Cuando se estudia el comportamiento político de la extrema derecha opositora en los últimos 25 años, ha sido notoria y comunicacional, la permanente actitud política negacionista de cualquier cosa que pueda aparecer como negativa o responsable de algún daño causado a la nación venezolana, lo que hacen es colocarse las máscaras del "yo no fui" porque ellos se auto consideran como el sector político "más perfecto, preparado y decente" que existe no solo en Venezuela, sino en todo el planeta tierra.
Aseguran los radicales antichavistas que en el último cuarto de siglo, nunca han perdido unas elecciones en Venezuela, niegan de manera rotunda (hasta se creen sus mentiras) que el chavismo haya ganado una sola elección sin haber hecho "fraude Electoral", lo que sucede es que hasta ahora no han logrado aportar las pruebas que demuestren sus inobjetables y contundentes triunfos electorales y que el Estado venezolano, solo les ha reconocido la victoria en un referendo consultivo y en una elecciones parlamentarias.
El negacionismo y el carudurismo del extremismo opositor venezolano son tan patéticos, que ya han pasado 22 años del golpe de Estado de 47 horas del año 2002, en contra del Comandante Chávez y aún niegan los hechos, cuando mantienen la posición de que en ese momento lo que hicieron fue "rellenar un vacío de poder", ya que el Presidente "firmó la renuncia"…
Igual sucede con las guarimbas de los años 2014 y 2017, cuando mantienen la actitud negacionista de haber participado en las actividades de violencia callejera, ya que las "legítimas protestas pacíficas" fueron realizadas de manera espontaneas y cívicas por una parte de la población venezolana que estaba molesta, por la brutal represión del régimen
Y para no perder "la costumbre negacionista opositora", no asumen su responsabilidad en los intentos de golpes de Estado y de magnicidio que se han dado en los últimos 5 años, así como tampoco en ninguna de las actividades criminales e insurreccionales (con ataques cibernéticos) que se han dado en Venezuela, después de las elecciones presidenciales del domingo 28 de julio del 2024.
Como tampoco quieren asumir que el partido terrorista "Ven te odio Venezuela", presenta vínculos con delincuentes y mercenarios internacionales.