"Antes de embarcarte en un viaje de venganza,
cava dos tumbas"
Confucio
Se me ocurrió decirle a un adeco; amigo de toda la vida a pesar de las divergencias políticas: ¡explotó la MUD, y Maduro sigue duro! Reaccionó sin alterarse, con una expresión propio de los larenses: ¡Ah mundo, que se puede esperar de los desesperados, cambian de caparazón, pero no de ideas, y siempre cargan la mala intención! Esa, ha sido la realidad en estos 18 años del proceso bolivariano, por parte de la oposición; han venido fracasando en todos los intentos por tumbar al gobierno, y luego se aparecen los mismos dirigentes ,agrupados en nuevas organizaciones para arrodillarse frente a los gobiernos estadounidenses; los recargan de odio, y nuevamente sin la más mínima vergüenza salen a pedirle votos a un pueblo, golpeado por una guerra económica sin precedente, por demás brutal, el cual, ellos han creado, y siguen inflando, sin importarles las consecuencias.
No pueden esconder la desmoralización, después de dos soberanas "palizas" electorales, en menos de tres meses–la constituyente, y las elecciones de gobernadores– el cual los dejó, más adoloridos, y atormentados que el personaje de la leyenda del "silbón", el mismo Juan Hilario ¡no me dejen solo1 ¡no me dejen solo! Por todas partes, lo que se escucha es dime y diretes entre los más destacados dirigentes opositores; no se quieren ver, ni GUARIMBIANDO, y si en verdad las arrecheras demostradas, no son simples "payasadas", estamos en presencia de una debacle en las filas de la oposición, aunque sabemos, que al final los veremos, dándose las manos, porque tienen un amo muy poderoso–el imperialismo– al cual le obedecen, como verdaderos corderitos, y basta una sola llamada, para entrar en el corral.
La torpeza de la derecha venezolana, está a la vista de todo el mundo, no solamente a la hora de participar en los procesos electorales, si no en las presentaciones antes los medios de comunicación; cada momento dejan ver sus contradicciones, frustrando a sus seguidores en medio de tantos engaños, para terminar aislados. Tan es así, que el gobernador, recientemente electo en el estado Zulia–guarimbero de profesión– convocó a una marcha, como protesta antes el llamamiento de la Asamblea Constituyente, al juramento de ley, y prácticamente hizo el ridículo –sin empezar a gobernar– al querer regresar al pasado reciente con las fulanas guarimbas, en contra de los deseos, y anhelos de la inmensa mayoría del pueblo: la paz.
En cada proceso electoral, a pesar de la grave situación económica, el Presidente Nicolás Maduro, demuestra el temple necesario, para seguir toreando las embestidas de una oposición con una sola meta: llegar al poder por la vía de la violenta. Los fracasos, cada día son más traumáticos, y por eso han caído en una desesperación, lanzándose dardos envenenados. Nadie los acompaña, y solamente la alharaca internacional, los mantiene con cierta sintonía. Parecen una jauría de lobos, demostrándose los dientes; nadie les cree, y empiezan a sentir el desprecio, por parte de sus mismos seguidores, como pago al engaño.
Por eso, mientras el Presidente Nicolás Maduro, se encuentra enfrentando los problemas en medio de una situación nunca vista; de la otra parte no cesa la verborrea cargada de odio. No tienen otra alternativa; caso contrario es abandonar la lucha, y estamos seguro, que no van a desistir, porque tienen que justificar el pago por parte del imperialismo, pero, ahora con la desventaja: tienen un pueblo armado de consciencia, lo que le ha permitido hacerles frente a todas las adversidades. Todos los intentos por sacar a Nicolás, han fracasado, y los voceros de dichas acciones, se encuentran totalmente desprestigiados, y solamente el poder de los medios, les permiten mantenerse en la palestra pública, como loros enjaulados. Con toda razón el sacerdote católico, Vidal Atencio, expresó: "Alguien que quema una ciudad y hace actos terroristas como lo hizo la oposición venezolana, no se merece el respeto de un pueblo".