“Tilingo tilingo / mañana es domingo/ se casa la Pita con Don Juán Domingo/¿Quién es la madrina?/-¡Juana Catalina!-/¿Quién es el padrino?/ ¡Pepe Barrigón!/ el que hable primero/ se traga un tapón/ Yo, no me lo trago...¡¡¡porque tengo la llave....de San Simón!!!-
Versos de la escuelita. Y, entonces, los muchachos traviesos salía(mos)n a recogerle las lechosas y las guayabas a Monseñor Brekelmans, un magnífico sacerdote holandés que se vino a Venezuela a hacer el bien y a convivir con los pobres. Sus huesos reposan en Ciudad Bolivar.
Monseñor Brekelmans daba un centavo o una locha a cada uno. Dinero que paraba en las manos de una puta a la que esos muchchos sinvergüenzas -menos uno-acudían para succionarle la teta.
Se trataba de niñitos muy mamíferos, de entre cinco y ocho años, aproximadamente. Todos, menos uno-que era sobrino de mi tío Pablo- pagaban su centavito. A éste le decía muy quedo, así. “tu no pagas porque eres sobrino de Pablito”.
Uno de los muchachitos, que fue a comulgar, le echo el cuento a Monseñor y, éste, le entró a coscorrones a todos, por separado.
Recuerdo, que después nos reunió a casi todos y nos dijo más o menos así: “Sinvergüenzas, es un grave pecado ir a escarbarle las tetas y los pendejos a las putas, deben dejar la concupiscencia y la maldad”.
Pero ese formidable cura tuvo un jujú con una señora que le limpiaba la casa parroquial. Por lo que lo admirábamos y respetábamos. Es que un buen cura debe ser un hombre como Brekelmans.
Sin la conciencia, no se pueden conocer los caminos a seguir ni la manera de alcanzar los objetivos. De nada vale alzarse en rebeldía a menos que haya una conciencia liberadora.
La jerarquía religiosa- a diferencia de uno que otro buen cura de parroquia, que los hay-es enemiga jurada del pueblo venezolano. Urosa, Porras, Lückert, Santana, Ugalde y demás de esa “Macolla” mefistofélica, se han abalanzado como fieras hambrientas contra la reforma constitucional, aliados con Bush , tal como lo hiciera el Papa anterior, aliado con Reagan, contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Pero, nosotros no vamos a tragarnos el tapón porque tenemos la llave de Simón Bolivar: Conciencia de patria.
No vamos a replegarnos. De una vez propongo a los Concejos Comunales del país, diseñar un Nuevo anteproyecto de reforma con un solo tema y un solo artículo. Reelección presidencial.
Tenemos que acercar las inquietudes del pueblo a las propuestas del socialismo. Si logramos enganchar ambas fuerzas, se ahorrarían trámites para concretar la reforma constitucional. No debemos dejar brechas entre los intereses del pueblo y los planteamientos políticos, sociales y económicos del socialismo.
Benedicto 0,16 asesorado por Bush, ha decidido seguramente, entrompar contra las instituciones del Estado venezolano, una por una, en ataques divergentes. La respuesta del pueblo y de las instituciones, deben ser convergentes contra el enemigo que, por cierto, no es nada coitófobo sino que tiene ambigüedad moral.
La iglesia de Benedicto tiene una evidente crisis de identidad. Si añadimos que no hay soga que no reviente, bueno, que los dignos curas confronten a los sinvergüenzas, incluyendo al Obispo Mayor y puedan sanear su iglesia, para que así, más adelante, podamos marchar juntos por la paz y por la liberación de los pobres, como Jesús- el Hombre- lo hacía por los montes de Palestina y de Galilea, con lenguaje sencillo y verdaderamente ecuménico. El Papa, en contrario, es un apóstata.
A los obispos conspiradores hay que ofrecerles un pico y una pala para que trabajen alguna vez. A Ugalde, especialmente, hay que regalarle una cigüeña cabezapelá por su triunfo en el “Festival de las Moscas”.
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