"Pero más abominable aún
que los imperialistas son los hombres
que se entregan vendiendo y a veces regalando
por monedas o por sonrisas
la felicidad de sus pueblos".
Evita Perón
Es difícil conseguir un personaje del que se haya escrito tanto últimamente, como del títere Juan Guaidó. El hombre sale y entra del país, sin dejar huella, y apenas llega a Colombia cambia de rostro, asumiendo posturas propias de los adolescentes en estado de excitación con un celular en la mano: ¡Rápido pone en práctica el selfi! Parece que se olvida de todo el daño al país, para coincidir o imitar a su jefe Donald Trump, a quien un grupo de psiquiatras lo han señado de padecer de serios problemas de salud mental. Las fantocherías del interino sobresalen, hasta en el modo de caminar, como aprendidas en una escuela de modelaje exclusiva para fabricar estas piezas, con tanta fidelidad y sumisión a su jefe, que al final actúa, como un perfecto autómata.
1-Las ocurrencias y discusiones provocadas por este actor de la política son muy variadas. En días pasados, después de la procesión de la (DIVINA PASTORA) un señor, me contaba que fue a pagar una promesa ofrecida a la patrona de los larenses; cuando se encontraba caminando bajo el sol abrazador, de golpe se apareció Guaidó, y apenas lo vio se le acercó para decirle gritándole para que lo escuchara: ¡Amigo, en verdad usted tiene cara de Presidente, pero nadie le cree! Y siguió caminando, como sí, él, era lo más importante de la concurrencia; casi se creía el divino Guaidó.
2- En una reunión se encontraban un chavista, y un opositor, quienes cada momento se juegan sus chanzas políticas–sin pasarse de la raya–acompañados de otros parroquianos en una tranquila conversación, cuando de pronto se prendió una discusión sobre el aguinaldo dado por el Presidente Maduro, a un número importante de venezolanos con la criptomoneda PETRO. El opositor para variar, empezó a criticar la idea del mandatario, diciendo que les habían dado un obsequio invisible; no había terminado con los reproches, cuando el chavista aprovechó el momento para tirarle una en el mero centro de la discusión: ¡Lo que pasa, es que tu presidente Guaidó, les dio el aguinaldo en dólares, y por eso no le para bolas, ni valoras al de Maduro! Las carcajadas disolvieron la tertulia.
3- Un joven, se hizo presente en una reunión, y cada momento presumía, pero no sabían el motivo. Un compañero de estudio y de trabajo, se quedó observándolo para finalmente dirigirle la palabra: "Cada día te me pareces más a Guaidö," esto le bastó y sobró para que el muchacho se sintiera, como en las nubes, pero al ver algunos de los presentes con una sonrisa media burlona, le preguntó al amigo: ¿por qué dices eso? La respuesta lo puso en su sitio: ¡sí, sigues así, vas a terminar haciendo el papel de gafo, creyendo que te la estás comiendo!
4- En una pequeña reunión bajo una sombra, que servía para medio protegerse del inclemente sol del mediodía, escuché a un señor, confesar de manera muy responsable: "Por momentos abrigué esperanzas con la oposición venezolana, pero ha terminado totalmente decepcionado por la cantidad de marramuncias para adueñarse del poder, sin importarle a quien le venden el alma". A medida que iba hablando parecía desahogarse, despertando más interés en los presentes: "En mis años de vida, he oído hablar tantas veces del imperialismo, que me parecía una habladera de paja de los militantes de izquierda, pero ahora apareció Guaidó, y me aclaró todo. Está actuando, como un verdadero saqueador apoyando a los gringos, y todavía mucha gente no se da cuenta. Mientras lo sigan cuidando, como un bebe se sigue inflando, hasta que exploté y después lo espantan, como un perro sarnoso. La táctica del imperialismo es tomar lo que está a la mano para imponer su dominación"