La cabra tira al monte pero para esta vez no aburrir con el sempiterno caliche sino trascender, a propósito de la instalación anual de otro período de sesiones en desacato, la espuria Asamblea Nacional pudiese desnudarse en pleno, en pelotas, y, en cambote, danzar el trencito en vez de entrerreñir como es su inveterada costumbre, es decir, como borrachitos disputando una botella vacía.
Tal hipotético evento pudiese llevarse a cabo como una fiesta de carritos chocones y lo que Walter pudiese denominar como una noticia en pleno desarrollo y por añadidura citar que en todas partes siempre hay una cámara.
Aunque R Mamut sea -no se le puede quitar – un diputado la mar de divertido dada su elocuente prosopopeya, de seguro que el o la diputado o diputada que le preceda estaría fuñío o fuñía.
Nada raro sería que el citado acontecimiento sucediese durante la instalación de la nueva directiva de tal parapeto -ANED – puesto que ahí ya ha habido una que otra exhibición de desnudismo pero aunque sin mayor trascendencia, de ahí lo de cabra antes citado.
Es tan fácil como necesario entrar al carril de la normalidad legislativa, más difícil es salir de ella, de la Constitución Nacional; mas, sin embargo, esa furibunda oposición sigue empeñada en no querer, dar pie con bola, por lo que es de esperar que con el posible destape obre el milagro ahora de dar bola con pie o acaso bola con otra cuestión.
