¡Hola compañerito del alma! ¿Cómo está la vaina por esa Venezuela a la que añoro tanto? Veo que te has metido de frente en la campaña y que sales en la prensa y las televisoras de nuestros amigos reiteradamente. Carajo Rosales, perdona la vaina, pero he gozado un puyero con la mamadera de gallo que te tienen porque al aparecer no eres muy ducho en el arte de hablar y te equivocas muy a menudo, dándole identificación a las vainas que no son. Pero no importa compañerito. Nosotros los adecos somos cómo dijo Rómulo “putañeros y perspicaces”. Yo estoy bien aquí en la tierra de Santander y de nuestro amigo Uribe.
Claro que deseo estar en mi pueblo, bebiendo “cosecha 18” y acompañado con aquellas carajitas que nos presentó Carlos Andrés aquella noche en Macuto, ¿te acuerdas? Ellas me vienen a visitar dos veces por semana y tengo que mentirle a la mujer mía, que es una cuaima bien berraquera, como dicen aquí en Colombia. Ellas me esperan en el “Toronja” que es bastante reservado. Caray, compañerito me hace falta que estés en el Zulia, pues desde que te fuiste a la campaña no he podido ir allí, aunque López Sisco me dice que puedo entrar y salir cada vez que me dé la gana, por el “camino adeco”porque él es el que manda en la policía. Ayer me comuniqué con la gente de María Corina, quien está dispuesta a desestabilizar el país con todos los hierros, porque a Chávez tenemos que montarlo en la “caja de fuego”. Ella ya recibió los dólares de mister Walter de la venta del “material” que yo le envíe desde Santa Marta. Es una suma respetable, Manuel, para que la inviertas bien y recuerda que a esos carajos que van a fomentar los peos no se les debe pagar más de lo acordado.
María Corina es una mujer bien arrecha. Dice que “se caga en la democracia con todos sus revolucionarios, desde Altamira a la Lagunita y parte de los “desdentados”. Esa mujer es una vaina Manuel. El padre Velazco, decía que en vez de dos “lonjas” tenía dos bolas, aunque a decir verdad ella nunca ha visto a un cerro de esos arrechos. Ahí sí creo que se le mojará el carburo. Bueno échale bolas, que si no ganamos por los votos, ganamos por el imperio. Te sugiero que estudie bien lo que vas a decir, porque parece que esos discursos te los escribe es el bembón de Manuel Cova y tú sabes que esa “negritud” no tiene vida, son unos torpes. Manuel, yo cada vez que me acuerdo del Negro Cova vestido con aquel chalequito de mesonero escocés en el Meliá, me cago de la risa, pero tú sabes que él es un negro sumiso y de allí a que vaya a ocupar un espacio en nuestro sociedad hay bastante trecho. Habla con “pilarico” lo de la fomentación de peos, porque tú sabes que yo a ese carajo no lo paso ni con agua de azúcar. A mi nunca me han gustado los payasos, menos sin son tan estúpidos. Claro Manuel, una vaina son las carajitas y otras las ridiculeces.
Carlos Andrés y Lusinchi están malos de salud, ayer mes comuniqué con ambos, y creo que la muerte los está acechando. Lamento decirte que dentro de poco tendremos una noticia sobre la defunción de uno de ellos. Blanca Ibáñez ahora anda con “monigote” montándole los cuernos al borrachín ese, que no hace más que vivir del recuerdo de cuando la conoció en el Imperial y dale a moquear y a llorar como un mismo idiota. Dale pa´ lante Manuel, que cuando alcancemos el poder nos vamos a desquitar de todas las vaina que nos ha echado Chávez y sus “desdentados” con su fulana revolución. Suerte Manuel y no desmayes. Ah utiliza más a menudo a la Negra Ascanio, que ella es fácil de manejar, como todos los negros, pero no vuelva a cometer la falacia de estar dándoles besos. Recuerda que ella sufre de esa vaina que sale en la piel y que eso se pega. Cuida tu salud.
Te recuerdo con aprecio, Camona Estanga
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