El Buró Político de la oposición, de ese que suele hacer "política" con guayas extendidas a un lado y otro de la calle y, estudiadamente, para que, a los motorizados, usuarios del vehículo habitual de los pobres y trabajadores, les arranquen las cabezas y echando aceite hirviendo a los y transeúntes, cuyos rasgos externos denuncien ser del mismo universo, pareciera estar conformado entre otros por Leopoldo López, Guaidó, Julio Borges, Guevarita y uno de los Guanipa.

Pudiera haber una especie de célula de "notables" para asesorar, particularmente en asuntos de planificación y estrategia, conformada por Manuel Rosales y Ramos Allup, entre otros, quienes más bien suelen jugar banco y hacerse los pendejos.

Los gringos son buenos y muy planificados para hacer negocios. Manejan buena información, disponen de la más avanzada tecnología, excelentes pensadores y grandes capitales. Pero, además, militarmente, están bien armados y entrenados. Son como esos equipos de béisbol que cuentan con excelentes cazadores de talentos, manager experimentados en el juego tradicional, cotidiano, excelentes lanzadores, de fuertes y prodigiosos brazos, aptos para lanzar hasta más allá de 100 millas y preñados de curvas, lanzamientos enredados que combinan de manera excelente. Pero tienen una falla, como en todo, siempre hay una debilidad, porque nada es perfecto. Les falta eso que en el lenguaje coloquial del béisbol llamamos la "picardía caribeña". Esa astucia habitual en buena parte de nuestros jugadores, como la de tocar con arte y hasta magia, en lo que Víctor "Vitico" Davalillo era un artista. Aquello de dejarse pegar con la pelota para alcanzar la base que César "Pepa e` burra" Tovar, hacía hasta con gracia. Lo de hacer un doble y hasta triple robo de bases al mismo tiempo, incluyendo el home. Y hasta hacer esto último, en un juego crucial de una serie mundial, con un out apenas, el juego empatado y sin autorización del coach y por supuesto del manager, como lo hizo Elio Chacón, el hijo del viejo Pelayo y hermano de "Pelayito".

O aquello que "inventó" Luisito Aparicio que, cuando por primera vez lo intentó, rompiendo con aquello que llamaban el "librito", dejó con la boca abierta, dando vueltas y con la bola en el guante a "Camaleón" García, lo que impidió que, esa jugada, ahora rutinaria, se hiciese por primera vez. Y el público mismo, por semanas, estuvo discutiendo si lo que Luisito hizo fue una "novatada" o el parto de un genio.

Jugando Venezuela en una serie del Caribe, a la cual asistió Luisito, apenas comenzando en el béisbol profesional, en un momento del juego, ya para cerrar, ganábamos 2 a 1; el rival creo era Puerto Rico, había un out y tres corredores en base. El bateador de turno tiró un "rolin" demasiado cargado a la 3ra, que fildeo el novato Aparicio, quien viéndose cerca de la 3ra., a Camaleón pegado casi a la almohadilla y sabiendo a este con uno de los mejores brazos, tanto para lanzar fuerte como certero, del béisbol del caribe, pensó que por allí debía empezar el "doble play". Pasó la bola al tercera base carupanero, pero este sorprendido, porque aquella no era la jugada del librito, pese haber capturado la bola, se puso a dar vueltas, no sabiendo si buscaba la bola o las ideas y dejó que el contrario anotara dos carreras, empatara y pasara a ganar. Camaleón, mecánicamente, por lo aprendido en la escuela tradicional, esperaba que Luisito iniciase la doble matanza, lanzando a segunda para que el jugador de esa base completase la jugada, el doble out, lanzando a primera. Es decir, lo establecido en el librito. Pero el gran pelotero zuliano, hasta ahora nuestro único representante en el Salón de la Fama, uno de los más grandes jugadores del campo corto en la historia del béisbol, estaba empezando a escribir un nuevo libro. Hoy esa jugada es de rutina.

Los gringos juegan mucho con el librito y desdeñan la chispa, esos estallidos de talento. Como saber sacar de presuntas debilidades, como la baja estatura o poco peso, fortalezas para destacarse.

En lo de "cazar talentos", se pelan por su estrategia, su falta de picardía para ganar apoyos y respaldo popular, dada su prepotencia, que los hace antipáticos, por lo que sus buscadores de gente apta, jorungan en lo más bajo de la condición humana.

La guerra de Vietnam está llena de historias, anécdotas, donde el pueblo, los combatientes del "Frente de liberación", supieran suplir sus debilidades de armamento y equipo, con astucia, inteligencia, conocimiento del terreno, saliéndose de los cánones de la guerra a los que los gringos, como en el béisbol, se apegan.

Por eso desdeñan al talento y porque bien saben que, hallar gente talentosa, llena de méritos y pretender manejarla como si fuesen robots, no es tarea fácil; estos tipos suelen ser muy incómodos, exigentes y hasta propensos a rebelarse.

