Para María Corina, Ledezma y Abrams ¡se rinden o mueren!

"Yo no amo la espada porque tiene filo,

ni la flecha porque vuela,

ni al guerrero porque ha ganado la gloria.

Sólo amo lo que ellos defienden"

J. R. R. Tolkien

En medio de la comodidad que les brinda sus posiciones económicas, estos tres acelerados y delirantes peones de Trump, se explayan con su continua verborrea, para finalmente coincidir en el mismo macabro propósito: un genocidio para Venezuela por la vía que sea. María Corina, y Antonio Ledezma, viven obsesivamente pensando en una intervención militar contra nuestro país, y a lo mejor se encuentran haciendo sus ejercicios militares, como cualquier miliciano bolivariano. Por su parte Elliot Abrams, empezó hablar del surrealismo mágico de García Márquez, dándosela de un "buen" bibliófilo, para apartarse de la manada, y de esa manera tratar de quitarse el lastre incrustado en su cerebro al ser uno de los promotores de tantas muertes.

Los dos "angelitos" venezolanos, cuando hablan pretenden cambiar el decorado, pero las intenciones son las mismas. Mientras el representante gringo, sale de la misma caverna, y supuestamente desecho el intento de incursión armada, pero ahora prometió arreciar el férreo bloqueo en todo lo que tenga relación comercial con Venezuela; la última detener el suministro de diésel, y de esa manera producir la parálisis total ¡Benévolo el señor! Cambia la guillotina por la silla eléctrica; pero, como él, está al tanto del surrealismo mágico, a lo mejor consigue la manera de hacerle ver a los venezolanos la muerte, totalmente resignados y tranquilos, como algunos grupos religiosos que pregonan la resurrección colectiva. Para que olviden el bloqueo tan real y criminal, porque una gran cantidad de opositores empiezan a rechazarlo señalando al autoproclamado; el mismo que por un momento María Corina, y el mayor desclasado de los últimos años: Antonio Ledezma, pretende echarlo al cesto de la basura, después de elogiarlo siguiendo el ejemplo de Trump.

Todavía no sabemos, cuál de los tres acumula más odio en sus entrañas. Pero lo que sí sé sabe, es que este trio de enconados y desvergonzados defensores del capitalismo salvaje, son capaces de producir un genocidio en el pueblo venezolano, con tal de salir del Presidente Nicolás Maduro, y por consiguiente acabar con el proyecto bolivariano. María Corina, hasta un paseíto dio por la Casa Blanca para contarle a George W. Bush, lo que todo el mundo sabía, y al verla no salía de su asombro con una sonrisa incrédula por la pose tan inocente, con las piernitas recogiditas, mientras descargaba todo el veneno y la rabia, que vomita en Venezuela. Antonio Ledezma, representa lo más selecto de la oposición venezolana; pasa todos los días pidiendo presión contra el gobierno venezolano, mientras se da la gran vida, al estilo de un jeque; no le creen, ni que llegue repartiendo dólares; es tan canalla que se arrima al mejor postor; hace pocos días, por poco se traslada con la toda familia a Colombia para celebrar el cumpleaños de Álvaro Uribe; a los días la justicia colombiana le puso su regalito en las manos: el par de esposas, y parece que el expediente tiene un olor por demás nauseabundo.

Elliot Abrams, es un verdadero zorro de la política, por demás descarado; por eso le encomendaron esa tarea de arremeter contra el gobierno venezolano, con muchas incursiones en los asuntos internos de Nicaragua, Honduras, el Salvador y Guatemala, donde las atrocidades estaban presentes todos los días, y fue acusado directamente. El diario Observador * lo señala de haber conocido el intento de golpe del 2002 contra el comandante Chávez, para finalmente darle el visto bueno.

Este trio de aventajados conspiradores, se encuentran revoloteando, como los zamuros hambrientos en busca de la presa. La única disyuntiva en la que han caído, es la manera de atacar al pueblo para forzarlo a rendirse; por una parte, la invasión con bombas y demás, y no son precisamente las infladas para las celebraciones en las fiestas de cumpleaños; la otra, la que vienen aplicando, sintiéndola en carne propia cualquier opositor, chavista o madurista, la nueva expresión para tratar de dividir las fuerzas del proceso bolivariano. Esta conducta genocida del imperialismo, aunado a este par de alabarderos venezolanos, viene aumentando la resistencia y el combate con las ideas del Libertador, y Chávez, como fuente de inspiración, y llevando la bandera tricolor, como estandarte para demostrar que la lucha es por la soberanía nacional.

http://observer.guardian.co.uk/international/story/0,6903,688071,00.html



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Narciso Torrealba


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