Pedro Sánchez creo que va a perder el tiempo y Maduro, al parecer hizo una mala jugada que le saldrá muy bien, porque "porfiao" como lo tiren pa` arriba siempre caerá de pie y el mañoso, por mucho que se estremezca e intente remozarse, siempre termina haciendo lo mismo, pues eso está en sus genes y para mayor refuerzo en su vieja cultura, la que le viene desde atrás y la de sus correrías en sus habituales pagos y malas compañías.
Sobre la "fuga" de Leopoldo López, así entre comilla, porque es una entrecomillada o dudosa, hay muchas versiones. Y es hasta lógico que así sea, porque eso cuesta entenderlo y se hace todavía más confuso, cuando a las pocas horas de aquello, al ministro Reverol, tenido como una figura clave en el gobierno, de repente le cambian a una responsabilidad de menor jerarquía y si algo hay en ella, es problemas como sorgo y escasa o nula capacidad financiera.
Todavía recuerdo como habiendo una reunión en República Dominicana, entre oposición y gobierno, en la cual al parecer se estaban llegando a acuerdos, de repente el ministro Reverol rompió las redes con unas declaraciones según las cuales la policía acababa de detener a un grupo de supuestos terroristas, entre ellos, si mal no recuerdo, a Oscar Pérez, en los alrededores de El Junquito y eso había sido posible por informaciones proporcionadas por opositores justamente desde allá de la mesa de diálogo.
En concreto, imaginé a Reverol atendiendo más que una posición del Ejecutivo como tal, a una fracción del mismo, porque lució a todas luces imprudentes aquella declaración, en un instante que llegaban informaciones positivas y hasta deseadas. De donde no había otra forma que imaginar que aquello, no fue una cosa azarosa, infantil, sino premeditada.
Recordamos lo anterior porque, nos parece pudiera servir como ingrediente en el análisis para quienes quisieran esclarecer si López se fugó o le fugaron con la anuencia del gobierno. Asunto este que no es estrictamente de nuestro interés, sobre todo si creo que, pese las responsabilidades de López en tantas cosas tristes y lamentables, tomando en cuenta la personalidad de "héroe y luchador político democrático" que falsamente le intentan construir, pesa mucho menos estando en el exterior que en una cárcel. No es ese personaje uno que estando fuera del país o en la clandestinidad, rol que al parecer no le agrada, pues pareciera preferir estar preso, sus razones tendrá, tenga méritos e ideas y menos grandeza para dedicarse a una labor que requiere tiempo y demanda mucho sacrificio como para incomodar a nadie, menos al gobierno.
Los hechos han demostrado que López no despierta interés alguno en el pueblo, en la multitud. Mientras ha estado preso, que lo ha estado mucho tiempo, incluyendo su asilo en la embajada española y su propia residencia, a nadie le ha interesado ni ha sido usado como motivo para desatar protestas por su libertad. Sus partidarios se han cuidado de intentarlo por temor de ir a esos actos solos, esmirriados y difundir la verdad que emanaría de tal hecho.
La "fuga" de López, como su presencia misma en la embajada española, parecieran tener todas las características de acuerdos.
Es como demasiado "duro de entender" que Pedro Sánchez, jefe del gobierno, en una de cuyas embajadas estuvo asilado López, de un gobierno que, por intermedio de su canciller, ha estado abogando por un acuerdo político y hasta salida electoral en Venezuela y estando el personaje asilado, bajo graves acusaciones inherentes al Código Penal y para más señas, habiéndose fugado, con la presunta anuencia unilateral y consentimiento de la embajada, lo que el gobierno de Venezuela estaría por probar e intentará hacerlo, aparezca en un acto de recepción muy publicitado en Madrid con el fugado. Y es difícil de entender, porque pareciera incluso tener los rasgos de una provocación y un gesto poco diplomático.
Pero al margen de todo lo anterior, lo que por ahora llama nuestra atención, son la enrevesadas y hasta contradictoria declaraciones dadas por López con posterioridad a su encuentro con pedro Sánchez.
