Venir a recriminarle a estas alturas del rollo comicial el abstencionismo militante, perpetuo y de por vida al perseverante Domingo Alberto Rangel sería una necedad política; pero a esta “espadachín” de la justicia electoral no le podemos piropear su conducta de raje abstencionista, porque precisamente a raíz de los resultados dados por el CNE aquel diciembre del 2005, la hoy precandidata de la mesa unitaria remató la partida, señalando que en el informe sumario de Súmate “se concluye que éstas elecciones no fueron limpias, dado que con la aplicación de Las Morochas se violó la representación proporcional prevista para el sistema electoral mixto venezolano”.
Tampoco sería loable venir con la criticadera por la conducta asumida aquellos días por el chillón de Henry Ramos Allup, cuando en su iracundia abstencionista proclamó: “En estas condiciones no podemos participar en el proceso electoral (...), la propuesta nuestra es que se debe suspender el proceso"; pero olvidar a la que promovió esta conducta y que como premio de consolación por sus resultados expresara: “En las memorias de la máquina y del pendrive queda registrada una fecha y hora asociada a cada voto, lo cual permite reconstruir la secuencia de los votos y saber la preferencia de cada elector”, sería algo que no se le puede festejar ni a cambio de un picón como los regalados al señor Bush en aquellos días de la casa blanca.
Mucho menos habrá que criticarle al que huye por el Perú y amenaza con regresar como candidato por la ciudad que lo había elegido Alcalde; porque al otro día de la jornada en un tono lastimero rumiaba su dislate abstencionista: “yo jamás llamé a no votar, nuestra propuesta no fue retirarnos de las elecciones, pero después de una agresión de la magnitud como la ocurrida, hubo también una respuesta de los zulianos que valoro y aprecio mucho”. En cambio la desaforada candidata de hoy y consecuente abstencionista de ayer espetó ese mismo día: “"Estamos evaluando las acciones junto a nuestros asesores contra los comicios legislativos del domingo en Venezuela al considerarlos viciados e ilegítimos".
Ya no estará el odiado Jorge Rodríguez al frente de las maquinitas, argumentará la que le sumó cero votos en las últimas parlamentarias a la oposición; pero ni el san Benito de las benditas morochas que Ismael con todos sus gritos no pudo evitar en la ley, podrán parar este repentino cruce de piernas de la bella dama que empujó la abstención y que a partir de ahora saldrá a besar viejitas y provocar incluso que Oswaldo, Franchesqui y hasta el coronel Macario se lancen al ruedo con la cantaleta de que ahora si es correcta la participación… y si lo dice Corina ese voto si vale, sino que se lo pregunte a Ricardo Estévez, Ana Julia Jatar y a Alejandro Plaz.
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