Antonio Ledezma con otro chip en la misma línea

"Algunas personas son tan falsas

que ya no distinguen

que lo que piensan

es justamente lo contrario de lo que dicen"

Marcel Aymé

 

Toñito Ledezma, uno de los dirigentes adecos en haber ocupado más puestos en los años de gobiernos del casi desaparecido partido del pueblo y como buen oportunista hace rato abandono ese cascarón vacío. Tan prepotente, que en los años de esplendor de la llamada cuarta República, proyectaba sus ínfulas de dirigente, como el gárrulo Donald Trump, aspirando a la presidencia de los Estados Unidos. Se paseó, desde una concejalía, hasta llegar a ocupar el máximo cargo de la dirección de la Alcaldía Mayor en la gran Caracas y no consiguió la presidencia de la República, porque se le atravesó el comandante Chávez, como una daga en el cuello y desde ese momento se encuentra en una completa pesadilla, pero apenas ve una luz en una rendija, piensa, que le están alumbrando el camino para regresar a sus viejas andanzas.

Así, como ha disfrutado las mieles del triunfo, hasta pensar en el poder, como algo vitalicio. Ahora carga un peso en el alma, ya que, lleva varios años, soñando en el regreso directo a Miraflores, pero en cada despertar se encuentra montado en la misma carreta totalmente destartalada y dando tumbos sin frenos. En todas las aventuras en las cuales se ha embarcado, se ha dado tremendos chapuzones a punto de ahogarse, hasta que recogió sus macundales para exiliarse en Colombia, donde el gobierno de Álvaro Uribe Vélez lo acogió, como un héroe y por eso en cada cumpleaños de este personaje, demuestra sus dones de persona totalmente agradecida. ¡Feliz cumpleaños compañero Álvaro Uribe!

Desde el fracasado golpe del 2002, Toñito, se encuentra, como un alma en pena y no es para menos. Aplaudió muerto de risa, como en un cumpleaños de niños tumbando una piñata, hasta hacerse callos en las manos, cuando Pedro Carmona Estanga, con su risa propia de una postal, escuchaba su proclamación y la derogación de algunas leyes promulgadas por el fallecido comandante Chávez, para después desaparecer y aparecer en España y ¡olé, con mi presidente Guaidó! Este Toñito, no deja de impresionar, con sus ocurrencias marcadas en el oportunismo, hipocresía y de paso, carga los chips para responder cualquier emergencia y no lo agarren fuera de base.

Me atrevo asegurar y ojalá no me equivoque, que uno de los pocos exiliados o perseguidos "políticos" capaz de hacer el papel de cura –la cara lo ayuda– y dar una misa en contra del presidente Maduro en cualquiera avenida de España, es precisamente Antonio Ledezma, porque alimenta la fobia y el odio en lo más profundo de su ser y no es para menos, porque después de haber estado disfrutando el inmenso paraíso, que significaba la cuarta República para la mayoría de los altos dirigentes de la famosa "guanábana" de AD y COPEY, donde la ley la imponían, desde Washington y ellos solamente expresaban ¡Amen, hágase su voluntad! Ahora se encuentra esperando una oportunidad, como los jugadores de lotería.

Toñito, como buen "demócrata" y fiel seguidor de los mandatos de la Casa blanca, ahora, se presenta, con nuevo chip, pero en la misma línea tratando de sacar al auténtico presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. La eufórica expresión ¡Mi presidente Guaidó! al cesto de la basura. Ahora, es María Corina Machado. Lo que demuestra, que en la casa del imperialismo, no paran de ensayar y todos los utilizados terminan haciendo el papel de malos payasos, porque la rueda de la historia tiene una sola dirección y los oportunistas simplemente siguen la orientación contraria y cuanto hablan repiten haciendo el papel de loritos enjaulados, para terminar, como el mismo Guaidó, arrinconado sin poder conciliar el sueño, con otro chip en el cabeza totalmente dislocado, pero con la misma línea.



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Narciso Torrealba


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