Me cuesta trabajo entender la postura de Teodoro en torno al liderazgo del presidente Chávez. Una cuestión de odio se inserta en su mente y no le permite visualizar la otra cara de la Venezuela del presente bajo la presencia de un gobierno bolivariano, que construye junto a su pueblo, el socialismo anhelado.
Es extraño y contradictorio verle hablar sobre el socialismo en América latina y a su vez, esa mirada que plasma con recelo y de manera ofensiva sobre las actuaciones del presidente Chávez, el proyecto social en marcha y su apoyo integracionista.
Considero que a Teodoro se lo comió la manipulación mediática, ese mensaje negativo constante que hace mella en el cerebro y produce efectos catastróficos en el ser humano. Pero también se lo comió la envidia, esa necesidad constante de querer estar en el lugar del otro.
Haber si entiendo, como un hombre con el perfil revolucionario de Teodoro, muestra ante el mundo su debilidad hacia un modelo de sociedad gobernada por oligarcas cuyos propósitos están alejados del bienestar del pueblo, propósitos para su enriquecimiento.
La polarización, centrada en el poder mediático y el poder estatal, que defiende Teodoro, es realmente increíble y risible. Como un individuo que se hace llamar socialista defiende el poder burgués, realzando el rol de los medios privados en una sociedad que despierta ante un nuevo amanecer, rol que se enfrenta al funcionamiento de un Estado, que compite con él y le da lecciones de mando.
El discurso cuartorepublicano de Teodoro quedó atrás, ahora vemos, bocetos que hablan de la importancia de la libertad de expresión montados sobre mapas de ganancias para el beneficio de ricos que impulsan el derrocamiento de la Revolución Bolivariana. Así habla Teodoro.
Un Teodoro que cree que Chávez es un loco que tuvo suerte, un loco que encantó a su pueblo con su disertación charlatana, un loco militar que nada tienen que hacer dirigiendo los destinos de la nación, los militares a callar y aceptar la lapidación de los recursos de la patria. Un loco que se debe eliminar utilizando el poder mediático, un canal de televisión menos, es menos piedras para el loco y sus seguidores. Un loco envidiable que se debe derribar.
Contradictorio y funesto, el pensamiento del actual Teodoro, el Teodoro desesperado que aliado a Granier, Señor Dios, impulsa una campaña de desprestigio contra el presidente Chávez y el gobierno revolucionario. No volverán carajo.
Teodoro el malo, es el Teodoro de la Quinta Republica , el Teodoro que no respeta las decisiones de un pueblo, el Teodoro que no cree en la toma de conciencia, el Teodoro que apoya el golpe de Estado, el Teodoro que acepta el poder mediático, el Teodoro que considera ciegos, a más del 60% de los venezolanos, el Teodoro que nos defrauda y genera tristeza en nuestros corazones cuando lo vemos aliado a la oligarquía y al imperialismo norteamericano.
Bueno, a decir verdad, nunca vi a Teodoro como aquel líder que estimulara el seguimiento, trabaje en sus campañas por respeto a mis principios revolucionarios, no sucedió así con José Vicente, a quien apoye y ame por su fuerza y sentimiento hacia la patria, vea usted, mi amor por Venezuela, me dio la razón.
NO VOLVERAN, PODER POPULAR EN ACCIÓN.