Rector Vicente Díaz filmará en Hollywood...

...Será “El muchacho” de la película. Gerardo Blayde lo secundará como “El maluco”. Estrategia del “policía bueno y el policía malo”-(palindromo)


El suicidio no es un simple deseo de morir. Ni es un simple acto de valor ni un acto de cobardía, el suicidio más parece ser un acto de enajenación de la conciencia de quien lo practica.

Le ocurrió a RCTV y sin embargo, el resto de la guarimba periodística no encuentra en que palo ahorcarse. Por caso, ahora, es el Rector del Consejo Nacional Electoral-CNE- Vicente Díaz, quien haciéndose el mogollón, sale a encabezar esa guarimba mediática, al demandar el cambio del “espíritu” del artículo 344 de la Constitución Bolivariana pero, en el fondo, lo que busca es camorrear.

No siempre es prematuro hablar de lo que no ha ocurrido; así que el referido Rector puede salir muy mal parado ante el pueblo, debido a sus absurdas imprudencias- por decir lo menos-de querer impedir la reforma constitucional y derrocar a Chávez.

Es que cuando lo miré “blanco y migao”, me dije, “eso es pan con leche” y creo no equivocarme. Ese Señor es un conspirador.

Un hombre cualquiera- pero mucho menos, un Rector-que no desarrolle sus sentidos, no puede percibir la realidad, aceptablemente, sino que la percibe parcialmente unilateral.

Confundir la visión que uno tiene de la realidad, con la realidad misma, es un craso error porque el mundo vive en una incesante confrontación entre la teoría y la práctica; por caso, si una Ley no se sujeta a la realidad real, tal ley es vacía de dirección y de sustancia.

La dicotomía- a grandes rasgos- está en desarrollarnos o en estancarnos, bien sea que aprobemos o no aprobemos la Reforma Constitucional pero, el Rector Díaz- peor aún-lo que parece plantear es una tercera opción: que retrocedamos y reingresemos a la crisis de la IV República de la que por cierto, ya pasaron sus funerales pero él y el otro, conjuntamente con el resto del elenco, pretenden seguir de luto y gurimbeando, lo que es triste.

Durante décadas, Venezuela estuvo sometida a leyes y prácticas corruptas pero los referidos serafines nunca dijeron “esta boca es mía”; en cambio, ahora, cuando esas mismas leyes están en manos del pueblo para que las corrija y las libere de gérmenes, es cuando ellos se despepitan.

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com


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Guillermo Guzmán


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