“Nada más inhumano que gozar con el dolor ajeno”
Hace poco se escuchó en casa de William Ojeda, “Máuser” Granier, Julio Carlos Andrés Borges y su combo, un llanto que conmovió hasta al mismo diablo. Ocurrió, después que la fatalidad derribó un puente cerca de Minessota, en USA, una nación adorada por las oligarquías latinoamericanas y a la cual le brindan pleitesía de EUNUCOS. Anteriormente cuando el viaducto de la autopista a La Guayra se vino al suelo, en casa de los antes nombrados se propagó una terrible risotada, de la cual hasta Satanás del averno se hizo partícipe gozando una esférica y un trocito de la otra.
Recordamos a Rafael Poleo el padre de la muchacha que es tan torpe que en vez de ponerse el “polvo” en los glúteos, se lo clava por la nariz e inhala, ¡qué de cosas se ven en este mundo, San Cochito! El Poleo, un editor más gris que nube en invierno abría la bocota que han de despreciar los gusanos frente a “Boquita pintada” gritando que, “Nunca, nunca harás ese puente en menos de cuatros años, Chávez” y resulta que hasta en un libro de récord colocaron a Venezuela por haber construido esa obra monumental en menos de 2 años, ¿cómo te quedó el…Poleo?
En USA se cayó un puente y hubo muertos y heridos. Nos da sentimiento tal acción del tiempo que literalmente esperoló los cimientos de esa vía de comunicación terrestre y causó tal tragedia. Empero la vida te da sorpresa. Para los pitiyanquis venezolanos que en su estúpido mundo de idolatría al yanqui del cual Bolívar dijo algunas cosas negativas, se imaginan que allí todo es perfecto, debió ser un mal trago, del país del “suit american”.
Por ejemplo WILLIAM OJEDA, un columnista tan gris como la nube nombrada, un analista receloso, frustrado y poca cosa, que anda arrecho porque Venezuela ayuda a los más pobres del mundo, debe sin duda andar con es pecho más roto que interiores de jipi, porque él y los propagadores de temores, dolores y rencores, que envidian a Chávez por su humanismo, su inteligencia y su don de político, viven, sufren y becerrean por USA FOREVER.
NOS UNIMOS AL DOLOR QUE EMBARGA A LOS FAMILIARES DE LOS QUE PERDIERON LA VIDA EN ESE ACCIDENTE y le recordamos a William Ojeda, al que algún echador de broma llama “Lavaplatos”, que lo que va suceder sucede: lo que está bajo el sol, siente calor y se seca, los que vive bajo la luna se agiganta sobre las sabanas y se hunde en los lechos de los ríos más profundos del mundo. Hay dolor en algunas familias gringas, mas estoy seguro que ellos nunca se sintieron alegres cuando el viaducto de la autopista a La Guayra se resquebrajó, como sí lo hicieron los OPOSICIONISTAS AL GOBIERNO VENEZOLANO.
Porque en la mente de estos ciudADanos lo que bulle es la maldad: el enanismo, la trapisonda, el rencor, que no tiene nada que ver con política. WILLIAM OJEDA transcribe su envidia a Chávez a través de un medio de prensa venezolano, mas estoy seguro que nadie se le une a su mal, porque William Ojeda jamás ha hecho nada por esta nación del río Cabriales, del Orinoco, del Arauca vibrador y del sol. Es un mal ejemplo para la oposición, porque día a día la podredumbre que le ataca el cerebro, se le expande por todos los agujeros de su cuerpo y alma, como le sucede a todos los seres humanos que no son capaces de compartir el pan ni el agua.
Ellos están llorosos. Se cayó un puente en USA, empero dentro sus enfermos cerebros están deseosos que esa desgracia sucediera en Venezuela y de que hubiera miles de muertos porque ellos no piensan en los venezolanos: piensan en un sistema que les proporcione dinero, lujos, mujeres, bebidas, orgías, viva la pepa y poder político para desbancar a la patria vendiéndola al imperio. Están llorando por su país USA, son los eternos vende patria históricos; lame culos de la sumisión, indignos hombrecitos de la noche. Que lloren; que se lamenten, que se pongan luto. Así son los mediocres, así actúan los acéfalos, los castrados, los eternos envidiosos, que un día se irán de la tierra sin dejar otra huella que no sea EL OLVIDO. Cayó lamentablemente un puente en USA: en Venezuela se construyó otro, por donde hasta estos mismos inodoros de carretera, pasarán con sus lujosos autos en busca de un destino incierto.
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