Juan Guaidó ¿interino o pepa asomado?

"Pueblo que me escucha,

Artista: nombre que se dan muchos artesanos.

aquí me tienen delante de ustedes

y ustedes delante de mí y es una verdad

que nadie podrá desmentir".

Y ahora me pregunto yo ¿Y por qué estoy aquí?

Mario Moreno "Cantinflas"

 

La oposición es un verdadero laboratorio de ensayos en eso de producir candidatos presidenciales para el mercadeo. Los vienen presentando de acuerdo a su raquítico inventario. Por mucho que buscan, no consiguen, y cuando sale alguien, es tan desconocido, que de tanto maquillaje, y ofrecimiento, terminan confeccionando un androide, para después echarlos en el cesto de la basura. No es simple casualidad, la aparición de Capriles Radonsky, Manuel Rosales, y ahora el "pichoncito" de Juan Guaidó, escogido por los zorros viejos de la asamblea nacional para echarle una vaina de golpe y porrazo: primero nombrarlo presidente del organismo en desacato, llenándole su enmarañada cabecita de ilusiones, para finalmente empujarlo a sentirse, como el Presidente "interino", sin decirle: "Compañero: siéntese cómodo, porque se va cansar de tanto esperar para llegar a Miraflores"

Nos podemos imaginar las incontenibles carcajadas de Ramos Allup–el más longevo de la partida–cuando escucha al que se cree el nuevo protagonista de la película, con un currículo tan pobre,–políticamente hablando– que apenas sirve, como un punto de referencia, pero al ser un pieza para probar–como dicen los mecánicos– no importar que ruede por un barranco, y después lo dejen en el olvido, rumiando su vergonzosa osadía de prestarse para hacerle el juego a los eternos enemigos de la patria.

La presentación de Juan Guaidó, es la continuación de la bufonada de la oposición, y nos estamos acostumbrando a reír en medio de estas falsas actuaciones, por cierto muy peligrosas, pero en medio de estos atentados a la paz, el pueblo participa con sus risas, y comentarios, como uno expresado en un barrio por un vendedor ambulante, al hacer la comparación después de la juramentación de Maduro, con el interino: "No sé de dónde salió ese Juan; mientras Maduro no comió coba, ni se le enfrió el guarapo. No queda otra, sino apoyarlo"

Es cierto el Presidente Nicolás Maduro, demostró, y ratificó el 10 de enero, a las doce del mediodía, la firme decisión de cumplir la tarea encomendada por el Comandante Chávez; la carga entre ceja y ceja, al no inmutarse al expresar con la voz firme: ¡Juro por mi vida! Estremeciendo a más de uno, entre ellos a una señora, quien en pocas palabras lo dijo todo: ¡Las tiene bien puestas! Mientras por el otro lado, los secuaces de la oposición, y de Donald Trump, arreciaban el canibalismo contra nuestra economía, abriendo la página (dólar today) para atormentar y asustar a un pueblo, con el acostumbrado aumento, el cual han convertido en una verdadera guillotina.

¿Qué le espera al señor Juan Guidó? La paciencia de una parturienta, pero sin fecha definitiva. A apenas comienza en las lides políticas y su primera actuación "destacada", es de una minúscula marioneta en un momento muy difícil de nuestro país; con solamente verle la cara a los acompañantes en la tarima del cabildo abierto, entre ellos: Zambrano, y uno con la cara parecida a Napoleón Bravo– o el mismo, que dijo: ¡Tenemos nuevo Presidente!– nos da una idea de la mediocridad del orador, y no es raro, que los mismos de siempre–la cúpula– hayan expresado: ¡Con este, no vamos a pasar ni cerca de Miraflores!



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Narciso Torrealba


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