"Ningún gobierno debería mantener
encuentros formales con terroristas
porque supone legitimarlos."
David Trimble político norirlandés
El descaro del gobierno estadounidense no tiene otro Guaidó. Ahora inventaron una cumbre antiterrorista, y el invitado especial hace poco se dio la mano en suelo colombiano con un grupo de narco-paramilitares de la peor calaña, adiestrados para cumplir la función de matar, siempre que el encargo sea bien remunerado. Nadie se puede asombrar por esta actitud rastrera, y totalmente falsa de la llamada (CUMBRE ANTITERRORISTA) el cual no es más que, ratificar el frente ANTIMADURO, después de los continuos fracasos de cuanta operación pone en práctica el imperialismo con el mejor servil, que han podido conseguir en los últimos años.
El historial de actos terroristas planificados o avalados por los gobiernos estadounidenses es alarmante. Con solamente nombrar el perpetrado al avión de cubana de aviación (vuelo 455) el 6 de octubre de 1976, con un saldo de 73 personas muertas, es más que suficiente para comprobar la manera de actuar, de quienes pretenden dar clases de seriedad, cuando tratan de ocultar los crímenes y masacres. presentando, como argumentos la lucha contra el terrorismo.
Los autores intelectuales, y directos de esta macabra acción, fueron hospedados y protegidos por los gobiernos estadounidenses, hasta el día de sus muertes. De nada valió la exigencia del gobierno cubano, al reclamar la entrega de estos miserables asesinos. Sin embargo, no dejan de tildar de terroristas a los que levantan la voz, reclamando sus derechos, y justicia antes los atropellos; por eso a nadie debe sorprender el trato brindado por el gobierno colombiano a Guaido, por orden de Pompeo, quien no deja de pompear al momento de referirse al gobierno de Maduro.
El anfitrión de la cumbre Iván Duque, ha venido haciendo un binomio perfecto con Guaidó. Son tantas las coincidentes en sus intervenciones, que parecen dos gemelos en los brazos de una madre amamantando. Se saben el libreto de memoria, lo demás es montar el "show", como el que está en proceso en Bogotá, pero a pesar, de la acostumbrada parafernalia mediática, todo parece indicar, que va a pasar, como un acto más de provocación del gobierno estadounidense, contra el gobierno venezolano, en sus intentos por derrocar al Presidente legítimo Nicolás Maduro Moros.
El que no tiene la razón, siempre cae en contradicciones, y por cualquier lado se le ve la falsedad. La visita del autoproclamado a suelo bogotano, nos dice claramente: el berenjenal en el cual se ha metido, y no es fácil zafarse–tan parecido a los que hacen el papel de mula– tiene que seguir adelante, y escuchar de manera obediente cualquier orden de Trump, y su camarilla. Los millones de dólares vertidos en las manos de Guaido por los gringos, no son para comprar celulares, y darse la "dolce vita", por esos a escasos días de haberse proclamado, como un perfecto traidor, y saqueador de los bienes del país en el exterior, sus empleadores lo mantienen en la mira.
Todos sabemos la suerte que corren, los que traicionan al imperialismo. Pero, además, están los que siguen haciéndole frente a las ruedas de la historia, y se caen por su propio peso. La lista es larga, y ni siquiera por referencia son nombrados. No es casualidad en estos momentos la reunión en Bogotá. La convocan para luchar contra el terrorismo, pero invitan a un convicto y confeso; para terminar, anunciando maniobras militares conjunta entre colombianos, y gringos, cuando tienen años en esa convivencia; sin poder ocultar el propósito claro y preciso de la cita: salir de Maduro, a como de lugar, incluso con el asesinato.