“ESO ES LO QUE HAY”
La pelea a cuchillo que la derecha, partidista o no, está escenificando, que ha llegado a golpes e insultos en varios estados del país, era de esperarse, en un conglomerado amorfo y carente de ideología, principios, amor por la Patria, y objetivos, específicamente éstos especialmente notables, si acaso coinciden en uno y es el odio por Chávez y la fijación que tienen de salir de él a como dé lugar, incluso a través del magnicidio.
Da pena ajena ver cómo se agarran de las greñas, se sacan los trapotes y hasta de fascistas se tildan, en lo cual no se equivocan para nada.
Aquí en el Táchira el poder los ha obnubilado y la rebatiña por las mieles que temporalmente disfrutan, los ha enloquecido de tal manera que no tienen forma de razonar, que nada tienen que buscar más allá de un mínimo porcentaje de las curules en la próxima Asamblea Nacional.
Uno de los ingredientes del grave problema que enfrentan para ponerse de acuerdo es que hay mucho asomado, de esos que desde la llamada “ Sociedad Civil” se creen con derecho a sustituir a los partidos y más cuando éstos están tan disminuidos, carentes de poder de convocatoria e integrados por gente con más cola que traje de novia rica.
Los nuevos aspirantes por el hecho de haber salido a la calle a tirar piedra y quemar carros, se sienten inamovibles y argumentan que si por ejemplo un Julio Rivas, suena como pieza segura en Carabobo, para aparecer en el tarjetón, con el solo mérito de ser visto por todos por la TV, actuando con violencia, razón por la cual pagó unos días de cana, ellos también tienen derecho y no admiten argumento en contrario; es el precio que están pagando los dirigentes partidistas de la oposición al colocarse tras bastidores en las acciones de calle y colocar a los estudiantes burgueses en la vanguardia, sin ponerse a pensar que éstos iban a pasarles factura en la primera oportunidad; pues bien ahí tienen el resultado y ello los tiene de cabeza, sin saber qué hacer.
Por otro lado en la acera de en frente, el chavismo, unido, compacto, con un claro mensaje ideológico y programático, con un gran líder, con un abanico enorme de candidatos que van a ser escogidos por las bases, luce fortalecido e invencible y eso también le produce a la derecha un enorme dolor de cabeza ante la incapacidad de poder hacer lo propio para por lo menos tener una participación decorosa.-
Lamentablemente: “Éso es lo que hay” y no se le pueden pedir peras al “horno”