La obcecación y la taruguez de una o unas personas, se caracterizan por una conducta terca de negación de la realidad y contraria todo lo que es palpable y visible. Por ejemplo: los “lideres de Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Copey, AD y otras organizacioncitas semejantes” de pequeña o casi nula trascendencia.
Los miembros de estas ¿organizaciones? Son personeros y personas con un triste y conocido pasado, no precisamente bueno. Se han caracterizado por la traición como conducta, la mentira como verbo y la disposición a servir al mejor postor, como forma de vida. Se les lee en la prensa escrita y se oyen en los medios radiales y audiovisuales, apoyando todo lo que sea contra el progreso popular, sirviendo de eco repetitivo de las mentiras y calumnias que se hacen contra aquellos que actúan a favor de la libertad, la justicia y la inclusión social, política y económica en beneficio de las mayorías. Mayorías que mantuvieron por siglos y siglos marginadas y humilladas para beneficio de unos pocos explotadores. El modus vivendi de esa gentecita ha sido mediante el sindicalerismo (viviendo a costilla de los demás, pues nunca trabajan), como jefes de partidos organizados al mejor estilo de la cosa nostra, como empresarios con capitales provenientes de cargos públicos, desde los cuales amasaron fortunas y bienes no acordes con sus sueldos.
Hoy estos vividores de lo fácil aparecen hablando de ideología pero ¿Qué ideología es esa con la cual, solo se pretende un cargo burócrata para hacer dinero? ¿Es ideología poner precio al terruño que los vio nacer, para entregársela a intereses extranjeros, tan solo para disfrutar de capital y lujo que alimentan vicios y jactancias? ¿Que ideología puede tener por ejemplo, Manuel Rosales, Julio Borges, Antonio Ledesma? Búsquenles la historia pasada y encontraran prontuarios, solo averigüen su aparición en los escenarios políticos nacionales, y encontraran como factor común: dinero mal habido y organizaciones fascistas y anti pueblos, cuyo rol fue y es aun, defender a los que saquean los bolsillos y el sudor del pueblo.
En verdad que la inmoralidad de estas personas y sus seguidores medios, raya en lo vulgar y en lo obsceno. Se podría decir que son parias, sin más horizonte que vivir de lo fácil y, a costilla de los débiles. Con el engaño y la mentira como profesión. Éllos hablan de libertad y aplauden las dictaduras, pregonan la justicia y mancillan a los trabajadores, campesinos y pueblo en general. En definitiva son el fundamento contrario de la historia, la justicia, la verdad y la vergüenza.
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