"La ridiculez es la muerte social.

Una muerte dolorosa y cómica

por añadidura"

Bécquer.

"Sí, es un hijo de puta,

pero es nuestro hijo de puta"

(Franklin Delano Roosevelt,

sobre el dictador nicaragüense Tacho Somoza)

Los gobiernos estadounidenses no se caen a coba a la hora de cargar su bacalao encima y menos en estos momentos, cuando la situación se les presenta no muy color de rosa. Todos los ensayos con piezas sacadas para ver si se les da, al final no les queda otra, si no seguir utilizándolas y acompañándolas, como los verdaderos cornudos, porque de lo contrario quedan al desnudo y de paso sin poder echar a un lado el engendro mal concebido para fines macabros. Así, ha sido el historial del imperialismo, cuando fija su mirada en países, donde pueden sacar jugosos dividendos al estilo de los halcones, cuando divisan sus presas en pleno vuelo.

Guaidó, ha quedado para hacer el papel de comiquita, pero abortado por el laboratorio (Made in USA) y si el presidente Franklin Delano Roosevelt, reconoció al sanguinario Tacho Somoza, como un verdadero hijo de puta y con todo el descaro del mundo, terminó expresando ¡pero es nuestro hijo de puta! para luego el ex secretario de estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger lo copiara para referirse al sucesor de los Somoza, tan bestial y arrastrado a los intereses de Washington. Ahora, lo hacen con el Guaidó y solamente falta saber, hasta donde lo cargan.

La historia, como dice la canción ¡Vuelve a repetirse! con el Guaidó, a quien no lo quieren ni en su casa. Sus compinches de una asamblea, que solamente ellos saben de su existencia, cuando se presentan los 15 y los últimos a buscar la paga, pero al saber que ya no suena ni engaña a nadie le dieron su ultimato, como quien dice –para salvar el pellejo– pero a la vez pensando en unas primarias, donde cada rato se enseñan los dientes sin pasar de ahí. Ahora, el gobierno de los Estados Unidos, les dio una advertencia; parece que vieran el programa de Diosdado, cuando ha repetido ¡La pelea se acaba, en el momento, cuando el imperialismo diga, quien es el candidato!

A la prueba me remito, para los que todavía no creen en los planes minuciosamente elaborados por el imperialismo, con la precisión de fabricantes de relojes y las predicciones de Diosdado muy adelantado. Después que un grupo de asambleístas pidieron el fin del gobierno "interino", el departamento del tesoro de los Estados Unidos, se las cantó en una sola nota: ¡La única autoridad legítima para controlar los fondos es el presidente interino y no la Asamblea Nacional electa en el 2015! No es raro, que se hayan quedado petrificados sin poder pronunciar una palabra, y de hecho ninguno ha dicho nada y no es raro que el Antonio Ledezma, falso y tan pitiyanqui al arrastrado de Guaidó, con la copa de vino en la mano, desde su nueva patria España, haya gritado ¡Olé, viva mi presidente Guaidó!

Por su parte Diosdado, quien no tiene nada de brujo, pitoniso ni nada que se parezca, pero el que anda con el que sabe algo aprende y los años al lado del comandante Chávez, en defensa de la patria y combatiendo al imperialismo, le ha servido para tener la visión suficiente para referirse a la hipocresía de los gringos y hasta donde llegan las órdenes emitidas desde la Casa Blanca. Hablan, como si fueran los dueños de Venezuela, olvidando nuestra soberanía. Queda muy claro, quienes son los verdaderos jerarcas: las corporaciones estructuradas al lado del eterno enemigo de los pueblos: el imperialismo en su fase superior del capitalismo. Lo demás es pura bulla de gallinas cluecas.