Demócratas con embudo
“No hay peor ciego que quien no quiere ver”, dice la lengua del pueblo. Y esto no sólo viene a cuento por los dueños de RCTV y quienes con éstos, dicen que van a cerrar la empresa. Argumento éste, que de paso, puede ésta usar para negar derechos laborales, alegando el carácter contingente de la medida. Aunque, bien sabían quienes la gerencian, cuándo llegaría el día de recoger los corotos por vencer la concesión y digan, como el tango gardeliano, que “veinte años no es nada”.
También sirve el refrán para entender el “encalamocamiento” de la oposición y dentro de este ámbito, la gente de Fedecàmaras y sus aliados internacionales. Uno los ve como en la luna y alelados, sin percatarse que éste, no es el mismo pueblo que por tanto tiempo han “fuñido”. “Ese timbre ya no suena, las pilas se secaron”, también se cantó en un viejo y sabio tango.
La OIE (Organización Internacional de Empleadores), de la cual Fedecàmaras, es miembro activo, se propone vetar “la participación de la Confederación Nacional de Empresarios Socialistas de Venezuela en la Conferencia de la Organización del Trabajo (OIT).
¿Y qué argumentan para sostener su posición?
Ellos dicen que para ser miembro de la OIE, se debe “cumplir con los postulados de la libre empresa, mercado, independencia política” y ser libres de cualquier injerencia del Estado. Agregan que, como los “Empresarios Socialistas” no aceptan esas premisas, no pueden pues asistir a la reunión de la OIT.
Y demócratas no son, pues con un embudo en la mano se la pasan, niegan participación a quienes como ellos no piensan y, por ahora, dice uno desconfiado, al contubernio se oponen.
Y alelados o encalamocados se la pasan, si creen que a ellos el pueblo va a creerles lo de su independencia política, pues muy frescas y abiertas las heridas de abril del 2002 están.
Menos va a calarse el pueblo, aquello que dijo el vicepresidente de la OIE, que el objetivo de ellos “es crear una sociedad más justa”, si Fedecàmaras, la filial venezolana de la OIE, a quien ésta considera su “representante legítimo”, es un grupo activísimo en esconder productos para provocar escasez, manipular con la oferta y la demanda, proteger a los suyos para especular al máximo y hasta hacer maromas para evadir impuestos. Por esto, encubiertos en la falsa premisa, según la cual, el mercado todo lo nivela, quieren que el Estado juegue banco.
Y por último, activísima es en inventar fórmulas y cooperar con las ya patentadas, para que Chávez se vaya.
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