Según una fuente ajena a cualquier género de dudas, dada su identidad con López, como es el diario El Nacional de Caracas, López ha dicho "Me voy a dedicar a tres cosas: primero, a promover e impulsar una elección presidencial libre y justa en Venezuela; segundo, hacer lo que corresponda para que los responsables de violaciones de derechos humanos sean condenados por los organismos internacionales, y tercero, nos dedicaremos a buscar todos los mecanismos para poder aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo, a través del ingreso de ayuda humanitaria para el país".
Es dudoso que López de verdad dedique su tiempo a esos menesteres, dado que, en los últimos años en Venezuela, fue más empeñoso en poner obstáculos y justificar al extremismo de su propia causa y de quienes forman parte del gobierno para que en Venezuela se alcanzasen acuerdos que abriesen espacios para una salida electoral. Los fines, estrategia y hasta táctica suyas en los avatares de la Venezuela de este tiempo, han sido ajenos a la lucha pacífica, civilizada y democrática y en consecuencia sin ningún interés por un salida electoral y pacífica. Él y los suyos, han jugado hasta a la desintegración nacional y el desconocimiento de los valores constitucionales, porque es lo que se inserta en los planes estratégicos de los intereses foráneos con los cuales ha hecho causa común. Incluso, ha servido para fortalecer a quienes, en el gobierno, pudieran tener planes de usurpación e inconfesables.
En materia de derechos por castigar, de lo que López habla, él mismo está incurso en graves casos que merecen ser castigados, pero que parecen confundidos en los avatares de la política, como los quemados vivos. Intentos de golpe de Estado, las incesantes guarimbas causantes de centenares de muertos, heridos y destrucción de bienes materiales públicos y privados y no hablemos de esa bomba de humo de la "ayuda humanitaria", que es la estafa y comedia más asquerosa de la que puede tenerse noticias.
He leído a alguien que intenta como aplaudir "la libertad" de López, diciendo que "un político es más útil en libertad, aun estando en el exilio, que en la cárcel". Eso es por demás relativo. Un político en el exilio, es en buena medida, un jugador sacado del terreno de juego. Pierde el control adentro, entre quienes debería dirigir y contacto con un elemento vital en la lucha política, con lo cotidiano y elementos vitales para diseñar las luchas. Mandela, preso, se convirtió en estandarte y motor de la lucha del pueblo surafricano. Una opción, muy heroica, que no aparta al combatiente de esa realidad y de los elementos que debe manejar, como el partido o movimientos que dirige, es la lucha clandestina, pero esta es por demás rigurosa y arriesgada, para lo que hay que tener mucho de héroe.
Pero el político preso, libre, en el exilio y hasta en la clandestinidad, sin talento y por lo mismo apegado a la rutina, repetición de prácticas que ningún resultado positivo producen como el terrorismo, es igualmente inútil y destinado a terminar en el fracaso y más si dedica su tiempo a acordarse con factores foráneos que le financien, pero también le impongan sus objetivos ajemos a lo nacional, en lo que de hecho ya él está atado.
Y ese López que está ahora en España, pese el compromiso que debe haber adquirido con el gobierno español y su promesa de dedicarse a luchar por "una elección presidencial libre y justa", meta a la que le agrega otras cosas más, sin definir lo que quiere para sociedad venezolana, lo que ya lo rebela desnudo y sin metas que despierten el interés de los venezolanos, no define que hará en lo inmediato para ese objetivo. Es el mismo discurso que viene pronunciando desde hace más de 15 años y al cual acompaña con una práctica que le ha aislado y destruido a toda la oposición venezolana.
No hay en esas declaraciones una muestra de revisión de lo que ha venido haciendo, menos que intente redefinirse frente a la realidad y cambiar la forma de lucha que ha venido asumiendo, pues la frase antes referida no es suficiente para mostrar haya cambiado y menos para engañar a nadie. No creo que ese simplismo engañe a Pedro Sánchez y el PSOE.
No obstante, veremos si en Leopoldo López hay de aquella grandeza de muchos revolucionarios, de estando por allá, en medio de grandes comodidades, de ellas se desprende y se viene, pese sea un perseguido a asumir su responsabilidad. Pero por el contenido de sus declaraciones, lo que se propone hacer, sus planes consisten en quedarse por allá, pues bien, se vive en Salamanca.