Las primarias y la unidad

Las elecciones son una técnica particular que tienen los grupos humanos, unos más y otros menos, para resolver el problema de la toma de decisiones sobre algún aspecto particular de sus vidas. Es una técnica como cualquiera otra, como las que aplican los carpinteros, los electricistas, los computistas, los abogados o los médicos, cuando se enfrentan a las situaciones particulares o colectivas que les son propias y, en general, para realizar el trabajo concreto para el cual han sido formados y están preparados. Estas observaciones también se aplican a colectivos humanos de distinto tamaño y complejidad, como serían los casos de las industrias, la agro producción, las fábricas de distinta complejidad y la dirección y administración de los estados nacionales.

La efectividad de las técnicas se evalúa en función del logro de los objetivos que se persiguen con su aplicación, lo cual depende de muchos factores. El fracaso se da cuando su aplicación no alcanza los objetivos requeridos, lo cual puede ocurrir porque la técnica aplicada no es la adecuada o no está suficientemente desarrollada para lo que se desea hacer. Pero también fracasa por el uso de herramientas o insumos inadecuados, el desconocimiento o la impericia de quienes la aplican, los errores que se puedan producir en su utilización y, en ciertos casos, más frecuentes de los que se piensa, el sabotaje de terceros que se benefician con dicho fracaso. No son situaciones hipotéticas las que señalamos, sino casos muy frecuentes en todos los ámbitos de actividad de la sociedad humana.

Las técnicas que se utilizan significan mucho en el logro de los retos que la sociedad se propone, pero no tienen el mismo nivel de importancia que los objetivos que se pretenden alcanzar, ni pueden convertirse en un obstáculo para poder alcanzarlos. Cuando se esgrimen fallas técnicas para cuestionar unas elecciones, se está renunciando a la posibilidad, que siempre existe, de acercarse a obtener los resultados buscados. Esto ocurre, en el caso de las elecciones primarias planteadas por una parte de la oposición, cuando se cuestiona la ayuda del CNE, la cual puede incluir el suministro del registro electoral existente, las máquinas de votación, el "software" necesario y cualquier otra que se considere importante para el desarrollo exitoso del proceso.

El mayor escollo para el éxito del proceso de primarias es la carencia de un apoyo mayoritario, tanto de los grupos opositores organizados como de los votantes en general. Pensar que el candidato escogido será aceptado como único por el resto es un error mayúsculo. Se ve claramente que no será así. Si en cambio se lo asume como el abanderado de una parte importante de la oposición, se estarían poniendo los pies sobre la tierra, pues eso permitiría buscar maneras de unificarse con los otros grupos opositores, quienes seguramente tendrán otro u otros precandidatos. Otro elemento importantísimo, que conspira contra el éxito de las primarias es la división severa que existe al interior de quienes las organizan. Es muy difícil, que grupos y líderes enfrentados fuertemente, puedan aceptar un resultado que les sea adverso.

Es claro que María Corina Machado difícilmente apoyará a un candidato distinto de ella. Es que ni siquiera ha dado la seguridad de participar en las elecciones presidenciales si ganara su postulación. Voluntad Popular está en una situación algo parecida, en relación con las precandidaturas del resto de sus antiguos compañeros. Confían en que Guaidó pueda imponerse, pero incluso si así fuera, Guaidó no garantiza alrededor suyo al resto de los participantes. Más clara, en el sentido de la unidad, está la actitud de Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y quizás hasta el grupo de Ramos Allup. Además, en unas primarias abiertas, el gobierno podrá infiltrar a su gente como votante y dirigir sus votos para el candidato que más les convenga a sus intereses.

Las primarias también favorecen a los grupos mejor organizados y con mayor disponibilidad financiera, cuyos candidatos no son necesariamente los mejores; la competencia desigual que se genera y los enfrentamientos que se producen dejan heridas importantes en los grupos participantes, las cuales afectan sus conductas unitarias posteriores y el cumplimiento de los acuerdos. Sin embargo, si logran realizarse y triunfa un candidato que realmente desee la unidad con otros sectores de la oposición, sería un avance en el espinoso camino que su logro significa.



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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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