La Conducta del gobierno norteamericano y el presidente Obama están dando claras muestras de no diferenciarse mucho de su antecesor Bush con relación a su agresiva actitud hacia el gobierno venezolano y el presidente Hugo Chávez. En un corto período de tiempo se han producido ataques injustificados y torpes tanto por parte del presidente como de altos funcionarios de su gobierno. Esas políticas contra Venezuela tienen concordancia con lo que durante la reunión conspirativa efectuada en Puerto Rico por altos personeros del gobierno de Bush y del Estado yanqui y antipatriotas y mercenarios venezolanos como Alberto Federico Ravell, Julio Borges, Luís Ignacio Plana, Omar Barboza y otras mercenarios. Corrobora nuestra apreciación lo dicho por el Coordinador de Operaciones Especiales de la Dirección Nacional de Inteligencia-EEUU, Alfred Taylor, presente en esa reunión y que señaló: “Si bien es verdad que las grandes líneas de nuestro país, sobre todo en lo que tiene que ver con la defensa y seguridad, no se modifican sustancialmente por un cambio de presidente, hay tópicos geopolíticos o puntos de vistas de algunos funcionarios que pueden incidir en nuestros planes actuales para Venezuela.
Desde allí surgen prioridades y metas concretas que deben ustedes discutir hoy. Entiendo que se ha avanzado en un consenso mínimo, que puede ser operacionalizado y nosotros estamos dispuestos a ayudar en su ejecución y para eso estamos aquí”.
Precisamente esa operacionalización de la actividad subversiva, una vez fracasada –como era previsible– la parte del Plan Jaque al Rey referente al proceso electoral pasado, imponiéndose, como ocurrió, el triunfo del SI por un amplísimo margen superior al millón trescientos mil votos, pone en ejecución la parte del plan referente a la construcción de una fuerza delta o ejército paramilitar presentado al país como una simple policía adscrita a la Alcaldía Mayor como a las Gobernaciones de los estados Miranda, Zulia, Táchira, Carabobo e incluso Nueva Esparta.
Cobra importancia lo señalado en la reunión donde se formaliza el Pacto de Puerto Rico referente a la creación de fuerzas paramilitares comandadas por Ledesma, Radonski, Ocariz, y otros opositores en poderes regionales y/o municipales. Entonces dijo en la reunión, refiriéndose al paramilitarismo Alberto Echeverri, de la Fuerza Delta de ArmorGroup-Colombia: “La reina (de ese siniestro juego de ajedrez) sería la fuerza de choque conformada por elementos policiales y militares”.
Ledezma, desde que se posesionó del cargo comenzó a trabajar en función de crear un cuerpo paramilitar, contratando al parecer instructores israelitas, colombianos y de otras nacionalidades y queriéndole dar a ese cuerpo paramilitar una apariencia inofensiva, de resguardo del orden publico, de combate a la delincuencia; pero se conoce, por ser un hecho públicamente denunciado, que se trabaja aceleradamente en eso, en la dotación del sofisticado armamento y la acumulación de una fuerza militar capaz de actuar –junto a los grupos paramilitares que de Colombia se han infiltrado en el país– en los próximos meses si llega a estructurarse como pretenden.
Si alguna duda pudiera quedar de que detrás de ese proyecto de crear una fuerza parapolicial y paramilitar son los gobernantes de los Estados Unidos, volvamos a las intervenciones de los representantes norteamericanos en la reunión, quienes revelan abiertamente su participación foránea en la organización de la referida fuerza. Veamos como confiesa el norteamericano Klein Silbes responsable para el aérea caribeña del Comando Sur-Colombia, la injerencia de su Estado y Gobierno contra Venezuela.
“Coordinar la fuerza delta. En una entrevista con Ledezma y el gobernador de Miranda, acordamos una iniciativa para darle cobertura legal a estas fuerzas, incluidas las alcaldías de la gran Caracas. Creo que están creando una CORPORACION DE SEGURIDAD, como la que Echeverri desarrolló en Medellín cuando Uribe era gobernador”.
Hace pocos días el Gobierno del Presidente Chávez, a través del Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia anunció, de manera enérgica, no sólo la ilegalidad de Ledezma en querer organizar un cuerpo policial para lo cual ni estaba autorizado ni tenía facultades para hacerlo. El pueblo venezolano supone que las enérgicas declaraciones deben ir acompañadas de una acción punitiva que desmantele los grupos ya organizados y entrenados, reclutas provenientes de antiguos cuerpos policiales, militares retirados, les confisquen las armas y se aplique finalmente la Ley de Policía Nacional. No es posible que el gobierno sabiendo el carácter fascista y golpista de Ledesma, Radonski, Ocariz no llegue hasta el fondo de este delicado y peligroso problema. No basta con el anuncio, es más, conociendo como se conoce a estos subversivos, se sabe que si no son vigilados y se les hace un seguimiento permanente, van a burlarse del gobierno y seguir, tras bastidores, con su siniestro plan
Pero volvamos nuevamente a las interioridades de la reunión de Puerto Rico del 9 de enero de este año, las intervenciones de los agentes norteamericanos, quienes hablan sin tapujos de pretender darle cobertura legal a ese plan subversivo paramilitar. Así, un venezolano cuyo nombre no se dio a conocer, quien está altamente comprometido con el ejército norteamericano en la lucha represiva y militar contra la insurgencia colombiana y contra el pueblo de ese país hermano, mercenario que, igualmente comprometido con la subversión contra el Presidente Chávez, revela los planes de legalizar el ejército paramilitar. Léase lo dicho por el siniestro personaje anónimo.
