"La vida te da sorpresas
sorpresas te da la vida ay Dios"
Canción Pedro Navaja
Ni el mismo Rubén Blades, se imaginaba las sorpresas que da la vida, cuando escribió la canción "Pedro Navaja" para después resbalar en el lodazal de los dólares, en la comodidad brindada por el imperialismo a todos aquellos, que como él, pasaron a formar parte del escuadrón utilizado por los gobiernos estadounidenses para socavar la trinchera de la dignidad de mujeres y hombres, al tomar consciencia del peligro que significa caer en las garras de un gobierno, como el de Donald Trump, fiel representante del gran capital. Esperar lo contrario es despertarse desesperado viendo al cielo, después de haber soñado con una lluvia de dólares.
No es el primero, que tira el ancla, ni será el último. En el camino de la lucha por un proyecto latinoamericano, que responda a los intereses de las grandes mayoristas se consiguen toda clase de sabandijas, sin ningún grado de pudor; nombrarlos es perder el tiempo, pero es necesario destacar el bajo comportamiento de estos personajes, cuando empiezan a sentir la marea con la bravura capaz de dislocar cualquier embarcación por muy pesada que sea.
El pistolero Donald Trump, ha conseguido en nuestro país las piezas necesarias para crear una verdadera tormenta. Desde personeros que han pasado por el gobierno, con más penas que glorias, y algunos de ellos los recuerdan por sus voluminosas figuras, pero no dejan de aparecer con declaraciones tan parecidas al jefe de la Casa Blanca, que muy pocas personas pierden su tiempo en leerlas. No sorprenden a nadie, por lo tanto, no les queda, sino hacer el papel por demás indigno, quedando a la vista de todo el mundo, como los verdaderos tránsfugas, y donde llegan los ven, con el desprecio que se ganan los traidores.
El tiburón sigue asechando en el caribe, y su vocero hace rato hizo las paces con sus manejadores, perdiendo un grupo bastante importante de admiradores que se deleitaban al son de sus creaciones, porque además significaban mensajes para repetir en la lucha antimperialista. ¿Qué hacemos con el mensaje de la canción PLASTICO? "Oye latino oye hermano oye amigo/Nunca vendas tu destino por el oro ni la comodidad/Nunca descanses pues nos falta andar bastante/Vamos todos adelante para juntos terminar/Con la ignorancia que nos trae sugestionados/Con modelos importados que no son la solución" Le dejamos este mensaje a quién; tenemos que seguir el camino de la dignidad y olvidarnos de su autor, porque sencillamente no estaba en ese momento viviendo la verdadera realidad de los oprimidos de la tierra.
Con toda razón una humilde mujer, a quien le brota por los poros lo guapachosa en su época de moza, pero no deja de echar un pie al son de una melodía de Rubén Blades, cuando se le presenta la oportunidad; repetir con la voz de una persona convencida de lo que dice: ¡Desde el momento que Blades largo la toalla, no creo en los mensajes de compositores, que terminan viviendo en la casa del imperialismo! A cada instante la señora, parecía prepararse para bailar, sin dejar de cuestionar la actitud del salsero panameño, para finalmente lanzar un verdadero puntillazo ¡Blades es más traidor que Guaidó, porque este, es, un muñeco mal hecho, pero Rubén tenía el mensaje para despertar las piedras!
La mujer se marchó con la frente muy en alto, haciéndome recordar un pensamiento del escritor y militante revolucionario, el apóstol de la revolución cubana José Martí, cuando visitó a Venezuela, y lo primero que hizo fue ir directamente a la plaza Bolívar de Caracas para exclamar: ¡Hasta hermosos de cuerpo se vuelven los que pelean por ver libre a su patria! Seguirán apareciendo los traidores lavándose las caras, para no parecerse al autoproclamado, como si hubiesen nacido en el preciso momento del Comandante Chávez, entregándole la bandera de la dignidad a Nicolás Maduro, quien sigue demostrando el temple necesario para seguir enfrentando la marea, representado por el imperialismo estadounidense con un desquiciado, como Donald Trump; porque Guaidó tendrá que inventar una al estilo del premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, y aun así, nadie le cree por lo servil y arrastrado.
