Compatriota Mario Silva: realmente no se metió usted en camisa de once varas al decir que de acuerdo a un cúmulo de información que le llegó, algunas direcciones regionales pudieran estar en manos de alcaldes y gobernadores en desmedro de las bases. Usted lo que hizo al final de la Hojilla de este viernes fue descubrir el agua tibia.
Esa camisota fue confeccionada al calor del mismísimo parto del partido por los sastres de las maquinarias políticas regionales y quienes estamos metidos en semejante ropaje somos nosotros.
Aunque parezca oximorón, celebro con tristeza que lo diga, porque si usted revisa Aporrea por los días del nacimiento del PSUV, se encontrará con un cúmulo de artículos de proporciones semejantes al que usted tiene. La diferencia es que no nos pararon bola; estimo que la prioridad era que el partido debía nacer. Vale, pero ahora esperamos que sus palabras sean preludio de atención específica por parte de la Dirección Nacional.
Usted dice que su opinión es a título personal. Pero está hablando sobre un problema que sucede en el partido, forma parte de nuestra dirección nacional y su opinión tiene peso específico dentro del proceso. Por añadidura es vocero que desafía con éxito al fascismo imperante en el sistema mediático criollo. Así mismo comparto y apoyo sus duras e indispensables críticas a los traidores y brinca talanqueras. Ayúdenos, en consecuencia, a zafarnos de la camisita. Gajes del oficio, camarada.
Debe impulsarse sin más demoras las discusiones de base sobre aspectos político ideológicos para la profundización del proceso en contraposición de quienes han utilizado el poder otorgado por el Pueblo para ralentizar las actividades de base de forma explícita o entaparada. Eso existe y creo que es un elemento fundamental que debe discutirse en el próximo congreso.
No es necesario dar detalles, pero tal como a usted le llegó información, ya se enterarán otros integrantes de la dirección nacional de muchos, con pelos y señales. Los intríngulis que llevan a las motivaciones de tales acciones en regiones y localidades tienen mucho que ver con la falta de ética y moral revolucionaria.
A los camaradas todos les digo. Tenemos el derecho a criticar en el entendido de vigorizar la dialéctica, crisol insustituible para el surgimiento de los liderazgos de base, pero es un flaco favor al proceso promover acciones que favorezcan al enemigo. Es nuestro deber acudir a actualizar nuestros datos como militantes del PSUV, pues con ello ratificamos nuestro derecho a ser escuchados y propiciar desde su seno los cambios verdaderos.
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