"El hombre, un ser un milímetro
por encima del mono,
cuando no un centímetro
por debajo del cerdo"
Pío Baroja
Contar las barbaridades del imperialismo parece que nunca está demás, porque las siguen haciendo con la mayor impunidad y con el poderoso aparato mediático en muchos casos las hacen ver, como una necesidad para salvar a la humanidad. Cuento que nadie les cree, porque la cantidad de muertos es incontable y cuando no pueden actuar directamente se aparecen con estos disparates al estilo Guaido. El error y el fracaso, es tan impactante, que ahora no haya, como deshacerse de un espanto creado de manera criminal. Sin embargo, el final se le acerca y parece que la expresión de una señora no se va hacer esperar, ya que, apenas ve algún macho de esos que se la daban de mujeriego y de golpe empieza ambular cabizbajo y de paso viejo, suelta la lengua de manera sarcástica ¡Mira, anda, como perro sin dueño!
En la avenida donde resido paso todos los días una lujosa camioneta blanca, con un perrito asomado con las orejas que parecen dos antenas de los wifis, semejante a una mota blanca y no sé por qué me recuerda al personaje de los últimos tres años –con todo el respeto del animalito por lo inofensivo y gracioso–. Este personaje no es raro que lo utilicen en Hollywood para una cinta cinematográfica, de esas que atrajo a chicos y grandes, como el famoso King Kong y fue tanta la invención, que al final hicieron llorar a más de uno, cuando tomaron la determinación de eliminar el descomunal animal, ya que, no lo podían aguantar ni siquiera en la imaginación de sus fantasiosas creaciones.
Ahora, estamos viendo una de esas creaciones, pero en la vida real y ya le pasaron la cartilla para que la lea rápido y busque donde guarecerse del chaparrón, porque al convertirse en un huracán le va caer encima y como todo el mundo sabe, cual es la estrategia de los gringos para lavarse las manos; no le queda otro, si no seguir inventando y defendiéndose con las falsedades muy trilladas, pero el que anda hediondo a evacuación ni que se eche perfume pasa desapercibido, porque donde llega le empiezan a enseñar el pañuelo, como muestra de estar apestando y en la primera oportunidad lo corren o lo mandan a lavar el que te conté.
¿Qué le queda ahora al gua-ido? Él lo sabe y no creo que sea tan bruto –aunque ha dado demostraciones– la tiene más difícil que migrante varado, aún, con todos los millones robados. No puede entrar a los Estados Unidos, con toda la fortuna en una carretilla. Tiene que declarar para entrar y ahí está el gran problema a la hora de recoger sus macundales; a pesar que los gobiernos estadounidenses convierten su terruño en paraíso para los terroristas y todo aquel que le sirva en sus macabros intereses, como quedó demostrado con los autores intelectuales y materiales de la voladura del avión de cubana de aviación en 1976, donde fueron asesinados vilmente 73 deportistas, por matones convictos y confesos, el cual protegieron hasta la muerte.
Todos los que reconocieron a Guaidó, como el presidente interino, empezando por los ex presidentes y la fauna muy diversa de Venezuela, se han ido o están a punto. Algunos de los venezolanos que se encuentran en el exterior metiendo la coba, como asilados necesitan comprar una nueva careta, aunque se encuentren de bajo perfil, pero los pícaros, presumidos y vanidosos, como el caso de Antonio Ledezma, tienen que seguir con el mismo discurso, aunque haya abandonado la expresión ¡Mi presidente Guaidó! El imperialismo y la derecha venezolano, por donde se asoman buscando quebrar la resistencia del pueblo y el gobierno se han encontrado la dignidad de los que piensan en un mundo mejor, como un estandarte de presentación pensando en las enseñanzas del Libertador Simón Bolívar y de uno de sus mejores alumnos el comandante Chávez. Los traidores no los quieren ni aquí ni allá y Guaidó pasará a formar parte de esa clase de animales, que a donde llegan los espantan.