¡Padre, “ave maría purísima”, Micabú, Ramoncito-Ismael-Dipolo!-
¡Vosotros sois malucos!
Ni Benedicto LXIX-(quise decir XVI, corrijo, es que el Vaticano no usa números pornográficos)-ni Bush, ni Miquilena, ni Ramoncito el “cimarrona”, y ni la Sra. Pluscuanperfecta Dinares de Plata – naturalmente, maracucha, habrán de impedir la Recomposición Constitucional y mucho menos, podrán hacer mellas sobre la integridad moral del Comandante, no obstante, si debemos voltear los ojos hacia la “roca” en la cual está encaramado cada uno de ellos, es decir, el Opus Dei-los “paramilitares” del Vaticano- y la CIA.
La “macoya” de PODEMOS, conformada por los tripochos Ismael García, Ramón Martínez y Didalco Bolívar, entre otros enmascarados de plata, no es que se haya pasado a las filas del enemigo sino que siempre ha sido un enemigo, pero que logro infiltrarse y mimetizarse entre nuestras filas con el fin de frenar desde adentro, el empuje de los cambios de la revolución bolivariana. Sólo que nosotros hemos sido muy boquiabiertos, al dejarlos medrar, desde acá.
Asco, dan asco, son peores que los lechuguinos y petimetres de Primero Justicia-(R. Allup!!! Dixit)-y con quienes ahora van a hacer comparsas. Al igual que los pueblos de inicios de la Era Cristiana, que no se conformaron con Mateo, Marcos Lucas y Juán, sino que se atuvieron a las convicciones de su propio evangelio, asimismo los venezolanos nos atenemos a las disposiciones que nosotros mismos creamos, discutimos y plasmamos en La Constitución Bolivariana, y a la que consideramos como nuestro evangelio canónico y nuestro evangelio apócrifo, no hacemos distancias, como los apóstatas de Roma que, irrespetando a Jesús, si lo hacen.
Es mejor que vivamos en la libertad de los herejes que en la sumisión de la falsía de los embusteros de Roma y de sus sinvergüenzas de acá pero, dicho con rigor, en verdad- en lo particular-yo no me siento hereje porque tengo mi verdadero evangelio: La Constitución Nacional Bolivariana de Venezuela. Y, esa si recoge a Jesús el Hombre en todos sus artículos, especialmente a partir de la Reforma que los sinvergüenzas quieren impedir, porque saben que a partir de entonces tendrán ante sus narices las dos Constituciones más antagónicas del Planeta, la Constitución Bolivariana de Venezuela- moderna y justa- contra, la de Estados Unidos de Norteamérica- envejecida y caduca y todo eso puede desencadenar un escenario estupendo para la toma de conciencia internacional.
La paz o la guerra, el Socialismo donde podamos convivir todos, o el Capitalismo salvaje donde impere la élite económica y militar gringa sobre la esclavitud del resto de los pueblos del mundo.
Nota: Santo el Enmascarado de Plata y Kira, tienen un “jujú”
(Kira se hace pasar como Pluscuamperfecta, para despistar)
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