Por ahí rodando una nota que
dice que…”se nos muere Nixon” aludiendo al decano de los universitarios
al cual le dieron un título chimbo que no merece darle importancia.
La nota dice que Chávez va a permitir que se muera “ese bebé, ese
Mesías, ese peluche, ese osito de cuento sin que ningún médico pueda
verlo”. Una de las cosas que más nos llama la atención es que la
oposición venezolana además de chimba, es ridícula, ¿quién qué
haya visto a una mujer policía de un estado venezolano llorando
después que un grupo de TERRORISTAS encabezado por un tal NIXON
MORENO de una universidad de provincia la agarró y la llevó a un lugar
apartado con la innoble y sádica intensión de violarla, va a llorar
porque Dios le pida cuenta al sádico de marras?
Nixon Moreno es famoso, pero
su fama es perjura. Una fama que no desea alguien que se respete y que
respete. Nixon Moreno es parte de esa descabellada oposición FASCISTA,
OLIGARCA que desde que llegó el barinés Chávez a la presidencia aupado
por el noble pueblo venezolano, se ha dedicado a manifestar su ira,
su odio, su poca inteligencia, desestabilizando con su accionar malandroso
el pueblo de Bolívar.
Nixon Moreno no es un joven
al que hay que seguirle los pasos, porque sus pasos son los de
un energúmeno. Los de joven que ofende a sus congéneres, oponiéndose
a la voluntad de la mayoría. Si fuera demócrata, respetara al gobierno
actual y lucharía limpiamente en busca de sus propósitos. Pero no
es así: pertenece a una jauría de fascistas que se creen en el derecho
que quitarle al pueblo soberano el gobierno que se dio en libres y pulcros
comicios.
Esa lucha de Nixon Moreno no
es legal. En ningún país se le perdonaría el haber supuestamente
violado a una dama, a una mujer venezolana que estaba cumpliendo con
su deber de mantener el orden. ¿Por qué respetar a quién no respeta?
Y e colmo; la iglesia de Pedro le da asilo a un hombre acusado de violación,
¿dónde está aquella iglesia que hablaba de respeto, de valores sociales
y familiares?
Nixon Moreno puede estar enfermo: eso es cierto es un humano, pero, ¿quién tiene la culpa de su accionar sino es él mismo y los vándalos que le llenaron el cerebro de maldades? La Revolución Bolivariana no debe ser blandengue ni aún con quienes se hacen llamar revolucionarios, porque la ley entra por casa. Demostrar que a Ley es implacable con quienes la usurpan, en prioritario. Ya basta de blandenguerías. La debilidad de Estado puede resquebrajar la naciente Revolución. Es hora de decirle a los déspotas que en política se gana y se pierde, pero no se permite, por ninguna causa, el avasallaje, la desestabilización, el desequilibrio de las instituciones. El pueblo venezolano, aún los que están en la acera de enfrente, saben que Nixon Moreno actuó de manera incorrecta, saben que irrespeta la regla del juego democrático, y que sin razón aparente, se deja manejar por fuerzas extrañas al estado de Derecho que existe en Venezuela.
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