El debate no es ideológico, no se trata de ser de Derecha o de Izquierda, ser gobierno u oposición, se trata de una condición que forma parte de la naturaleza en el comportamiento ciudadano. Me gusta robar y robo, aprovechó la oportunidad de que me han puesto donde hay y meto la mano, luego me cubro con el apellido o acusando a los demás de perseguirme por mi condición de político, por odio de clase.
Esa condición de meter la mano donde no debo a veces tiene rasgos familiares, en algunos casos parece hereditaria. El afán de tener dinero a cualquier precio, sepulta la condición moral. Y si he robado mucho, parte de lo obtenido indebidamente lo uso para defenderme y tratar de mantener una imagen pulcra en la sociedad.
Es un hecho notorio y publico y ha sido publicado en diferentes medios de comunicación la conducta raterilla de la familia López, que es a la que voy a ser referencia en estas reflexiones.
Esta señora que era funcionaria de PDVSA, emitía cheques para que su hijo Leopoldo y otros querubines de la ultraderecha venezolana realizaran unas actividades supuestamente de mediadores vecinales para mesas de paz. Mesas, que jamás presentaron cuentas y resultados de esas gestiones. Pero esos hechos fueron también utilizados para el financiamiento de actividades políticas. Fue así, como nació Primero Justicia, con un tiro en el ala, financiada por cheques sustraídos de PDVSA. Nadie investigó, nadie supo, nadie vio, nadie oyó. La justicia venezolana no investiga estos hechos tan graves que deberían ser enjuiciados de oficio y que sólo para su uso político, mientras que los involucrados disfrutan de los bienes mal habidos y hasta logran comprar diputaciones para mantener la impunidad.
Ha sido denunciado también reiteradamente las negociaciones turbias de la familia López en Chacao, uno de los Municipios de los más ricos en el país. Allí los negociados eran dirigidos por el papá de Leopoldo López, hoy al parecer, los vientos que soplan, "distinguido" eurodiputado. Desde oficinas, habilitadas en Chacao, dirigía el tráfico de influencias, cobro por permisologías de construcción y para permitir nuevos establecimientos comerciales y pare de contar. Allí amasó fortuna, pero como es tradicional en Venezuela, Nadie investigó, nadie supo, nadie vio, nadie oyó. Todo quedó en la penumbra. Nadie investiga a un Municipio que se ha convertido en la Caja Chica de la ultraderecha y la conspiración.
Ahora, una nueva denuncia, realizada en esta oportunidad por el Diario Últimas Noticias, publicada en primera plana y grandes titulares "La mamá de Leopoldo López, Antonieta Mendoza, cobró 38.000 dólares a Monómeros".
El cobro lo hizo en su carácter de Vicepresidenta, de empresas fachadas que se constituyen sólo con el propósito de robar, en este caso constituida en España, país, que poco a poco compite con los Estados Unidos, por el deshonroso título de cloacas del mundo, no se reciben no solamente los capitales mal habidos de todo el mundo, sino, también que ampara a ladrones y les cobra comisiones por el dinero robado y hasta le vende curules como eurodiputados.
Esta operación se hizo, bajo la eficiente administración de Juan Guaidó, pupilo de Leopoldo López, y supuestamente las labores a desempeñar por la madre de Leopoldo, por la cual le dieron los 38.000 dólares fue para "mejorar el posicionamiento de la empresa en Colombia", como Uds. pueden ver no sólo no mejoraron el posicionamiento de la empresa sino, que la llevaron a la quiebra, es decir, hicieron caída y mesa limpia.
Se puede apreciar por las informaciones comentadas, el carácter nepótico de esta familia. Si el padre roba y la mamá roba, que se puede esperar del hijo. Lo lleva en la sangre. Y eso lo han puesto a prueba en Monómeros, donde en familia se han repartido la empresa, en familia se han robado la botija. Todo ha quedado en familia, por eso le podemos aplicar, la afirmación que lleva el título de esta reflexión: "FAMILIA QUE ROBA UNIDA, PERMANECE UNIDA". Verbigracia: https://lapiparota.wordpress.com/2015/08/05/el-desfalco-historico-de-la-familia-mendoza-a-venezuela/
