¡A mí que me registren, Chávez!

Más fulmínate que el rayo del Catatumbo y clarito como el sol que todos los días nos encandila; el Presidente del PSUV, en la reunión que realizó aquí en el Zulia con todos sus candidatos, ha dicho: "No tengo casa, finca, carro ni finca ni de media hectárea, ahí está escrito lo que yo tengo y estoy a la orden para que se revise lo que tengo". Ante semejante declaración jurada presidencial, de seguro que a más de uno de los presentes y ausentes, les corrió un chorrito de sudor frío por el espinazo y gritó pá sus adentro; no ¡patria socialismo o muerte!, sino ¡paso y gano!

Para nadie es un secreto que el líder de este proceso, como Tomás de Torquemada ha echado este balde de agua bendita, no al también presidente de UNT, de quien por estos días se le ha inculpado hasta de ser quien fue el que mató a Consuelo. ¡No!, estas asépticas gotas frías, han sido lanzadas a los presentes y a los asuntes de esa reunión, que se han aprovechado como perfectos conversos, de los discursos que sobre la ética, la revolución y el socialismo pregona nuestro comandante, para meterle la mano al erario público y comprarse no una, sino varias fincas, y de paso varias Hummer para salir a revisar todo lo que se han robado.

Podrán pedir que los revisen los “dirigentes” del PSUV que aquí en el Zulia hace 8 años eran unos patas en el suelo, y hoy son grandes propietarios de fincas, casas y apartamentos lujosos; y por supuestos de cuatro por cuatro que no se atreven a pararla frente a su comando de campaña, por temor a que esa militancia irredenta, sin querer queriendo les vayan a meter un rayón más grande que el que tienen sobre su moral pública.

Darán la orden de que les revisen, aquellos empresarios “bolivarianos” que vergonzosamente pisotean el tricolor venezolano, allá en los tribunales del mismisimo imperialismo norteamericano; donde se han esmerado en demostrar todas las trapisondas y negocios sucios, que a diario realizaban ante las narices de nuestro gobierno revolucionario y de nuestro pueblo que a diario también grita: !no volverán!, ¡no volverán! y resultan que han vuelto como vampiros rojos rojitos para despacharse y darse el vuelto en materia de corrupción.

“Debemos acabar con la corrupción y el que se deje morder por el vampiro de la corrupción, debemos hacer que se vaya”, señaló también el jefe de ese partido, y ese otro balde de sahumerio tampoco sería pá los candidatos y militantes del PCV y PPT, porque hasta ahora ninguno de los pocos cuadros de estas organizaciones políticas que han calentado sillas en su gobierno, han sido señalados de corruptos del proceso.

Así las cosas, y en medio de tanta duda, suspicacia y picaos de vampiros, no nos queda más que encomendarnos a Dios; porque por lo visto el diablo anda suelto, es corrupto, rojo, rojito, se infiltró en el gobierno; y el único que pueden gritar sin despertar sospechas: ¡A mí que me registren, Chávez! Es el pueblo que todavía tercamente sueña con su revolución prometida.

douglas.zabala@hotmail.com



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Douglas Zabala


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