carajo!
Por supuesto, el gobernador sucrense no pudo cumplir aquella orden porque el poder del caudillo nacido en Maturín y uno de los últimos dinosaurios entre los fundadores de AD, estaba mermando y ya el país venía en una de cambio y de desechar los viejos procedimientos y porque Morales Gil tampoco era hombre de prestarse para aquello. No tardarían mucho los adecos en mandar para el carajo al propio Alfaro Ucero, su caudillo, viendo la candidatura de Chávez subir como la espuma, para apoyar a Salas Romer. El propio Antonio Ledezma, quien fungía como su recoge bates y hasta mandadero, se le alebrestó y estuvo entre los que aquello hicieron.
Pero Andrés Velásquez, pareciera cierto que, cuando compitió con Caldera y ganó, según él, los suyos y mucha gente, nunca me he creído eso, fue mandado al mismísimo carajo y los reclamos de los suyos, porque él poco dijo, no sirvieron para mucho. Según cuentan, no sé si es cierto, porque es muy frecuente que Radio Bemba en Venezuela diga esas cosas, cuando le mandaron al carajo lo hicieron con todos los gastos pagos o "cubridos" como decía aquella señora secretaria de Lusinchi, a quien Piñerúa, en poco galante forma de tratarla, la mandaba al carajo llamándole la "barragana". Ahora mismo, el lunes pasado, cuando todavía no se sabía el resultado en Bolívar, Diosdado Cabello volvió a hablar de eso y hasta dijo que Velásquez se apersonó ante CAP para denunciar a quienes conspiraban contra él y por ello, los alzados el 4F, llegados al poder en 1998, le dieron el mismo trato de cuando acordó dejar "las vainas hasta allí" en relación con el triunfo de Caldera. Según Cabello, entonces la razón por la cual Chávez mandó a Velásquez, quien estuvo comprometido con ellos en lo del golpe del 4F, al carajo, fue por delator.
¡Vueltas que da la vida! Ahora Velásquez fue candidato de AD, COPEI y sus "derivados", como solía decir Chávez, por la gobernación de Bolívar. Pero no fue esta la primera. Lo fue antes en la misma entidad, Bolívar y luego en Anzoátegui y en todas esas intentonas le mandaron al carajo; sólo que en esas oportunidades lo hizo el votante.
Pero esta vez, Velásquez se alzó y habla de desconocer los resultados. Claro, ahora hasta pudiera tener razón, por lo menos de reclamar o ejercer el derecho de pataleo, en vista del margen tan estrecho de unos mil y tantos de votantes. Por cierto, este resultado, estando de por medio un candidato perdedor, que para no decir mucho se llama Andrés Velásquez, debería llamarle mucho la atención a gente como Iris Valera, quien a nuestro parecer, juzgó con demasiada ligereza lo que pasó en Táchira.
Pero a Velásquez, el CNE, escrupuloso en eso de contar los votos, Ramos Allup quien reconoce que, a partir de cierta hora de la tarde del domingo percibieron que muchos de sus votantes habían decidido quedarse en sus casas por sentirse engañados y hasta abusados, Henry Falcón al decir "simplemente perdimos, así de sencillo" y la política, ya que en esta actividad nada le queda por buscar por carecer del talento y plante necesario, lo mandaron para el mismísimo carajo.
Pero ahora mismo, Velásquez al parecer procede a introducir un reclamo al CNE, para que este organismo recuente los votos, pues la diferencia es tan escasa que, en cierto modo parece justificado su reclamo, pero VP y PJ, al declarar todo el proceso ilegal y producto de un mega fraude, lo dejan solo en su reclamo que no es más un mandarlo al carajo como hicieron los cuatro gobernadores adecos que ya se juramentaron ante la ANC. ¡En la MUD, "cada quien jala pa´ su lao!".