Los señores obispos de la CEV, en carta enviada al Comandante-presidente, piden un modelo de gobierno que no sea “ni capitalismo salvaje ni marxismo”.-

Lo de capitalismo salvaje está descartado de plano, pues desde el famoso “por ahora” del 4 de febrero, el entonces militar rebelde lanzó su consigna de muerte a ese capitalismo que ha plagado de miseria a las áreas del planeta en donde se ha instituido.

Lo de marxismo a ultranza también está desvirtuado y eso ha sido expresado infinidad de veces por el hoy Presidente en sus discursos ,dejando claro que lo que se quiere es un modelo que sin copiar lo malo de otros sí asuma las experiencias que han dado resultados en otras partes del mundo adaptándolas a nuestras propias características, costumbres y particularidades que es lo que se ha venido haciendo con resultados tan exitosos que el pueblo así lo ha reconocido premiando al Presidente con 11 triunfos en línea.

Entonces ,ante esta realidad, se pregunta uno, como un simple observador:¿Dónde han estado los señores obispos en estos años que no han visto cómo los índices macroeconómicos y microeconómicos han mejorado de manera tan positiva que hasta los más versados organismos internacionales de la economía, así han tenido que reconocerlo; dónde han estado cuando de manera irrefutable la matricula escolar ha tenido un incremento tan grande como jamás en la Historia Republicana o cuando se decretó la gratuidad absoluta de la educación publica, a tal punto que fue suprimida la cuota de inscripción que se obligaba a pagar a los padres y representantes?.

¿Se han puesto acaso a comparar los logros de la Educación Privada, sobre todo la católica en cuanto al incremento de ayudas, subsidios y demás prebendas concedidas en este gobierno como en ningún otro que incluso han llegado a que el estado asuma las jubilaciones de todas los religiosos y religiosas educadores y educadoras que tengan la edad y el tiempo requerido para disfrutar de ese derecho?.-

Y sobre el pago de pensión de vejez a los sacerdotes que por su edad ya no puedan ejercer su ministerio, ¿Han dicho acaso algo aunque sea un gesto de agradecimiento?, pues no. y nos preguntamos una vez más: ¿En qué modelo de gobierno se han tomado medidas como estas?, ¿es acaso esto el marxismo? .-

¿Por qué se escandalizan haciéndole coro a los medios y cuando precisamente el capitalismo salvaje pisoteaba al pueblo, no se manifestaban a favor de los más desposeídos y excluidos?

¿Cual es el temor ante un gobierno que en sólo 8 años ha demostrado como ningún otro que los pobres son la prioridad de su gestión, coincidiendo en ello cien por ciento con la doctrina social de la Iglesia?.-

¿Qué buscan con la actitud que han mantenido durante todo este gobierno, de crítica permanente, de oposición a ultranza, de acciones tendentes a apoyar a quienes son actores de primer orden en los sufrimientos que el pueblo padeció durante la IV republica, en la cual, por ejemplo, no dijeron absolutamente nada cuando una “barragana” nos gobernaba por mampuesto, y en cambio sí,(las pruebas están graficadas en la prensa de la época) se retrataban con ella recibiendo sendos cheques, que ahora deducimos eran un bozal para mantener o premiar un silencio cómplice?.-

¿ Cómo podemos explicarnos que los señores obispos no estén prestos a colaborar, como si lo están haciendo algunos curas de pueblo con las misiones, que son acciones inspiradas todas en lo que Cristo predicó y dejó como legado a las generaciones de cristianos de todas la épocas?.-

En verdad, yo al menos, junto a muchísimos venezolanos, por ahora 7 millones y medio,( que serán muchos más en el futuro), no encontramos una explicación de peso para entender la actitud de la cúpula de la Iglesia representada en la Conferencia Episcopal Venezolana.-

Claro, ahora que lo pienso, creo que hay una explicación, ellos están dentro de ese porcentaje de venezolanos que por sólo leer y ver los medios de comunicación privados, a pesar de ser gente que se supone muy docta y capaces de dilucidar mejor que muchos donde está la verdad , sin embargo han caído obnubilados por la disociación mediática que ha sembrado odio, en muchos venezolanos cuando deberían dedicarse a formar equipo con el Gobierno para ayudar en la formación de los ciudadanos, en el logro de un “hombre nuevo” que ahora que lo menciono, ha escandalizado a quienes ni siquiera se preocupan por averiguar qué es eso, sino que lo que han hecho es tratar de deslegitimar llamando ”ideologización” las políticas tendentes a mejorar cada día más la formación de un venezolano solidario, con un pensamiento crítico hacia lo positivo, un venezolano que trascienda las paredes de su escuela, de su liceo, de su universidad hacia la comunidad, que esté consiente de que a su alrededor hay seres que requieren de ayuda, de amor, de solidaridad, que entiendan que se están formando no solo para lograr posiciones en la escala social sino, en primera instancia para que todos lo conocimientos que adquieran sean para contribuir a la solución de los problemas, primero de su comunidad y luego de su región y de su país.-

Esto pareciera que nuestros obispos no alcanzan a introyectarlo, siendo ello lo que más se parece a lo que se desprende de la prédica de Cristo, de los evangelios , de la Biblia y de las Encíclicas Papales.-

Pareciera a veces que el demonio está ganado la partida en la mente y las acciones de nuestros prelados, pareciera que no fuesen capaces de emular la actitud valiente de Cristo cuando se enfrentó en el desierto a Satanás para vencerlo, pareciera que no visualizan ni detectan al Satanás de hoy convertido en empresarios mediáticos que intentan de miles maneras frenar, lo imposible de frenar, porque es la férrea voluntad de un pueblo dispuesto a todo, hasta a ofrendar su vida para no volver atrás.-

Cada día somos más y cada día comprendemos más el mensaje de nuestro líder que no sólo ha sido retórica sino realizaciones y logros tangibles que mentes enceguecidas por el odio y la desesperación por ver disminuidos sus privilegios mal habidos, no quieren ver, o si los ven prefieren luchar contra ellos en lugar de sumarse al logro del objetivo final que es la felicidad para todos, de la que nos hablo el Libertador.-

Quiera Dios que nuestros obispos algún día se levanten con la mente despejada, con el Dios de los pobres en su corazón y se quiten la venda que cubre sus ojos, para ver una realidad que parece les ha sido ocultada por las pérfidas acciones de los demonios sueltos, de una oposición apátrida y traidora a los principios de humanidad, que la Iglesia nos impone y nos reclama y al frente de la cual deberían estar en primera fila nuestros obispos.-