En su programa radial “Golpe a Golpe” de la mañana de hoy, Fusto Masó y Roberto Giusti comentaron el discurso del Presidente Chávez ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas. Giusti reconoció la gran capacidad histriónica de nuestro presidente y Masó resaltó la habilidad de Chávez en el manejo de la palabra. Al darse cuenta que estaban hablando bien del Presidente, comenzaron a hacer comentarios ridículos. Al quedarse sin argumentos, empezaron a comentar la transmisión y la reacción de algunos funcionarios estadounidenses. Masó afirmó que una manera de mostrar el poco interés de la Casa Blanca y el Departamento de Estado en las declaraciones de Chávez fue que escogieron a un negro como vocero para que hiciera algunos comentarios. Unos minutos después, Giusti comento que había muy poca gente oyendo el discurso de Chávez y que en las cámaras sólo mostraron a unos cuantos negros aplaudiendo. Con esos argumentos pretenden desvalorizar el impactante discurso de Chávez ante la Asamblea General de la ONU.
Las opiniones de Fausto y Roberto son representativas de la manera de pensar de un sector muy numeroso de la clase media venezolana. El racismo no es un mito, existe y los periodistas de la oposición lo divulgan casi a diario. Recordemos la manera como se burlaron de Mugabe en el programa Aló Ciudadano en Globovisión. No es sólo que se quedan sin argumentos convincentes para rebatir las ideas de Chávez y su fuerza para decir verdades, sino que son racistas de verdad y se les sale inconscientemente. No nos caigamos a cuentos, el pretender desvalorizar la intervención de Chávez en la ONU argumentando que el Gobierno de Estados Unidos respondió con unas declaraciones dadas por un funcionario negro y que a Chávez sólo lo aplaudían una banda de negros en la ONU es recurrir al racismo como artefacto discursivo.
Venzamos al racismo, opongámonos a los racistas con acciones y votando masivamente el próximo 3 de diciembre. Contra el racismo, diez millones de votos.
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