Quizás, por el modelo económico derivado del rentismo, dentro de las clases alta y media, desarrolladas, ampliadas y crecidas por el mismo, el poder injerencista halló, como nunca antes, abundante gente dispuesta a prestarse a planes contrarios al país por simples migajas, como alcanzar una villa muelle a cambio de eso. La misma circunstancia permitió que, aumentase el número de venezolanos de esa clase que allá fuese a estudiar y se dejasen ganar para fines que, en las generaciones anteriores, no era nada fácil conseguir.

Para 1958, entre todos los partidos existentes, incluyendo hasta el creado por el perezjimenismo, no era fácil hallar gente dispuesta a prestarse para servir de ejecutores de la política que se diseñase en el departamento de Estado y menos esa ramplona y criminal, desde cualquier ángulo, como la que describimos al inicio.

A Betancourt le costó por demás ganarse adeptos para su proyecto económico, ese de la sustitución de importaciones, que diseñaron para que él lo ejecutase, Nelson Rockefeller, sus socios y asesores. Tuvo serios enfrentamientos dentro de su partido, no sólo con quienes formamos luego el MIR, sino también con su Buró Sindical, aquel de los bueyes cansados, con personajes como Prieto, Paz Galarraga y los componentes del llamado "Grupo ARS, de Ramos Jiménez. Si bien se ganó a Caldera y Villalba para que lo acompañasen en eso, este último solía enfrentársele y discrepar y en el seno de su partido URD, una buena parte de su dirigencia, en la cual estaban gente como José "Cheito" Herrera Oropeza, José Vicente Rangel, Fabricio Ojeda y Víctor José Ochoa, frecuentemente se enfrentaban a ambos, al presidente de la República y al jefe de su partido.

Al parecer, desde EEUU, parecieron haber planificado que los partidos de la oposición a Chávez, terminasen bajo el comando de gente ganada ideológica y hasta culturalmente para las concepciones de la derecha. Y para eso hicieron como una dedicada recluta para enrolar en ese lote a los menos aptos intelectualmente. De esos que se prestan para la ejecución de aquellas comparsas, como las de quienes se pelan el trasero y lo muestran a las cámaras, marchan con las manitas blancas, sirven para la ejecución de planes criminales de los cuales ya hablamos y hasta tentar contra los bienes nacionales,

No es necesario argumentar mucho para intentar convencer sobre esto. Lo que ha acontecido en Venezuela se encarga de demostrarlo sin muchas dificultades y poco esfuerzo. Desde el país del norte se encargaron de marginar, dejar sin voz, a los más aptos del universo de la derecha, para poder ejecutar un plan cruel, brutal, ordinario que creían infalible y le había dado resultados en muchos espacios y para lo que aquellos serían estorbosos.

El asunto relacionado con Saab, la suspensión del diálogo, tomando como causa esto mismo, por parte del gobierno venezolano y lo más reciente, el estallido o la puesta de manifiesto de una seria contradicción en el Estado colombiano, cuando el Congreso de ese país se dirige a la AN solicitando acercamiento para buscar acuerdos y la posición en contrario, como era elemental esperar de parte del presidente Duque, están demostrando una vez más la incapacidad de ese "buró político" para entender lo más elemental.

Para cerrar, sin proponerme despejar nada, porque es por demás elemental, diré que la extradición de Saab de Cabo Verde a EEUU y especialmente a Miami, cosa por demás elocuente, parece ser una medida forzada, dado que se sabía que, al día siguiente, el gobierno del país africano perdería las elecciones, como en efecto las perdió y eso podía plantear un escenario menos favorable al gobierno del país del norte, que lo necesita como una carta para negociar. Pero también diré que, si a alguien afecta en este momento, la medida tomada por Maduro y los suyos, es justamente a la oposición, que pudo, en las reuniones que debieron producirse el pasado fin de semana, alcanzar otras ventajas en materia electoral.

En cuanto al asunto colombiano, es evidente, no hay nada que demostrar, en el Estado de ese país ha estallado un conflicto que en lo inmediato favorece al gobierno de Maduro en sus relaciones con este y el rol que el gobierno colombiano intenta jugar contra aquél y en favor de EEUU. Y, de hecho, este acto diplomático, resulta también contrario a quienes intentan valerse de Colombia y el gobierno de Biden para acceder al poder en Venezuela.

Pero, por las declaraciones que dan los miembros de aquel "buró político", una vez más no entienden nada de esas manifestaciones e intentan leerlas al revés. Un como construirse un mundo a su conveniencia como si eso pudiese darles resultados o como los hijitos de mamá y papá que armando un bochinche obtendrían lo que quieren. En Colombia, los hechos parecieran indicar que allí se está cocinando un proceso similar al de Chile. Pero los ciegos no ven.

El pragmatismo de los gringos, esa falta de chispa, ese pretender, esa cultura de querer hacer negocios ganando todo sin hacer concesiones, la fuerza bruta, les lleva a valerse de los más ineptos.