El limbo ha dejado de existir por mandato divino de la Santa Iglesia, aunque uno se consiga por la calle cada pendejo que cree que Globovisión y otros albañales mediáticos son un pedacito de cielo, confirmado por las constantes opiniones políticas de los heresiarcas criollos en vivo y directo.
Eso ya lo sabíamos, pero resulta que ahora hay siete nuevos pecados capitales. Son de índole ecológica, genética y socialista. La Iglesia se ha actualizado para declarar pecador a medio mundo. Quien se haga el paisa, que invada.
Ya me imagino a una “doña” en el confesionario: Confieso que he pecado padre. Anoche me tomé dos pepas de Valium para poder dormir.
¡Hija, has pecado! In nomine pater, ego te absolvo. Vaya y rece tres padrenuestro y tres avemaría. Saldrá redimida, como si acabara de salir de una terapia desintoxicante. Pero no es pecador mister danger, que se drogaba con cuanta vaina encontraba desde que estaba en la jai scul porque ahora es president of iunaite estei.
La “doña” ahora se siente con autoridad moral para dar su opinión: Es que el motivo del alto consumo de cocaína es por esos salvajes indígenas bolivianos que se la pasan sembrando coca y cosechando sus hojas para vendérsela a los guerrilleros ¡Eso es un pecado mortal! ¡Ora pro nobis, Condolezza!
¡Mea culpa, mea culpa! Dirá Don Varito cuando confiese sus sacrilegios. ¡Que pena con usted, Señor Don Papa, se me congestiona el alma de remordimiento por haber lanzado exfoliantes sobre la querida y entrañable hermana república de Ecuador! Aun con este papel de víctima que llevo a cuestas, no dejo de pensar en las dos hectáreas de selva virgen que deforestaron mis chinos a punta de misiles allá en Sucumbíos ¡Ay hombeee!
Desesperado, un devoto feligrés acude a toda prisa donde el cura y dice: Padre he sucumbido a la tentación de ingerir alimentos transgénicos ¿soy un pecador?
No hijo mío, solo si lo comes durante la cuaresma. Recuerda que en estos casos los pecadores son los científicos genetistas que se creen superiores a Dios.
Los otros pecadillos son no producir pobreza, no enriquecerse a expensas del bien ajeno y no provocar injusticia social. Quisiera saber que diablos van a decir ahora El Cardenalito Urosa y los señores monseñores de la conferencia episcopal.
¡Ah, ya sé! Se quedarán calladitos haciéndose los locos, porque no pronunciarse ante las injusticias y ante el clamor de los pueblos del mundo no es considerado pecado en la Santa Sede. Eso sería tanto como admitir que El Vaticano está lleno de avaladores de tiranías, de bendecidores de gobiernos empobrecedores, de agiotistas (En el Banco Ambrosiano), de alcahuetas de paramilitares con todos sus pecadillos. Sería tanto como acusar de pecadora una de las cabezas de la hidra imperialista.
Pero de todas formas Cardenalito ¿Verdad que el Comandante está librando a la Patria de pecados? Y usted ¿Está libre de pecados? Láncese ahí con una declaración.
pladel@cantv.net
Eso ya lo sabíamos, pero resulta que ahora hay siete nuevos pecados capitales. Son de índole ecológica, genética y socialista. La Iglesia se ha actualizado para declarar pecador a medio mundo. Quien se haga el paisa, que invada.
Ya me imagino a una “doña” en el confesionario: Confieso que he pecado padre. Anoche me tomé dos pepas de Valium para poder dormir.
¡Hija, has pecado! In nomine pater, ego te absolvo. Vaya y rece tres padrenuestro y tres avemaría. Saldrá redimida, como si acabara de salir de una terapia desintoxicante. Pero no es pecador mister danger, que se drogaba con cuanta vaina encontraba desde que estaba en la jai scul porque ahora es president of iunaite estei.
La “doña” ahora se siente con autoridad moral para dar su opinión: Es que el motivo del alto consumo de cocaína es por esos salvajes indígenas bolivianos que se la pasan sembrando coca y cosechando sus hojas para vendérsela a los guerrilleros ¡Eso es un pecado mortal! ¡Ora pro nobis, Condolezza!
¡Mea culpa, mea culpa! Dirá Don Varito cuando confiese sus sacrilegios. ¡Que pena con usted, Señor Don Papa, se me congestiona el alma de remordimiento por haber lanzado exfoliantes sobre la querida y entrañable hermana república de Ecuador! Aun con este papel de víctima que llevo a cuestas, no dejo de pensar en las dos hectáreas de selva virgen que deforestaron mis chinos a punta de misiles allá en Sucumbíos ¡Ay hombeee!
Desesperado, un devoto feligrés acude a toda prisa donde el cura y dice: Padre he sucumbido a la tentación de ingerir alimentos transgénicos ¿soy un pecador?
No hijo mío, solo si lo comes durante la cuaresma. Recuerda que en estos casos los pecadores son los científicos genetistas que se creen superiores a Dios.
Los otros pecadillos son no producir pobreza, no enriquecerse a expensas del bien ajeno y no provocar injusticia social. Quisiera saber que diablos van a decir ahora El Cardenalito Urosa y los señores monseñores de la conferencia episcopal.
¡Ah, ya sé! Se quedarán calladitos haciéndose los locos, porque no pronunciarse ante las injusticias y ante el clamor de los pueblos del mundo no es considerado pecado en la Santa Sede. Eso sería tanto como admitir que El Vaticano está lleno de avaladores de tiranías, de bendecidores de gobiernos empobrecedores, de agiotistas (En el Banco Ambrosiano), de alcahuetas de paramilitares con todos sus pecadillos. Sería tanto como acusar de pecadora una de las cabezas de la hidra imperialista.
Pero de todas formas Cardenalito ¿Verdad que el Comandante está librando a la Patria de pecados? Y usted ¿Está libre de pecados? Láncese ahí con una declaración.
pladel@cantv.net