No le queda bien al gobernador del Táchira, ese papel de ahora salir a victimizarse, como si fuera una mansa paloma, si no le conociéramos, tal vez, nos podía engañar; pero ciertamente ese lloriqueo no le queda bien; ya que hasta ahora ningún tribunal de la República que se tenga conocimiento ha dictado orden alguna de detención, a no ser que su conciencia le está perturbando a tal grado, que por si mismo se va a meter en un calabozo de su propia Poli-Táchira o va salir huyendo como los que están en Bogotá y Perú.
Esa paranoia que ahora auto persigue al señor gobernador, solo es producto de sus arbitrariedades, de sus caprichos administrativos que ha hecho en estos últimos nueve meses de desgobierno regional.- Por eso bien cabe como anillo al dedo, aquello de que:-“la culpa no es del ciego, sino de quien le da el garrote”; ya que el desorden administrativo desde el punto de vista procedimental es tal, que ciertamente en el criterio técnico y legal de los analistas del PSUV-Táchira, quien abrió la puerta para que se gestione ante la instancia correspondiente el ante juicio de merito ha sido el desorden administrativo que el propio gobernador ha hecho de la Hacienda Estadal.
Entonces que no venga ahora, a echarle la culpa al Presidente de la República, ya que ni Chávez, ni el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), tiene nada que ver con todo se desaguisado administrativo en que sus asesores y adulantes han llevado a cabo con el visto bueno de él, en tanto que cuentadante del ejecutivo regional.
Uno de esos tantos errores pecaminosos de la administración de la actual gobernación ha sido, el acto arbitrario y desconocedor del más mínimo estado de legalidad; fue el haber modificado a su antojo y saltarse los procedimientos tanto administrativos como jurídicos de La Ley de Presupuesto del Estados Táchira; lo cual se le alertó, se le dijo, pero cuan Martín Valiente Cualquiera, hizo caso omiso, y ahora ahí tiene las consecuencias, en la decisión y fallo tomado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), quien le ordena reponer a su estado original la Ley de Presupuesto y someter su modificación en cuanto sea posible, ante el ente jurídico competente, como es el Consejo Regional Legislativo (CRL); ya que por muy gobernador que sea este señor Pérez Vivas, no puede no tiene cualidad para caprichosamente hacer, lo que hizo con esta ley presupuestaria.
Uno no sabe, si es que a esta fecha, este señor aún no se ha percatado que es gobernador, y por eso maneja las finanzas del Estado como si fueran una bodega en quiebra; por eso es bueno, reiterarle que aquí en Venezuela, en el Estado Táchira donde funge de cuentadante de la cosa pública, existen leyes, normas que son de obligatorio cumplimiento, y que nadie y menos un gobernador, se puede dar el lujo de desacatarlas.
Este gobernador filibustero de la política en su megalomanía, ahora se la está dando de perseguido, de que Chávez, dizque lo va a meter preso, cuando son sus propios errores políticos y administrativo que lo están hundiendo como barco a la deriva, es decir, tiene el síndrome de Chácumbele, el mismito se está sacando de juego.
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(*) Miembro Buró Político PSUV.Táchira
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