“Se que no hay tiempo para largas disertaciones. Mi responsabilidad es coordinar todo lo que tiene que ver con la fuerza delta de las operaciones que han conocido hoy. De allí que sea importante el apoyo oportuno de los factores que ustedes representan. Vamos a utilizar como cobertura o fachada el contrato que está por firmarse entre Armorgroup y las Alcaldías de Caracas en materia de seguridad y riesgos. En esta empresa se acumulan múltiples experiencias y su cuerpo directivo está conformada por gente probada, tal es el caso ex jefe de operaciones de la GN Cnel. Iván Trujillo, con una clara influencia en el componente donde se incluyen capitanes y mayores activos incorporados ya en estas actividades. En varias regiones con las policías de las alcaldías y gobernaciones que están bajo la dirección de ustedes se están armando los equipos de la fuerza delta, pero requerimos luz verde para comprar armamento y otros pertrechos. En este terreno esto es esencial en los planes, por eso debemos salir de aquí con una aprobación tácita”.
Está pues, al desnudo, el plan de Ledesma, Radonski, los alcaldes de Sucre, Baruta, Chacao y El Hatillo –“incluidas las alcaldías de la Gran Caracas”, según dijo Klein Silbes, el militar golpista norteamericano en la reunión– en torno al plan de preparar fuerzas para buscar el derrocamiento del proceso revolucionario y del Presidente Chávez. Ellos le dan a la organización de esa fuerza delta el mayor valor, eso los eximiría, en una primera fase, de tener que acudir a una intervención militar abierta en caso de que logren crear un caos, un estado de ingobernabilidad en el país, de tratar de capitalizar los conflictos sociales y darles un giro político, agudizar la violencia criminal con crímenes horrendos y agresiones terroristas como ya viene ocurriendo. Piensan, incluso, revivir las movilizaciones del 2001 porque asumen, con el crecimiento de 600 mil votos obtenidos en las elecciones del 15 de febrero, con los que superan su techo histórico de los 4 millones 400 mil votos, trasladan mecánicamente esas cifras, propia de una votación muy coyuntural, al plano de la calle, sueñan conque pueden convocar esa cantidad de personas, olvidando el pequeño detalle de la utilización criminal que hicieron el 11 de abril de aquella masa con claros fines criminales y subverivos, con el ya conocido saldo de personas muertas del lado opositor, asesinadas por los francotiradores mercenarios contratados por los militares golpistas.
Como señaló el presidente Chávez, al referirse a Ledezma, que ese individuo lo que debería es estar preso, ni soñar en conversar con semejante esperpento.
La situación golpista, subversiva mejor dicho, sigue allí, con un aparataje terrorista pequeño pero con el que piensan revivir las guarimbas incendiarias y un siniestro plan dirigido contra el movimiento popular, contra los líderes populares más avanzados y de vanguardia, el asesinato selecto de dirigentes comunitarios, si les es posible intentar saqueos de comercios por grupos de vándalos.
Hoy, a la luz de los resultados electorales, las luchas en el seno de los sectores contrarrevolucionarios es a cuchillo limpio, por ver quién capitaliza los cinco millones de votos, tanto para soñar con ir en pos de una mayoría en el seno de la asamblea nacional, cuando el próximo año se renoven las curules de diputados, como para acciones de corte subversivo y violento que nunca abandonan, que se la imponen a los más moderados, pues además ésa es la orden de sus jefes del gobierno norteamericano. La “sinceridad” de las declaraciones del jurásico Ramos Allup, donde reconoce que en las elecciones de referendo el gran ganador fue Chávez y el Gobierno, y la oposición era un nido de alacranes –tarde piastes pajarito al reconocer lo que nuestro pueblo siempre ha sabido–, sólo muestran en el hombre de la espoleta, no un viraje al centro político, ni un rasgarse de las vestiduras, sino la podredumbre donde ha convivido el esqueleto de AD que él dirige, con otros malolientes grupos y grupúsculos capaces de las más inimaginables fechorías y felonías, donde la categoría de fuerzas o sectores opositores les queda grande, para ser, como son, grupos de exaltados, extremistas de derecha, fascista y neo fascistas que irán detrás de Ledezma si éste logra organizar su fuerza delta o pequeño ejército de paramilitares, reforzados con las brigadas de paramilitares colombianos que puedan existir, si es que el gobierno no las ha desbaratado y desmantelado para entonces (junio parace ser la fecha de las convulsiones que artificialmente pretende preparar), para lanzarse, como en el 2001, a la aventura del derrocamiento violento del gobierno revolucionario o su debilitamiento.
Las fuerzas progresistas, revolucionarias, bolivarianas, socialistas, los grupos sociales, los consejos comunales, consejos campesinos, grupos estudiantiles deben estar muy alertas, denunciar por todos los medios las intenciones del alcalde fascista y golpista y contribuir a desbaratar esa vil maniobra con la que quieren darle a Caracas y al país un baño de sangre. En ese sentido la situación no es para sentirse tranquilos porque de esos bandidos cualquier cosa se puede esperar.
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